En una catarsis se convirtió la intervención del alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, durante la sesión de la Comisión Obras del Concejo Municipal, el pasado miércoles.
El jefe comunal eligió la instancia para comentarle a los concejales cómo se sentía en torno al nuevo rol que cumple el municipio en el contexto de la Región de Ñuble; y también para explicar algunas situaciones que lo tenían inquieto.
Como por ejemplo, las críticas hacia su persona por no asistir a las últimas sesiones de Concejo.
Zarzar explicó que últimamente ha debido viajar con más frecuencia a Santiago para estar al pendiente de proyectos importantes para la ciudad, y que esas reuniones se realizan casi siempre los días lunes. Pero no solo se refirió a esta nueva dinámica de trabajo. También ahondó en los cambios que ha tenido que afrontar el municipio con el nacimiento de la región.
“Yo reconozco que a mí me cambió la vida desde septiembre del año pasado. Me cambió la vida administrativa. Yo perdí mi agenda, y me lo han entendido hasta en Santiago, pues la agenda que tenía antes era absolutamente ciento por ciento del alcalde”, sostuvo el jefe comunal, ejemplificando con que antes, “por un lado estaba el gobernador o gobernadora; y el alcalde por acá. De repente había cosas en común y las hacíamos; o pasaba una semana, y no nos encontrábamos. Hoy, tenemos que estar encima de los proyectos, aprovechando una buena instancia de recursos en beneficio de la comunidad; y los seremis y directores regionales vienen a cada rato a solicitarnos cosas, lo sabe Secpla, lo sabe Obras. Muchos de ellos están aprendiendo, adquiriendo experiencia, entonces no tengo cómo atender las cosas municipales. Me requieren también del Gobierno Regional, nuestro socio, porque muchos de nuestros proyectos va a ser aprobados por ellos”, afirmó.
Co habitación
La “sensación” del alcalde Zarzar no es poco común. La han vivido también los alcaldes de las cabeceras de provincias, donde la llegada de los gobernadores ha generado un cambio en la forma de ejercer el poder.
En el caso de Chillán es aún más patente, pues al otrora único liderazgo del alcalde, se suma ahora el del intendente, Martín Arrau.
Ha ocurrido ya en algunas instancias, como el anuncio de las medidas viales para enfrentar el inicio del año escolar en la comuna, donde este año la vocería corrió por cuenta de la Intendencia y la Seremi de Transportes; o hace unos días, cuando el jefe regional salió a golpear la mesa e impidió que los seremis obtuvieran estacionamientos en el centro, medida que no le incomodaba a Zarzar.
Los estilos son distintos, y claramente, el municipio ha visto reducido su margen de acción.
Sin embargo, según expertos, esto debe ser visto como una oportunidad para la comunidad, ya que permite el surgimiento de nuevos actores públicos. Lo importante, advierten, es que cada uno atienda sus obligaciones legales.
