Dedicado a la academia, en la PUC; a su estudio de abogados, que ve temas vinculados a la protección de datos; a asesorar al Consejo Europeo de Protección de Datos para toda Latinoamérica; y al Centro de Estudios para la Seguridad y el Crimen Organizado de la USS, se encuentra el exsenador y exconvencional por Ñuble, Felipe Harboe.
Si bien está alejado de la contingencia política desde adentro, desde afuera mantiene una mirada crítica del actual acontecer. Es más, analiza en profundidad los posibles escenarios electorales, y qué le espera al gobierno, en medio de la actual crisis por el caso “Convenios”.
-¿Debiera el gobierno dar un giro hacia el centro, tratar de retomar relaciones con sectores de los cuales se ha alejado?
– Creo que el problema, mirando ya con cierta perspectiva, es que el daño que la Convención Constitucional le hizo a este gobierno y particularmente a la coalición fue muy grande, porque la reacción ciudadana frente a la propuesta fue de un máximo rechazo, y después, darle la mayoría abrumadora a los republicanos en la última elección generó una radicalización contra el gobierno, y eso no es bueno, porque nosotros necesitamos un gobierno que salga adelante. ¿Como sale adelante? Creo que el gobierno debe entender, sus funcionarios deben entender, que están ejerciendo función de autoridad y que no se deben solo a sus partidos políticos o a sus convicciones personales, sino que más bien deben entender que tienen un rol de Estado. Eso implica madurez política. Lo segundo, el Presidente tiene que asumir que no cuenta con mayoría parlamentaria suficiente para poder llevar adelante lo que prometió en su campaña, y por tanto, la denostada frase del presidente Aylwin, de “justicia en la media de lo posible”, probablemente va a tener que ir aplicándola en el sentido de ver lo que es posible, lo que es viable de aprobar, y no lo que él quiere imponer. En la práctica, esto lo vemos en el tema de la reforma tributaria. Por más que quiera él una reforma tributaria, ya se le dijo que no va a haber, es decir, que no hay ciertas condiciones. Y el país necesita una reforma tributaria, pero hay que hacerla de manera realista. Hay que sacar también la reforma a la salud, porque hoy día hay una crisis de salud muy grande, y la reforma de pensiones, porque los pensionados van falleciendo, mientras los políticos discuten durante 10, 15 ó 20 años una reforma. Todo esto supone, creo yo, una condición básica, que es tener capacidad política de incorporar al gobierno a aquellas personas que con experiencia y con prudencia pueden ayudar a resolver los problemas y buscar los acuerdos necesarios.
Proceso Constitucional y Presidenciales
– ¿Cómo ve el futuro del plebiscito en diciembre?
– Creo que todavía el resultado es incierto, por varias razones. Aquellos que siendo del mundo de centro izquierda estuvimos con el Rechazo porque no creímos en un proyecto identitario, refundacional, divisionista, no vamos a poder aprobar un proyecto que restringe libertades y sea más conservador. Es muy importante que los republicanos, que hoy día tienen una mayoría; y Chile vamos, que puede darle la mayoría absoluta, entiendan la responsabilidad que tienen, porque eso puede ser determinante para el éxito o el fracaso del proceso.
-¿Qué lectura hace de lo que pretenden los republicanos? Porque un eventual rechazo en diciembre podría alterar sus pretensiones Presidenciales…
– Hay quienes pretenden radicalizar la política. Las posiciones para mantener vigente su identidad electoral, que creen ellos, que fue la razón por la cual triunfaron en la última elección. Ahora bien, yo ahí pongo un asterisco. Cuidado, porque mucha gente que votó Bachelet o que votó Apruebo en el primer proceso, hoy día votó republicano porque no había una alternativa real de centro izquierda, que quedó demostrado cuando los partidos tradicionales de la ex Concertación, la DC, el PPD, el PR, no sacaron ni un solo representante. Y adicionalmente, la buena campaña de los republicanos, que hicieron un match entre ser republicano y la seguridad. Hay que ser cuidadosos con eso. Pero hay otros que entienden que más allá que afirmar su identidad electoral, tienen una responsabilidad y podría ser una oportunidad para mostrar gobernabilidad, para mostrar aquello que la izquierda, cuando tuvo el poder en la Convención anterior, no supo hacer. La magnanimidad, como hablaba Churchill. En consecuencia, mi percepción es que ojalá triunfe la segunda posición y no la primera. Pero no nos olvidemos, aquí la visagra no la tiene el Partido Republicano, la tiene Chile Vamos. Entonces la responsabilidad de los consejeros(as) de Chile Vamos, es clave. Si le dan las mayorías para instalar la idea de imponer un texto más bien conservador, probablemente puedan estar hipotecando, incluso, la posibilidad de ser gobierno en la próxima elección presidencial.
– A su juicio, ¿Quién actualmente lidera el centro político? ¿O no hay liderazgo en el centro político?
– Creo que el centro político se ha desdibujado por falta de alternativas. Cuando los representantes tradicionales del mundo de centro izquierda renegaron de su historia reciente, de la Concertación, para parecerse al Frente Amplio y ser más ‘cool’, destruyeron probablemente un espacio político que era muy valorado y que la gente hoy día vuelve a valorar. Hoy día no hay liderazgos nítidos, claros. Desde el punto de vista global, uno podría mirar a gente como Ximena Rincón, Matías Walker, por un lado. Por otro, está Andrés Velasco. Tú empiezas a mirar gente por ahí. Y hay mucha gente más joven. Está la misma Javiera Parada, está también Cristóbal Bellolio. El país merece mucho más que estar pasando de un sector de la izquierda a un sector de la derecha, donde al final del día, la gestión es bastante deficiente, si finalmente Chile en los últimos diez años ha decaído en gobernanza, ha caído en calidad de gestión, ha decaído en calidad de debate político, y eso es un problema que no se resuelve sólo con un liderazgo, se resuelve más bien mostrando alternativas distintas.
– ¿Cree que el centro político tiene una opción real de presentar una candidatura competitiva para las Presidenciales de 2025?
– Todavía está muy líquido el ambiente, pero mi percepción es que va a depender mucho de cuál sea el juego que haga Chile Vamos en el Consejo Constitucional, y las decisiones que tomen en sus respectivas elecciones internas los partidos. Lo digo porque Chile Vamos tiene una oportunidad que no había tenido antes. Tiene una opción a la derecha de ellos, y por tanto ya no son la derecha. Podrían vestirse de verdad como centro derecha, en la medida que no intenten parecerse al Partido Republicano. Un poco lo que le pasó al PPD con el Frente Amplio, que intentó ‘frentampliarse’ y desapareció. Hoy ya no tiene ninguna influencia política. Porque la gente no vota por la copia, la gente vota por el original. Si Chile Vamos logra instalarse como una coalición de centro derecha que recoge ideas libertarias y propias de lo que fue la ex Concertación, se podría armar ahí una gran alianza política, y ahí podría tener viabilidad. Pero si la derecha se ‘derechiza’, va más a lo conservador, mi percepción es que puede no haber opción ahí
