Gabriel Boric y José Antonio Kast deberán asumir una nueva realidad electoral de cara a la segunda vuelta presidencial del 19 de diciembre próximo: el voto territorial o “regionalizado”, que dejó al líder republicano muy bien posicionado en regiones -entre ellas, Ñuble-; y al actual diputado más fortalecido en los grandes centro urbanos, como las Regiones Metropolitana y de Valparaíso.
A nivel local, Kast obtuvo porcentajes superiores al 40% en ocho de las veintiún comunas, destacando en Pinto, con un 51,2%, y en Coihueco, con un 46%. En ambas, sus alcaldes -ambos de derecha- fueron reelegidos recientemente con una alta votación; mientras que la comuna donde Boric tuvo su mejor performance -Chillán, con un 20,6%-, fue ganada por un PPD, con el 62% de los sufragios.
¿Pueden los alcaldes transformarse en los grandes articuladores de las campañas para el balotaje, dada su conexión con los territorios? ¿Qué tanto influyeron en los resultados de primera vuelta?
Dos miradas sobre el rol de los alcaldes
Según Rodrigo Landa, analista político y quien ha trabajado en innumerables campañas en la región; “al hacer un poco de ‘ingeniería electoral’ de las elecciones del domingo pasado, podemos establecer que los números no evidencian claramente que los alcaldes de Ñuble influyeron en la votación de Boric y Kast. Primero, porque los resultados siempre responden a razones multifactoriales; y segundo, porque al realizarse el desglose por comuna, nos encontramos con votaciones disímiles. Si bien hay una correlación entre la votación de Kast y de los alcaldes de Pinto, Coihueco y Ñiquén, también hay resultados llamativos, como la votación que el mismo Kast obtiene en San Carlos (40,6%), Quillón (37,5%) o Coelemu (35,7%), comunas gobernadas por la oposición”, aseveró.
En términos cualitativos, añadió, “pienso que el poco tiempo que transcurrió entre las elecciones municipales y presidenciales, mermó la incidencia de las autoridades locales (alcaldes y concejales) por el desgaste natural que significan procesos que son muy intensos. Sumado a lo anterior, las elecciones parlamentarias y de consejeros regionales tenían también un atractivo especial, por la cercanía e influencia en las respectivas comunas”.
Respecto de la importancia que podría tener el hecho que los alcaldes se involucren en las campañas de Boric y Kast, Landa sostuvo que “la respuesta es afirmativa solo en la medida que nos alejemos de los centros urbanos, porque la influencia de la autoridad comunal es mucho mayor. Un aprendizaje que hemos podido asimilar en Chile, especialmente en las ciudades, es que las estructuras de poder están en permanente crisis y, por lo tanto, el comportamiento electoral no es tan jerárquico como antes, o ya no responde a la política clásica del ‘llamado a votar’. De la misma forma, cuando existe intervencionismo, la ciudadanía lo percibe y lo juzga severamente”, manifestó.
En último término, planteó, “hay una razón práctica que nos permite predecir una baja influencia de los alcaldes en el balotaje, y esa variable es el recurso tiempo. Es muy probable que ambos candidatos presidenciales sustenten su mensaje en medios tradicionales y redes sociales, privilegiando la amplitud por sobre la focalización”, dijo.
En torno a la baja votación alcanzada por Boric en Ñuble, ésta se puede explicar por diversos factores, advirtió.
“El primero es político, porque su base partidista sigue siendo relativamente inferior a la base ‘concertacionista’. Pero también hay factores culturales, demográficos y generacionales que explican su baja votación”, afirmó.
Jeanne Simon, politóloga y académica de la U. de Concepción, también sostiene que la influencia partidaria sobre los electores va en bajada, pero sí cree que los alcaldes pueden ser buenos articuladores de campaña.
“Hay que pensar que los partidos políticos en el último tiempo, en general, se han ido debilitando, se ha ido debilitando su trabajo en el territorio, y se nota cuando los partidos dicen algo y ya no tienen tanto control sobre sus militantes, como ha ocurrido con el respaldo de la DC a Gabriel Boric, por ejemplo, en que diversos alcaldes con una amplia base popular han salido a respaldarlo antes que se pronuncie la Junta Nacional”, manifestó.
Simon agregó que “han sido los alcaldes quienes han mejorado su evaluación, por ser las caras visibles del Estado en sus comunas. No hay que olvidar que durante la pandemia del Covid-19 han jugado un rol relevante al coordinar la atención de salud, los beneficios y una serie de situaciones. Tienen, además, una muy buena red de trabajo en terreno, con juntas de vecinos, dirigentes, etc., por lo tanto, me parece acertado que los candidatos los incluyan en sus comandos y en sus equipos territoriales, pues es una forma de practicar la política cara a cara. Las redes sociales sin duda van a ser importantes durante esta campaña de balotaje, pero el trabajo en terreno será el trascendental”, puntualizó.