La diputada por Ñuble y presidente del Partido Social Cristiano, Sara Concha Smith, informó que la colectividad ya está oficialmente “en contra” de la propuesta constitucional, considerando todo el proceso y el contenido de los 12 bordes, el anteproyecto y “la poca atribución que tienen los constituyentes para realizar cambios profundos en materias fundamentales”.
Entre los argumentos esgrimidos por la parlamentaria, señaló que “es totalmente perjudicial la eliminación del derecho preferente de los padres a decidir dónde educar a sus hijos, con lo cual se deja a padres e hijos en total indefensión legal, siendo reemplazado como borde inamovible el derecho de las familias, sumando la restricción estricta a únicamente elegir el sistema educativo, lo cual hoy mismo se ve entorpecido por el sistema llamado tómbola”.
También enfatizó que “no podemos obviar la evidente falta de protección a la vida del que está por nacer, así como el nulo reconocimiento del derecho a nacer. Además, que la libertad de conciencia y religión quedan muy restringidas y en desventaja”.
En materias como derechos, deberes e institucionalidad, rechazó que conceptos como “autonomía progresiva del niño”, “paz social”, y “discriminación indirecta”, queden establecidos en el texto constitucional, puesto que “llevan a una total arbitrariedad en su aplicación, son poco claros, ideológicos o incluso mal usados”, indicó.
La timonel del PSC destacó que el anteproyecto establece una Corte Constitucional, “a la que se le da importantes y poderosas atribuciones, mientras está constituida de una manera fácilmente corruptible, debido a que son cargos de larga duración e inamovibles, lo cual es siempre una fórmula que lleva a impunidad frente a acuerdos o decisiones que no van en pos del bien común”.
“En lo económico, carece totalmente de resguardos y promoción por parte del Estado del emprendimiento, así como un compromiso poco serio del con el desarrollo económico”, apuntó.
También criticó que “los consejeros constitucionales no podrán realizar los cambios a todos los textos que hacen de esta propuesta una constitución perjudicial y deficiente debido a lo limitante de sus atribuciones, las cuales quedaron amarradas en el Congreso cuando rechazaron más de 200 indicaciones a la reforma que dio vida a este proceso, el que se realizó a espaldas de la ciudadanía. Los chilenos, hoy siguen demandando soluciones a sus necesidades básicas, económicas y sociales, que no son materia constitucional, por ende, siguen quedando fuera de este proceso”.
Por ello, llamó a “votar en contra de la nueva constitución en el plebiscito de diciembre, y cabe destacar que nuestra decisión es representativa de lo que la mayoría ya ha pensado, lo que se ve reflejado en el resultado de la última encuesta de Cadem, con un 57% en contra, que irá subiendo a medida que la gente vaya estudiando más el tema”.
