La operadora chilena de centro comerciales VivoCorp ingresó al 11° Juzgado Civil de Santiago una propuesta a sus acreedores y proveedores, dando así cumplimiento a la primera etapa del proceso de reorganización judicial a la que se sometió el 30 de octubre de este año, con el fin de asegurar el pago íntegro de sus compromisos financieros y su continuidad operacional.
La firma tiene en construcción un centro comercial en Chillán, ubicado en Avenida Vicente Méndez con Colonia Bernardo O’Higgins, recinto que desde hace unos meses tiene suspendidos los trabajos de construcción, estando el recinto comercial en obra gruesa.
Según se informó, la propuesta de acuerdo debe ser votada por una junta de acreedores que se realizará el lunes 6 de diciembre próximo. Esta busca cumplir las expectativas, tanto de los acreedores de la firma y como los de su controladora, informó la compañía en un comunicado. La fórmula para pagar los créditos afectos a reorganización con cada una de las tres categorías de acreedores (financieros garantizados, financieros no garantizados y proveedores) implica una reestructuración y modalidad de pago íntegro, que incluye periodos de gracia e intereses.
La empresa informó que el acuerdo presentado por VivoCorp resultó de la ronda de conversaciones y negociaciones sostenidas con sus acreedores como con los acreedores de su sociedad matriz, Inversiones Terra S.A, que también se encuentra en reorganización concursal.
La propuesta de acuerdo considera la inyección de recursos por no menos de 800 mil UF, que podrán ser aportados por los acreedores de Terra o de VivoCorp, en una fórmula por determinar.
Con la presentación efectuada la compañía espera además asegurar la continuidad efectiva y total del giro de las actividades de la empresa, dando viabilidad a sus planes de desarrollo de proyectos, como por ejemplo, la terminación del mall Vivo Panorámico y de Chillán.
La junta deliberativa podrá ser prorrogada si así se acuerda por VivoCorp y sus acreedores.
Centro comercial
VivoCorp se encuentra en un plan de reestructuración financiera, que ha significado la venta de activos, como algunos centros comerciales, con el objetivo de evitar la quiebra, ante la presión de los bonistas o tenedores de bonos de deuda de la compañía, varios de los cuales no descartan como alternativa llegar a la justicia y demandar, siguiendo los pasos de otros acreedores del grupo Saieh.
El proyecto, cuyas obras comenzaron en marzo de 2020, debía estar concluido a fines de este año, un plazo que ya no se cumplió, pues las obras exhiben un 55% de avance y según reveló el alcalde de Chillán, Camilo Benavente en octubre, tras reunirse con ejecutivos de la firma, los trabajos se deberían haber retomado en noviembre.
Benavente declaró en su momento que, de acuerdo a lo expresado por los ejecutivos, la empresa está capitalizando recursos para retomar las faenas, y que, según los plazos autoimpuestos, esperan inaugurar el recinto en julio del próximo año.
El proyecto en Chillán tendrá 30 mil metros cuadrados de superficie, 15.500 metros cuadrados de superficie arrendable, más de 100 tiendas con marcas de prestigio, salas de cine, zonas de juego, un gimnasio, un conjunto de locales de comida y entretención, cerca de mil estacionamientos, junto con un strip center que contendrá tiendas de servicios y conveniencia.
La inversión total estimada supera los US$30 millones, con una generación de 300 puestos de trabajo durante la etapa de construcción, mientras que en su operación se espera que disponga más de 500 nuevos empleos.
