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Pérdidas económicas por inundaciones superarán las del evento de junio pasado

Las inundaciones debido al intenso sistema frontal que afectó a la región el pasado mes de junio generaron una destrucción mucho menor a la que recientemente volvió a presentarse en Ñuble. Mientras que el catastro de ese evento ocurrido hace dos meses estaba en su etapa final, nuevamente la región se vio afectada por un sistema frontal que dejó más de 350 milímetros de lluvia solo en la zona del valle, contabilizando, hasta el último informe entregado durante la jornada de ayer, 294 damnificados, 420 viviendas con diferentes tipos de daños y 196 personas aisladas.

Es en ese contexto que las inundaciones de junio dejaron un daño cercano a los 24 millones de dólares solo en materia de rutas y caminos, por lo que se espera que para este evento, el reporte de pérdidas económicas sea mucho mayor, sumado también a que fueron más de 40 las rutas afectadas.

El daño material y de infraestructura también fue cuantioso, ya que, por ejemplo, solo para la catástrofe de junio, las viviendas afectadas alcanzaron las 1.400, cifra que puede incrementarse tras una nueva aplicación de la Ficha de Evaluación de Daños por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, proceso que mide la afectación de cada vivienda. En ese evento la pérdida económica alcanzó los 280 millones de dólares entre las tres regiones más afectadas (Maule, Biobío y Ñuble).

Un número que da cuenta del preocupante panorama que se viene para este nuevo proceso reconstructivo, el cual ya comenzó en su etapa preliminar, que es el de evaluar los daños provocados. Respecto a esta situación, el seremi de Vivienda y Urbanismo de Ñuble, Antonio Marchant, explicó que quedaban 48 viviendas para terminar el evento anterior y expresó cierta preocupación por la falta de recursos económicos. “Estábamos preparándonos para el proceso de reconstrucción que venía, cuando nuevamente se levanta este evento. Estamos en un momento complicado para nosotros como ministerio, porque tenemos que ver cómo vamos a tener los recursos necesarios para la tercera emergencia que tenemos en el año en la Región de Ñuble”.

Catastro y ayudas

Durante estos días la oficina regional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta Ante Desastres (Senapred) ha sido la principal base de operaciones de las distintas entidades nacionales y regionales, quienes diariamente evalúan la afectación. Hoy, los trabajos se concentran en evaluar y catastrar a las familias damnificadas mediante la ficha FIBE, la cual suma su tercer proceso del año, tras los incendios de febrero y las inundaciones de junio.

Es en esa línea que ayer, la Subsecretaria de Servicios Sociales, Francisca Gallegos, realizó una visita inspectiva a Ñuble, donde se refirió al proceso de catastro y también de la entrega de ayudas a la población. La autoridad confirmó que hoy viernes se hará el primer corte de fichas, para empezar a entregar los bonos a este grupo el próximo miércoles.

“Nosotros queremos hacer el primer corte este viernes y, por tanto, hacer el primer pago de la primera nómina durante el miércoles de la próxima semana. Lo más importante que estamos haciendo acá, es poder coordinarnos para que haya un buen despliegue logístico coordinado, ir identificando cuáles son las municipalidades, las comunas que requieren mucho más ayuda y las provincias, para cumplir con la fecha que nos puso el Presidente y creemos que vamos a estar a la altura de las circunstancias”.

La autoridad regional del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, Marta Carvajal, detalló que son más de 400 los funcionarios que ya están desplegados en las comunas más afectadas. La seremi indicó que “de igual forma, estamos apoyando en algunas comunas que lo requieran. Ayer recorrimos la comuna de Trehuaco y Ñiquén, el proceso de digitación ya está en curso y esperamos hoy tener una nómina para ejecutar el pago del bono de emergencia”.

Para esta catástrofe se pusieron nuevamente a disposición distintas ayudas económicas, como lo es el bono de emergencia o las viviendas transitorias. Para el primer punto, las ayudas se pagarán en cuatro tramos, de $375.000, $750.000, $1.125.000 y $1.500.000, los cuales serán otorgados según el nivel de afectación tras la aplicación de la FIBE.

Mientras que las viviendas de emergencia comenzarán con un stock de 600, priorizados en aquellos que vieron sus casas destruidas, además de la entrega de $1.800 millones en diversos kits de alimentos y enseres.

En cuanto a los productores, durante los próximos días se iniciará la entrega de forraje y alimentación apícola en la zona, además de la entrega de bonos de entre $5 millones y $10 millones de pesos para agricultores informales y empresas afectadas por las inundaciones.

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