Candidatos a senadores y diputados por Ñuble fueron derrotados por sus contendores en las urnas el día de ayer.
Mientras que estos traspiés, en algunos casos fueron -quizás- hasta predecibles, para cerciorarse de lo que sucedería con otros de los candidatos (algunos de ellos incumbentes) hubo que esperar hasta el final de los conteos. Y sí, hubo derrotas históricas.
Entre los de mayor repercusión, destacan el diputado Jorge Sabag (DC) y candidato a senador; quien por primera vez desde el 2006 estará fuera del Congreso.
Y Jacqueline Van Rysselberghe, quien iba por una extensión de su cargo senatorial, ya no por Biobío como cuando logró su primera victoria en 2014; sino por Ñuble, esa nueva región a cuya creación se opuso originalmente, pero al final de la recta terminó votando a favor de su creación.
Menos morbo político generaron las derrotas de la diputada Patricia Rubio (PPD) quien llegó a la Cámara Baja luego de ocupar la vacante dejada por Loreto Carvajal, quien a su vez se quedó con el cupo que se liberó cuando el entonces senador Felipe Harboe decidió renunciar a su escaño para candidatearse como convencional y participar en la redacción de la próxima Constitución Política de Chile.
Y si se pudiese nombrar a dos personas más en esta lista de grandes derrotas de Ñuble, quizás sería pertinente mencionar a Cristián Ortiz, presidente del Partido Radical, compañero de lista de Rubio (Nuevo Pacto Social), quienes vieron ganar solo a uno de quienes componían esa nómina, el DC, Felipe Caamaño.
La otra, sin lugar a dudas es María Consuelo Villaseñor, (IND), quien pese a haber obtenido la cuarta mayoría en votación, superando incluso a Caamaño, lo poco que sumaron sus compañeras de lista, definitivamente, le jugó en contra.
Compañeros de lista
María Consuelo Villaseñor venía de una primera derrota electoral al no ser electa como constituyente por Ñuble.
Como candidata a diputada, la exdirigente de Confedeprus, presentó una carta programática, en las que en primer lugar detalló su postura antagonista al actual sistema de pensiones y su mirada para mejorar el sistema de salud pública.
Su voz mostró siempre resonancia entre los simpatizantes de la izquierda ñublensina, quienes buscaban nuevos rostros que los representaran, y de hecho, consiguió cerca de 8.500 votos, es decir, un 5,06% de los sufragios (con el 95% de las mesas escrutadas, conforme a la página del Servel), siendo la cuarta mayoría del total de candidatos a diputados por el Distrito 19.
Sin embargo, sus compañeros de lista, Montserrat Arratia y Luis Orellana, obtuvieron apenas un 1,31 y un 1,03%, respectivamente, lo que a la postre significó el triunfo del DC Felipe Caamaño, quien consiguió casi 400 votos menos que Villaseñor.
Y una situación similar es la que acusa el presidente del Partido Radical, Cristián Ortiz, quien obtuvo 7.216 votos y se quedó en la trinchera de los perdedores.
“Creo que pasa porque el compañero de lista que me pusieron obtuvo una muy baja votación”, dice, en relación a Carlos Parra, quien con 1.384 votos a favor, apenas un 0,83%, fue la segunda más baja de toda la lista, superando solo a Ruddy Figueroa, quien con algo más de 770 votos, obtuvo el 0,44% del total de las preferencias.
“Eso es algo que como lección te deja, que no siempre tienes que llegar y aceptar lo que te impongan en la Asamblea, a quien les hice caso para dejarlos tranquilos. Pero fue lamentable, porque no sumó casi nada, y el segundo siempre es importante para que como lista hubiésemos conseguido algo mejor”.
Ortiz también analizó el que la derecha se haya quedado con tres cuartos de los escaños ñublensinos, y en este punto ve como grandes responsables (incluso del paso de José Antonio Kast a la segunda vuelta presidencial) a los constituyentes.
“Es lamentable, porque hace un poco de tiempo hubo casi un 80% de personas que votaron por el Apruebo para obtener cambios, pero hoy terminan eligiendo a la gente de derecha. Aquí mucha de la culpa la tienen los constituyentes, porque ellos en todo este tiempo se han dedicado al show, a la parafernalia y no a trabajar, entonces ese giro que el país dio hacia la izquierda en ese minuto, finalmente por todo ese show, el giro se fue a la derecha, incluso en la presidencial”, dice.
A su juicio, el que el Apruebo no encontrara eco en esta última elección, es en definitiva por las malas señales que han dado nuestros líderes. Ahí también nosotros tenemos que admitir cierta responsabilidad, ya que fuimos nosotros quienes votaron por ellos y nos terminaron decepcionando”.
En esa lista de errores, cita algunas decisiones que hizo que la opinión pública asociara la violencia a la izquierda y las propuestas de orden y seguridad, a la derecha.
“Por ejemplo, fue un error que presentaran una ley de indulto, cuando todos vimos que lo que hubo fue delincuencia y eso se tiene que pagar; cuando hablan de los héroes de la revuelta es algo que le choca a la gente. La gente no es tonta y no quieren ver a Boric ir a juntarse con los de La Araucanía, que tienen la embarrada; por el contrario, la gente hoy se cansó de eso y lo que quiere es poder vivir tranquila, caminar sin miedo e irse a trabajar en paz”, concluyó.
Herencia incompleta
Cuando a las 11.20 horas de ayer entraba la diputada Patricia Rubio a la escuela El Pal Pal del sector de Santa Clara (Bulnes), la parlamentaria exudaba un optimismo que se alimentaba del saludo de la gente en la calle, de los transeúntes que le pedían sacarse alguna foto, o quienes se le acercaban para preguntarle o pedirlo algo.
Sin embargo, la candidata PPD quien -como es sabido- llegó al parlamento por el cupo que dejó Loreto Carvajal, en esta oportunidad no consiguió la herencia completa de sufragios de su antecesora.
La diputada y educadora de párvulos de profesión, consiguió solo 5.371 votos (3,21%), en contraste a los 12.734 (5,88%) obtenidos por Carvajal en la última elección de 2017.
Patricia Rubio se había estado empeñando en ayudar a la gente de Santa Clara en ciertos aspectos jurídicos para defenderlos de quienes los han estado engañando vendiéndole loteos brujos; razón por la que trabajaba en buscar que se aumentaran las sanciones y penas para particulares y servidores públicos que se vieran involucrado en estas irregularidades.
Y otra de sus metas era conseguir el Congreso Futuro, junto a Guido Guirardi, para la zona.
Sin embargo, ya sin la posibilidad de seguir como parlamentaria, dice que “no es necesario ser diputada para seguir adelante con este proyecto, ya que hemos avanzado bastante con la Universidad del Bío-Bío y es un tema que queremos seguir promoviendo, para que los vecinos conozcan qué es lo que se viene en tecnología y en materias de estudio”.
Conocido los cómputos finales del Servel, ni ella ni otros candidatos se manifestaron en sus redes sociales.
Más votos que nunca
El diputado Sabag tampoco hizo referencia a su derrota, ni a sus planes próximos o a largo plazo ni en su Facebook, ni en su cuenta de Twitter, las que normalmente daban cuenta del día a día del parlamentario.
Tampoco contestó a los llamados ni WhatsApp que nuestro medio le envió, por lo que para saber de su futuro habrá que esperar que haga sus declaraciones durante la semana.
Le jugó en contra la aplastante victoria de Loreto Carvajal, quien marcó 43.188 preferencias (24,69%); sin embargo, su nombre fue el segundo más votado de la lista, con 32.766 sufragios (18,73%) con lo que no solo se ponía por sobre el otro senador electo, el UDI Gustavo Sanhueza, quien llegó a los 30.320 votos (17,33%), sino que a su propia votación del 2017, cuando fue primera mayoría con el 13,39%.
“La vida sigue”
Ñuble terminaría deteniendo una carrera marcada por la polémica y a la vez fuertes liderazgos en la derecha por parte de Jacqueline Van Rysselberghe, quien por primera vez buscó representar a otra región que no fuera Bío Bío.
Quedó fuera del parlamento tras conseguir 21.771 votos (12,45%) y quedar bajo Gustavo Sanhueza.
“Agradezco a toda la gente que me dio su apoyo, nuestra campaña fue limpia, fue alegre, felicitar a los ganadores y, bueno, la vida sigue”, dijo tras admitir su derrota.
