La presidente de la junta de vecinos de la población Sarita Gajardo, Ruth Flores, dice haberse sentido “más que aliviada” cuando en la mañana de ayer vio a una cuadrilla municipal cortando el pasto de algunas de las plazas y parques de su sector.
“Sin mentirle, le digo que el pasto ya tenía casi un metro de largo, porque no lo venían a cortar hace como cuatro meses”, explicó.
Y aunque la situación se repite en casi la totalidad de áreas verde-urbanas de la comuna, si el municipio ordenó ir a realizar una mantención de urgencia fue porque los mismos dirigentes se reunieron con el alcalde y con la jefatura de Aseo y Ornato para pedirles este servicio.
Lejos de ser negligencia municipal, el alcalde Camilo Benavente explicó -como ya lo ha hecho en varias oportunidades- que a la falta de un contrato con alguna empresa para que se haga cargo de la mantención de los 422 mil metros cuadrados de áreas verdes, “a mediados de octubre el Departamento de Aseo y Ornato sufrió un robo de más de 20 millones de pesos en herramientas y maquinarias de áreas verdes, por lo que por casi dos semanas no se pudo hacer las debidas mantenciones”.
Benavente dijo que han tratado de llevar a efecto un plan de comunicaciones, “para que la gente sepa qué es lo que está pasando, que se entere que hubo un robo; y también para que sepa que hay varias unidades municipales que tienen equipos que con muy buena disposición están tratando de hacer frente a esta situación que, sabemos, es bastante compleja”.
Respecto al equipo que actualmente le está haciendo frente a esta situación, el jefe de la Dirección de Aseo y Ornato, Ricardo Montolivo, explicó que se cuenta con un equipo de 143 personas quienes deben distribuir sus labores en toda la comuna.
Puntualmente, “hay cuatro cuadrillas a cargo de cuatro capataces, con un total de 97 personas que acuden a la mantención de distintas áreas en la comuna dividida en sector nororiente, sector surponiente, sector suroriente y centro. Una cuadrilla que realiza operativos con 11 personas, dos cuadrillas móviles de nueve personas cada una que cubren los puntos que no reciben atención en forma directa, y 18 personas para poda”.
Respecto a lo logístico, se está trabajando con un camión pluma para poda en altura de hasta 16 metros, dos camiones tres cuartos recolectores de acopio, y un mini cargador frontal o Bobcat.
A lo anterior, se suman las herramientas que no desaparecieron tras el robo de mediados de octubre, más las que se lograron comprar mediante trato directo, con lo que se cuentan 12 desbrozadoras, cinco motosierras, una motosierra telescópica y apenas una máquina para cortar pasto.
“Si bien la Aseo y Ornato hace un trabajo en terreno permanente y profesional, no cuenta con toda la maquinaria idónea ni con el personal necesario para realizar el mantenimiento a todas las áreas verdes de la comuna de Chillán”, admite Montolivo.
Actualmente no existe un catastro de las áreas más afectadas por el crecimiento de maleza o follaje, por lo que tampoco se ha definido una ruta de trabajo sistemático, sino que se está solicitando a cada junta de vecinos que haga la solicitud de poda y mantención en la municipalidad.
Para eso se solicita que se envíe la dirección exacta y un número de contacto para poder coordinar una primera visita de verificación.
Antes del verano
Cecilia Henríquez, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Chillán, comentó a La Discusión que en efecto, son muchos los sectores que pasan por este problema.
“Y lo que realmente preocupa es que cuando las personas ven que hay una determinada plazoleta o un determinado parque que está con el pasto seco, largo y sin mantención, siempre se empieza a usar como basural y, lamentablemente, es lo que hemos estado observando en algunos lugares”.
Otra desventaja es que al estar el pasto crecido, “muchas veces los camiones recolectores de la basura no ven que la gente dejan algunas bolsas chicas, porque el pasto la tapa; entonces, llegan los perros y la desparraman por todas partes”, agrega Ruth Flores.
En este punto es donde se cuestiona la colaboración de los propios vecinos ante estas situaciones. Los dirigentes aseguran que salvo los miembros de cada junta vecinal y alguna otra persona que colabora, “terminamos siendo siempre los mismos que tratamos de hacer las cosas, y el resto se queda en su casa criticando”, apuntó Cecilia Henríquez.
Sobre la fecha tentativa entregada por el jefe comunal -el 15 de diciembre- para ver a la futura empresa licitada ya trabajando en la mantención de las áreas verdes, la presidente de la Unión Comunal dice que “mientras antes mejor, pero obviamente sabemos que estas cosas tienen un plazo. Lo único que pedimos es que sea antes de comience el verano, porque es ahí donde puede haber incendios y eso ya trae otros riesgos”.
La futura empresa
Este próximo 11 de noviembre cierra el plazo para postular al llamado de licitación para la mantención de áreas verdes en Chillán.
Con un presupuesto de $135.000.000 la futura empresa tendrá que hacer la mantención en 422 mil metros cuadrados, sin embargo, no se contempla en esta instancia la mantención de mobiliario ni de áreas duras como la gravilla o el cemento de cada espacio.
Para dar solución a lo anterior se podría hacer o una segunda licitación o extender el primer contrato por un 30% más del servicio.
Sin embargo, se optó por licitar un servicio conforme a los presupuestos disponibles por el momento y ante el entendido que para el municipio, lo de las áreas verdes, es una urgencia.
