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Una vez más los desastres escriben nuevos capítulos en la historia de Ñuble

cristian cáceres| Referencial

Eran las tres de la tarde del día sábado y el quillonino Víctor Urrea, quien trabaja en Santiago, recibe un inesperado llamado de su esposa. “Se le escuchaba súper nerviosa y me dice que prenda la tele, que vea el Chilevisión. La prendí y vi que había una casa que se estaba quemando…era la de mi papá”.

Su padre, Héctor Urrea, tiene 103 años de edad y tras una larga vida dedicada a las viñas y a la agricultura se retiró a descansar a ese sector rural de Quillón. Un día, para sentirse algo más acompañado recogió una perrita, quien por años fue su compañera más leal y pese a que tuvo 15 perritos, don Héctor no tuvo corazón para deshacerse de ninguno. A todos los bautizó, a cada cachorro de cada camada, lo mismo que a sus cuatro gatitos a quienes les permitía incluso vivir dentro de la casa para dormir junto a sus ronroneos o reírse mientras los veía jugar y perseguirse entre ellos.

“Agarré la camioneta del trabajo y me fui a todo lo que pude para Quillón. Aunque me demoré como 3 horas y 40 minutos, jamás se me había hecho el viaje tan largo. Además, me llamaban a cada rato tanto familiares como amigos, como conocidos o vecinos de mi papá, así que al menos supe que se lo habían llevado a salvo a la casa de mi hermana, que vive en Chillán Viejo”,

relató Víctor, casi atropellándose en cada palabra, hablando tan rápido que era evidente que su relato iba a la velocidad de lo que la angustia lo hizo sentir.

Los animalitos murieron todos. Todos, los siete perros más grandes, los cachorros, los cuatro gatos y su querida perrita, también. “Los encontré a todos calcinados, menos a uno que, seguramente, en la desesperación se lanzó a un pozo que había en el patio y murió ahogado. Si usted hubiese visto cómo las llamas rodearon el sitio, se habría dado cuenta de que los pobres sencillamente, no tuvieron para dónde escapar”, reflexionó.

Respecto a su padre, Víctor dice que “él es una persona que está lúcida, y yo viajo todos los fines de semana a acompañarlo. Él sabe que sus animalitos murieron y lógicamente le duele mucho, pero llora a ratos no más, calladito, como si quisiera que nadie lo vea, porque sabe que hay gente que ha sufrido más que él incluso. Acá ya ha muerto gente”.

En la comuna de El Carmen saben de eso. La joven Bárbara San Martín, de 21 años, domiciliada en Santiago, quien se encontraba pasando sus vacaciones en el sector (donde vive parte de su familia) iba a bordo de un vehículo que cruzaba la ruta de Chamizal, la que estaba rodeada de fuego. El humo que se coló al auto los hizo detenerse y ella decidió bajar de la cabina, momento en que fue atropellada por otro vehículo causándole la muerte.

“Otra ocupante, su tía, se encuentra internada debido a las quemaduras que la afectaron en ese mismo contexto, entonces, claramente que esto para nosotros en El Carmen ha sido una verdadera tragedia. Todavía no tenemos un catastro completo, pero ya sabemos de cuatro casas destruidas”, comentó el concejal de esa comuna, Dagoberto Sandoval.

Pero brigadistas, bomberos, fuerzas de Orden y Seguridad; y todos los funcionarios públicos que se han desplegado por cada foco de incendio, saben que aún no es tiempo de lamentos, porque el trabajo pareciera lejos de haber terminado, y tal vez en cada una de las 3.268 hectáreas hasta ayer declaradas como siniestradas por Conaf Ñuble sea posible encontrar una historia difícil de contar.

“Puse un número de contacto para quienes nos puedan ayudar. Necesitamos de todos, especialmente mangueras y un motor. Pero hasta el momento llevamos 98 mil pesos”, dijo Víctor Urrea.

Ñuble sabe de tragedias

“Actualmente, tenemos un número de albergados cercano a las 636 personas en la Región de Ñuble. Actualmente, tenemos 15 albergues disponibles en la región de Ñuble y alrededor de 145 viviendas que han sido alcanzadas por el fuego”, detalló a primera hora de ayer, el delegado presidencial de Ñuble, Gabriel Pradenas, quien comenzó sus declaraciones lamentando la muerte de la joven, en El Carmen. “El Presidente de la República, Gabriel

Boric, se pondrá en contacto con su familia”, aseguró.

En términos fríos, ése es el resumen de lo que ha sido esta semana que, sin dudas, pasará a la historia larga de desastres que de tanto en tanto se suele ensañar con Ñuble. Y el hito se sostendrá, por ejemplo, en que es primera vez en nuestra historia como Región y como Provincia que un incendio forestal de proporciones alcanza la zona urbana de Chillán.

Fue este hecho, ocurrido en la noche del miércoles el que motivó un segundo subtítulo para la historia; fue la primera vez que las alarmas de la Senapred (ex Onemi) ordenaban una evacuación masiva en Chillán, correspondiendo a cerca de 200 familias en la villa Jerusalén, al suroriente de la ciudad.

Al día siguiente, las alarmas ordenaron la evacuación del populoso sector de las villas Doña Francisca 1,2 y 3. Y a diferencia del “milagro” de la villa Jerusalén, esta vez el fuego sí alcanzó algunas viviendas y cinco familias se quedaron sin casas.

Ambos incendios tuvieron su origen en un foco registrado en el sector de Quilmo, ubicado en el límite de Chillán y Chillán Viejo, que alcanzó a cerca de diez viviendas, bodegas y talleres ubicados en suelo rural. Y así comenzaron a ocuparse los primeros albergues dispuestos en la región; el colegio Ramón Vinay y la sede del club de fútbol amateur Cóndor.

Ya para hoy, los albergues oficiales son 17 en Ránquil, Ninhue, Chillán Viejo, Yungay, Quillón, Chillán, Quinchanalí, El Carmen, Quirihue, Coelemu y Pemuco.

Conforme a las redes sociales de Conaf, hasta ayer en la tarde el total de hectáreas siniestradas era de 22.164, siendo las de mayores extensiones las de los sectores Gomero en el límite de Quirihue y Trehuaco (6.500 hás) juntoa a la de Santa Gertrudis, de Quillón, (5.597 hás).

Al menos, ya cerca de las 20 horas de ayer, los focos de incendio iban en una clara baja. A modo de ejemplo, Luis Cisterna, delegado provincial del Itata, explicó que “hemos logrado reducirlos a tres focos. Todos los otros siguen activos pero sin fuegos visibles y están consumiendo sólo el material que queda, por lo que esperamos que para mañana podemos decir que ya no existen focos con riesgo”.

Respecto a las rutas, el seremi de Obras Públicas, informó anoche que la única que no se encontraba habilitada era la N-40 (Quirihue- Cobquecura) a la altura del kilómetro 12 por incendio de pastizales.

En tanto, se había logrado construir un vado, por parte de Vialidad, para superar la pérdida del puente Llohué, en el sector El Rincón, de Ninhue (Ruta N-888).

Boric y los ministros

El Presidente de la República, Gabriel Boric y los ministros de Agricultura, Esteban Valenzuela; y el de Vivienda, Carlos Montes y el de Energía, Diego Pardow viajaron hasta la región para supervisar en terreno la coordinación de los organismos de emergencia desplegados en Ñuble.

“La primera señal es que la región no está sola, el Estado completo está. El Presidente ha decidido usar una de sus facultades para darle la garantía a la región, de que todas las decisiones y recursos que se requieren van a estar disponibles de manera oportuna. Estamos abocados en proteger a las personas y las viviendas”, afirmó el subsecretario Manuel Monsalve.

Junto con la llegada de los personeros, y el decreto de Alerta Roja regional, se dispuso de mayor logísitica para el combate de las llamas, llegando a contar con 27 aviones más 10 de privados, 11 brigadas de Conaf y 25 brigadas del sector privado, más los voluntarios de Bomberos de todas las compañías de la región.

En Itata, el delegado provincial, comentó que “hoy nos visitaron los ministros de Agricultura y el de Energía, acompañándonos y levantando la información para poder comenzar, después, con la reconstrucción y apoyar a las familias tanto en material agrícola o en apoyo hacia los ganaderos y vitivinícolas de la zona”.

En cuanto a las fuerzas locales, el delegado presidencial, Gabriel Pradenas confirmó que durante esta semana se seguirá trabajando en forma conjunta con los municipios, con la Seremi de Desarrollo Social y con los parlamentarios de la zona, “con el objeto de aunar todos los esfuerzos logísticos, comunicacionales, territoriales para poder generar soluciones y así poder hacernos cargo de las consecuencias de estos incendios”, dijo.

Estado de Emergencia

Como ya se informó el pasado viernes, Ñuble se encuentra bajo Estado de Emergencia, al igual que las zonas del Biobío y La Araucanía, también afectadas por estos incendios. De hecho, entra las tres regiones se lamentan ya 25 personas fallecidas, bomberos y brigadistas incluidos.

Se nombró como jefe de defensa al general de Brigada, Jorge Salinas, quien especificó que las estrategias a adoptar estarán ligadas de manera estricta a las capacidades logísticas y técnicas que se dispongan para la Región.

Dentro de las medidas excepcionales adoptadas en primera instancia destacan la prohibición de realizar trabajos agrícolas con maquinaria, para evitar que algunas chispas generen un incendio. De hecho, hasta el momento el único imputado por estos incendios es un ciudadano alemán, de 63 años, quien estaba realizando trabajos con un esmeril para cortar fierros y –precisamente- una chispa que saltó al pasto seco generó una inflamación que no pudo controlar, afectando cuatro hectáreas.

Tras ser formalizado, se le decretaron cautelares de arraigo nacional y firma quincenal en Carabineros.

Otras de las medidas fue la suspensión total de espectáculos masivos y la suspensión de todas las festividades públicas que los diversos municipios de la región habían programado como parte de su oferta veraniega.

Se prohibió el tránsito, provisionalmente, de algunas rutas que estaban siendo invadidas por humo o por fuego.

Los alcaldes se han estado dedicando a visitar en terreno los lugares más dañados, a las familias afectadas y visitando a los damnificados en los albergues.

En la capital regional, el alcalde Camilo Benavente acompañado de algunos directores municipales y del entrenador de Ñublense visitó, precisamente, la escuela Ramón Vinay y el Liceo Marta Brunet.

Vi las condiciones en que estaba Bomberos y me parece que no son las óptimas; las condiciones en que trabajan tienen que mejorar muchísimo; somos un país que se caracteriza por la solidaridad y cuando ocurren desgracias como ésta sobran las manos para ayudar”, destacó el DT.

El alcalde Benavente destacó la solidaridad y la pronta respuesta a la ayuda de los chillanejos.

“Hemos recibido una cantidad de alimentos muy importante los que han llegado de manera solidaria y por eso agradecemos a todos los chillanejos que han puesto infraestructura a disposición y también ayuda en alimentos. Esto nos va permitir apoyar con la alimentación a Bomberos en el Liceo Marta Brunet por a lo menos diez días”, dijo, con respeto a los alimentos que superaron los 1.511 kilos, sólo considerando lo reunido en los puntos de acopio hasta la tarde del viernes.

A lo anterior se suman 2.547 litros de agua mineral y jugos, 500 cajas de cereal, variedad de artículos como platos desechables, pan huevos, bloqueador, toallas húmedas, más de 200 rollos de confort, pasta de dientes, galletas, mascarillas, shampoo, desodorante, jabón, artículos que se reciben en los puntos de acopio como las Delegaciones Oriente y Quinchamalí, el Mall Vivo Outlet y Dirección de Desarrollo Comunitario.

En el municipio insisten en que una de las solicitudes de la campaña es la donación de cubiertos plásticos para ayudar al consumo de los almuerzos.

“Esperamos que las condiciones climáticas mejoren, además tenemos desplegado todo el equipo de emergencia que junto a Bomberos y Conaf han hecho una gran labor, sino fuera por ellos en Chillán tendríamos una catástrofe”, valoró el alcalde Benavente quien destacó la presencia de los cerca de cien Bomberos que arribaron a la ciudad para combatir el fuego y que son albergados en el Liceo Marta Brunet.

El concejal Juan Pablo López, puso de manifiesto que “hacemos un llamado a seguir colaborando pues la emergencia está lejos de ser superada; tenemos elevadas temperaturas que se repetirán durante las próximas jornadas”.

La concejala Yanina Contreras, puso de relieve “el gran aporte de las mujeres en superar esta emergencia. De hecho, la mayor parte de las personas que trabajan como voluntarios en el centro de acopio son mujeres imbuidas de un gran espíritu de ayuda social”.

Durante la jornada de ayer llegaron no solamente familias, jóvenes y adultos a ser parte de la solución de los problemas, sino que también empresas e instituciones locales y nacionales instaladas en la zona para realizar aportes concretos en varios ítems necesarios para enfrentar la contingencia.

Los centros de acopio son coordinados por Dideco, cuya directora, Zoraya Martínez, agregó que “desde el primer día hemos entregado ayuda paliativa a lo cual se suman los alimentos, se agradece la solidaridad de nuestras familias de Chillán.

Sobre los números que se comienzan a consolidar producto de la tragedia en Chillán, de acuerdo al catastro elaborado por funcionarios de Dideco, existen 20 inmuebles afectados a consecuencia del fuego, arrojando 62 damnificados.

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