Close
Radio Radio Radio Radio

Voces ciudadanas, elementos diferenciadores y educación cívica: las claves de la campaña del plebiscito

Este sábado se vivió un momento histórico: la Convención Constitucional, elegida democráticamente, de manera paritaria y con representación de los pueblos originarios; votó los últimos artículos que se incorporaron al borrador de nueva carta magna, relativos a Medio Ambiente.

Luego de poco más de diez meses de trabajo, los 154 representantes ciudadanos culminaron así gran parte de su mandato, proponer al país un nuevo texto constitucional. Este borrador será presentado ante el Pleno el lunes, en la sesión que registrará el órgano en la Región de Antofagasta.

[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]

El martes, en tanto, comenzarán a funcionar las últimas tres comisiones: Armonización (que pulirá el texto en su forma); Preámbulo (que propondrá un texto introductorio para la nueva cartamagna) y Normas Transitorias (que votará los artículos propuestos por cada una de las comisiones y que dicen relación con la gradualidad de los cambios desde un a Constitución a otra, en caso de aprobarse el texto en el plebiscito del próximo 4 de septiembre.

Durante junio se afinarán los últimos detalles de la propuesta, para entregársela finalmente al Presidente, Gabriel Boric, en un acto público, el 4 de julio.

De ahí en adelante, tanto convencionales como partidos políticos, organizaciones sociales y ciudadanía en general se movilizarán para realizar campaña por las opciones del Apruebo y el Rechazo.

Habrá un período legal de propaganda, como en todas las elecciones, y franja televisiva gratuita.

Una campaña distinta

Sin embargo, ¿Serán estos unos comicios como cualquier otro desde el punto de vista de sus campañas?

A simple vista podría pensarse que no, debido a varios factores. Primero, está la obligatoriedad del voto, que sin duda hace más incierto -aunque resulte paradójico-, prever algún resultado, pues en las últimas elecciones la participación ha oscilado entre el 42% y el 52%.

Otro elemento es la característica de la consulta, pues no se votará por personas, sino por ideas. Si bien ya se vivió este proceso para el plebiscito de entrada, ahora es distinto, pues deberá ponerse bajo la lupa el texto preparado por los convencionales, que tendrá más de 400 artículos, y cuya interpretación variará según sea el Apruebo o el Rechazo quien los comente.

Según el analista político, Rodrigo Landa, a menos de cuatro meses de la elección, el escenario político para el Apruebo y el Rechazo está abierto.

“Hemos observado estudios de opinión pública que marcan una tendencia a favor de la segunda opción (una brecha promedio en torno a los 10 puntos, si tomamos como referencia el último mes), pero que estaría parcialmente explicada por el comportamiento de algunos constituyentes y la forma cómo se ha manejado el debate al interior de la Convención”, afirmó.

Un elemento central que deberán analizar quienes estructuren el diseño comunicacional de ambas campañas, advirtió, “dice relación con la capacidad de percibir qué variables pesarán más a la hora de votar, si son aspectos de forma o de fondo. Si bien todos esperamos que el contenido constitucional sea el centro de la discusión, probablemente los votantes se sentirán seducidos por aspectos de forma, ideas o conceptos muy generales, imágenes que dejó este proceso o la inmediatez de las redes sociales. Dudo realmente que un universo importante de votantes lea y estudie a conciencia el texto propuesto. Pero por otro lado, la hipótesis anterior no desliga de responsabilidades a líderes políticos y medios de comunicación de hacer todo lo posible para informar adecuadamente y motivar el debate democrático en torno a ambas opciones”, manifestó.

Otro elemento a considerar, agregó, “es que tanto el Apruebo como el Rechazo encontrarán barreras de entrada. La principal amenaza para el Apruebo es su responsabilidad en la defensa del texto Constitucional. Explicar o tratar de convencer es siempre más difícil que criticar, con el elemento adicional que en comunicación la responsabilidad mayor la tiene siempre el emisor, no el receptor respecto de lo que entendió. Y en el caso del Rechazo, su mayor amenaza es la negación. Dar o aprobar evoca emociones mucho más positivas que negar o rechazar. En ese contexto, los adherentes del Apruebo deberán identificar qué artículos de los que se han aprobado están en mayor sintonía con la sociedad y, en la otra vereda, quienes defiendan el Rechazo, deberán remarcar qué aspectos son los que la sociedad no quiere de esta propuesta de Constitución. Los últimos estudios reflejan que, aislando del análisis el comportamiento de algunos constituyentes, la Convención no logró reproducir los anhelos ciudadanos expresados antes de esta salida institucional, o si están, no se han comunicado adecuadamente. Cualquiera sea la estrategia elegida por ambas opciones, es muy probable que nos encontremos con campañas muy ciudadanas, con voces alejadas de la política tradicional”, planteó.

Educación cívica

Según la politóloga y académica de la U. de Concepción, Jeanne Simon, debería construirse un relato emotivo sobre la nueva Constitución y su impacto en la vida de personas.

“Se requiere una campaña estratégica que combine distintos medios, tanto ‘boca a boca’ como también en los medios tradicionales y redes sociales. Se requiere identificar los artículos que puedan generar ruido en la ciudadanía y explicar ‘con peras y manzanas’. Hay que mantener la sensación de esperanza”, aseveró.

Respecto del Rechazo, dijo, “seguramente pondrán énfasis en los artículos y generarán una preocupación difusa sobre los efectos. El tema de expropiaciones seguramente será uno. Enfatizarán la estabilidad que ha tenido la actual Constitución. Igual, tendrán el desafío de construir un relato positivo sobre la actual Constitución. En las redes sociales, insistirán con las ‘fake news’. Creo que pondrán énfasis en la reforma de la actual Constitución por el Congreso”, sostuvo.

Por ser éste un plebiscito con voto obligatorio, agregó Simon, “se requiere llegar a todas partes. Tendrá que ser una campaña masiva de educación cívica”, advirtió.

Elemento diferenciador

Paulina Pinchart, experta en Marketing Político, planteó que “lo primero que hay que pensar desde el punto de vista de la campaña, es que aquí estará el mercado electoral completo. A mi juicio, el principal error que se puede cometer es pensar que porque es un electorado tan heterogéneo y hay tan poco tiempo, se puede ir a todos con un mismo mensaje. Están los jóvenes, los adultos mayores, estratos altos, medios, bajos, etc. Tengo la convicción que si se elabora un solo mensaje para todos -del Apruebo o el Rechazo- ese mensaje no va a rendir frutos, porque se ha demostrado que los chilenos somos clientelistas en nuestras elecciones, nos importa mucho el entorno y lo que a nosotros nos pase, más que lo que le pase al país. Debe haber una diferenciación por segmento etáreo, situación socioeconómica, e incluso, entre personas jubiladas y en época laboral, porque las preocupaciones son distintas”, advirtió.

Respecto de las campañas, Pinchart recalcó que “estamos acostumbrados a votar por personas, por lo que la figura, imagen y biografía son grandes indicadores de por qué se vota o no por una opción. Eso no está ahora, por lo tanto, se debe recurrir a los grandes ‘caballitos de batalla’, elementos diferenciadores que movilizarán a unos u otros para votar Apruebo o Rechazo. Aquél que agregue más valor a cada segmento, se debe aplicar. Todos van a estar de acuerdo con algunas cosas, y en desacuerdo con otras, pero como la respuesta es una sola -Apruebo o Rechazo-, hay que ir al elemento diferenciador”, aseveró.

Revisando la historia política de Chile, añadió Paulina Pinchart, “lo que ha hecho sistemáticamente la derecha desde el plebiscito de 1988 ha sido trabajar con un elemento diferenciador para todos: el miedo, el caos. ¿Qué hicieron la izquierda y la centro izquierda? Llenaron de optimismo a la gente, los motivaron a ir a votar. Y lo que hemos visto es que en general, aunque todos sepamos que pueden haber consecuencias nefastas, no nos gusta que nos atemoricen. Al chileno no le gusta que lo pongan en situaciones difíciles o estresoras, en cambio, le gustan las situaciones esperanzadoras, por lo tanto, si la derecha hace más de lo mismo y la centro izquierda más de lo mismo, lo más probable es que a pesar de todo, gane el Apruebo. Dentro de los grupos más duros en la Convención está la derecha, pero algunos de ellos han votado algunos artículos a favor, por lo tanto, no esperaría de ellos o de sus partidos, que se identifiquen directamente con el Rechazo. No querrán esa etiqueta, salvo los republicanos, por lo que traspasarán esa responsabilidad a grupos o líderes de opinión”, concluyó. 

[/bg_collapse]

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top