La dirigencia del “Rojo”, encabezada por su presidente Sergio Gioino, sabe que debe asegurar cuanto antes a su nuevo entrenador de cara a la temporada 2024, para así seguir con el proceso de formación del plantel.
Pese a esto, no se ha perdido el tiempo ya que la primera misión era lograr asegurar la columna vertebral del equipo, que son los jugadores claves de temporada pasada, acompañados de algunos que mantienen contrato, como Lucas Abascia, Ismael Sosa y Santiago Ditborn.
El primero en renovar fue Patricio Rubio. Y como no. El jugador venía de ser el goleador de Ñublense durante el 2023, convirtiendo un total de 17 goles en total en 32 partidos jugados. De esos tantos, 15 fueron en el Campeonato Nacional, siendo el tercer máximo artillero de la competencia, uno en Copa Libertadores donde el equipo logró quedar como mejor tercero de su grupo, y uno en Copa Sudamericana, donde se llegó hasta octavos de final, cayendo ante el campeón, Liga de Quito, mediante lanzamientos penales.
El segundo en ser confirmado fue el lateral derecho Bernardo Cerezo, que tuvo un año en ascendencia, pese a tener una lesión en su rodilla, de la cual necesitaba pasar por quirófano, sin embargo, aguantó exigiendo al máximo físicamente. “Corazón Valiente” logró anotar un gol y además repartió cuatro asistencias.
Durante esta semana debería quedar zanjado el nuevo técnico del “Rojo”, donde Ponce mantiene la delantera, pero Salas aún es opción y además se sumó el nombre del “Coto” Sierra que volvería a Chile tras su paso por Arabia Saudita.
En tanto de la columna vertebral para el “Diablo” sería esencial renovar al arquero Nicola Pérez y además al lateral izquierdo Jovany Campusano y al polifuncional Rafael Caroca.
