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Carreras clandestinas preocupan a habitantes del sector oriente de Chillán

Los vecinos del sector de Santa Clara denuncian carreras clandestinas cerca de sus hogares, específicamente en el camino a Cato, entre el cruce a Coihueco y el Puente Cato. Estas se realizan los viernes y sábado desde la tarde hasta altas horas de la madrugada y empezaron hace tres años aproximadamente.

Gastón Hernández, presidente de la Junta de Vecinos de Santa Clara, que representa a siete sectores, afirmó que ni la pandemia detuvo estos encuentros. “Todos los viernes y sábado desde las 20.00 horas se hacen carreras clandestinas de vehículos desde el cruce de Coihueco hasta poco antes de Quinquehua. Los ruidos de escapes libres son infernales. Hemos reclamado a las autoridades y no nos escuchan”.

En estos casos llaman a Carabineros para dar a conocer los hechos y que fiscalicen la situación, sin embargo, como lo señala el presidente de JJ.VV. de Santa Clara: “cuando llamamos al 133 nos dicen ‘ya salió un carro hacia allá’, pero al parecer vienen en un dron porque en la carretera no los ve nadie”. Y agrega que al llegar Carabineros se disipan, “y son tan desgraciados que a las 23.00 horas regresan en caravana con bocinazos, aceleraciones y todos los condimentos que se imagine. Quienes los siguen (como público) tienen un estacionamiento con poca luz, donde hay alcohol, droga, sexo y transacciones”.

La institución policial fiscaliza las leyes y lo que en ellas se señalan como delitos o faltas, donde las carreras clandestinas no se tipifican en ninguna de las dos categorías. Sin embargo, de acuerdo a la Ley 18.290 de Tránsito se pueden cursar infracciones a quienes circulen a exceso de velocidad, en estado de ebriedad o consuman alcohol en la vía pública. En esta, también, se señala a inspectores fiscales y municipales como encargados de supervigilar el cumplimiento de las disposiciones a que se refiere la presente ley.

En concreto, el director de Seguridad Pública e Inspección Municipal de Chillán, Patricio Acuña Basualto, comentó que están al tanto del problema gracias a una reunión que se realizó la semana pasada en la Delegación Presidencial donde asistieron representantes de juntas de vecinos rurales. “Carabineros, que estaba en la reunión, dio las explicaciones del caso, informaron que en varias oportunidades reciben las llamadas y concurren al lugar, y por distintas razones cuando van en camino, estas personas se mueven y finalmente estos operativos terminan en nada”.

“En esto hay muchos elementos que complejizan el abordaje de esta problemática, pero tenemos algunas posibilidades de trabajar con esto a nivel preventivo con campañas y, en términos materiales, es bastante difícil abordarlo. Se nos planteaba, aunque no somos la dirección que corresponde, alguna intervención en la vía, como instalación de lomos de toro. Sin embargo, este mecanismo que pudiese paliar de alguna manera este problema es complicado, pues tiene que ver cuestiones de orden técnico y reglamentación para instalar estos reductores de velocidad; y es algo que lo define la Dirección de Tránsito”.

Otras problemáticas

Los corredores se reúnen poco antes del Puente Cato, donde llegan mínimo una veintena de vehículos a un estacionamiento con poca luz. “Han habido accidentes  terroríficos a la llegada del puente, pero igual siguen. Y este viernes, como reclamamos nosotros, Carabineros reconoció que había carreras clandestinas, fueron desde las 23.00 horas hasta las doce y media de la noche”, recalcó Gastón Hernández.

Y agregó que, otro problema que les aqueja, además de los ruidos molestos emitidos por los vehículos, es la basura: “al otro día, los fines de semana, la gente va al mirador y se encuentra con todas las suciedades, botellas vacías principalmente. Y son los mismos vecinos quienes recogen la basura”.

La situación de los vecinos de Santa Clara se repite en otras ciudades de la Región de Ñuble, como en Yungay, Pemuco, Quinchamalí, Cobquecura, entre otras, convirtiéndose en un foco de preocupación de autoridades, pues estos producen accidentes automovilísticos, que en algunas ocasiones terminan con víctimas fatales.

Exceso de velocidad en zonas rurales

Según lo señala la Ley de Tránsito en su artículo n°148, que ninguna persona podrá manejar a una velocidad mayor de la que sea prudente y razonable, teniendo en consideración los riesgos latentes del entorno y que esta velocidad le debe permitir controlar el vehículo cuando sea necesario para evitar accidentes.

En este sentido, las normas están reguladas para zonas urbanas, vehículos. menos de 3 mil ochocientos kilogramos pueden andar a 60 km por hora y superior a ese peso con más de 17 asientos deben circular a 50 km/h. Y en zonas rurales, en caminos con una pista de circulación en cada sentido: 100 km por hora y de dos o más pistas de circulación en un mismo sentido: 120 kilómetros por hora; mientras que, buses y camiones de más de 3.860 kg no podrán superar los 90 km por hora, siendo los autobuses interurbanos los únicos que pueden circular a 100 km/h.

Texto: Antonieta Henríquez

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