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En concordancia a la Ley 20422 sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de las personas con discapacidad y la Ley 20609, comúnmente conocida como Ley Zamudio, que establece medidas contra la discriminación, la UdeC trabaja interdisciplinarmente para facilitar los principios de vida independiente, accesibilidad universal, diseño universal, intersectorialidad, participación y diálogo social de todas las personas que forman la comunidad universitaria.
Bajo el Decreto 50 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que actualiza las normas sobre accesibilidad, la Dirección de Servicios de la UdeC ha trabajado en un Plan Maestro de accesibilidad. En ese momento, comenta la directora de Includec y arquitecta Ivonne Mella Vidal, “quedamos en que íbamos a empezar con nuestro diagnóstico de accesibilidad para levantar información, siempre en trabajo colaborativo con la participación con las comunidades”. Así el plan fue aprobado, pero sus acciones se vieron interrumpidas por la pandemia por Covid-19.
Gracias a la creación del UCO 2095, que posibilitó la contratación de profesionales dedicados a la elaboración de una Política de Inclusión, las gestiones se trasladaron al ámbito digital. “Invitamos a la comunidad a participar en estas reuniones para identificar las necesidades pendientes. Fue entonces cuando comenzamos a recopilar información de diversos miembros de la comunidad universitaria, incluyendo estudiantes, docentes y personal administrativo”, detalló.
Includec recibió la ayuda de estudiantes en práctica de arquitectura, quienes realizaron un catastro de accesibilidad de distintos edificios de la universidad. “Se generó una ficha adaptada a nuestra realidad, con más de 150 edificios catastrados, hasta la estación de Dichato, el Cicat, entre otros”, comentó Mella, quien también es profesional de la Dirección de Servicios.
Con la entrada en vigor de la Ley de inclusión laboral nro. 21.015, se unió una nueva figura al desarrollo universitario: a gestora inclusiva. La terapeuta ocupacional Daniela Pavés es la encargada de esta labor dependiente de la Dirección de Personal (Dirper). “Su trabajo es levantar la información de los trabajadores con discapacidad, tanto funcionarios como docentes, y ver sus ajustes razonables”, describió la directora de Includec.
Según la web de la Dirper, se entiende por ajustes razonables a las “modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales”.
Si un trabajador o trabajadora, incluyendo a docentes, necesita un ajuste razonable en su lugar de trabajo, “la primera recomendación es acreditar su discapacidad”, explicó Daniela, para lo cual debe contactar a las Asistentes Sociales de la Unidad de Desarrollo Social de cada campus, “quienes orientan sobre el proceso de obtención de credencial de discapacidad o pensión de invalidez”. Si ya cuenta con su discapacidad acreditada debe completar el Formulario disponible en este enlace o contactar a la profesional vía correo electrónico a [email protected] explicando la solicitud, “quedando abierta la opción de que sea el trabajador/a, jefatura o compañero de trabajo quien lo realice”.
Desde un punto de vista más social, la gestora inclusiva explicó que la discapacidad se considera “consecuencia de la interacción entre las condiciones personales y las barreras del entorno, que limitan la participación plena en la sociedad”. Destacó que desde el punto de vista normativo los únicos instrumentos legales que permiten acreditar una discapacidad en Chile son la credencial de discapacidad y la pensión de invalidez, “por lo que la invitación es a realizar la tramitación de obtención de su registro nacional de discapacidad, ya que es un derecho y con ello se puede acceder a beneficios estatales como subsidios, ayudas técnicas, acceso preferente a servicios y estacionamientos exclusivos”.
Si quien necesita adaptaciones es estudiante UdeC, existen dos caminos. Primero, el o la estudiante debe conversar con su jefe o jefa de carrera, quien se comunicará con Includec para proceder. El procedimiento incluye una entrevista directa con el o la estudiante, para adaptarse a sus necesidades específicas.”Muchas veces llegan directo a Includec y nosotros vamos a derivar, después de la reunión que tenemos con el estudiante, si va al CADE, a la Unidad de Inclusión Universitaria, o al Artiuc si tiene baja visión, o si necesita mobiliario adaptado, lo vemos nosotros mismos, con la Dirección de Servicios que está a cargo de comprar el mobiliario adaptado o hacer los ajustes en infraestructura”, ahondó Mella.
Campus Chillán
En el Campus Chillán se remodelaron veredas y accesos a edificios, “con las modificaciones necesarias para el libre desplazamiento de las personas con dificultad de movimiento”, identificó el subdirector Académico del Campus, Dr. Daniel Sandoval Silva. “También se han retirado torniquetes en Biblioteca, incorporando mobiliario según necesidades particulares. Se mejoraron senderos, la iluminación, se instaló piso podotáctil en la salida del segundo piso de las logias”, puntualizó Sandoval, indicando que la meta es desarrollar todas las adecuaciones necesarias para no generar barreras físicas que imposibiliten el libre acceso de todas y todos los miembros de la comunidad del Campus Chillán.
Con esa meta en mente entre 2015 y 2022 han incrementado un 38% los ascensores en edificios, un 55% de mejora en la accesibilidad de los servicios higiénicos, hay 25% más de rampas de acceso y 16% más de rampas de conectividad, según las cifras de los tres campus.