El año 2014, el recordado nadador del Colegio Darío Salas, Benjamín “Tiburón” Quintanilla, se colgó cinco medallas en los Juegos Binacionales de La Araucanía 2023, marcando un hito en la natación ñublensina.
Sin embargo, ese logro dio paso a una sequía de preseas que parecía eterna.
Después de nueve años, la natación chillaneja volvió a festejar una medalla de oro.
Esta vez fue Matías Flores, quien se colgó la presea dorada en los 50 metros libres, plasmando un gran desempeño en la piscina de la sede Choele Choel.
“Fui medallista de los 50 metros. Una de las grandes razones de mi triunfo fue el enfoque en la prueba, del 50 metros libres junto a las de mariposa y velocidad donde me he enfocado. En velocidad y pruebas cortas en las que me he preparado, tratando de cometer pocos errores. Por eso la saqué adelante. Y pude lograr el oro en Choele Choel”, relató Flores desde Argentina, para La Discusión.
Su mentor
La historia es cíclica. El 2014, Benjamín Quintanilla arrasaba en el podio entrenado por Omar Flores, pero ahora es el hijo del entrenador, al que lo metió de pequeño a la piscina, el que le devolvió la gloria a Ñuble.
“Estoy agradecido de mi papá, que fue mi entrenador de siempre, desde que comencé en la natación para mejorar mis marcas. Ha sido incondicional para desarrollarme como deportista y para lograr esta medalla. El apoyo de mi familia ha sido incondicional y creo que por esas cosas estoy acá”, reconoce el espigado nadador, que tras colgarse el oro en los Juegos Binacionales de la Araucanía, se traza nuevas metas.
“Ahora tengo otra meta ya que es mi ultimo año en los Juegos de la Araucanía. Quiero seguir entrenando, para hacer la marca en un Nacional y clasificar a un Sudamericano. Seguir entrenando con las facilidades y apoyo que he tenido de mi colegio, el municipio de Castro y al Polideportivo, que me ha facilitado las instalaciones para entrenar”, detalla el nadador que debió sortear una serie de obstáculos para triunfar en su disciplina.
Sacrificio y disciplina
“No ha sido fácil, se me ha fecho bastante dificil este camino porque yo no soy de Castro, soy de Ñuble, nací y me críe en Chillán, durante mi carrera como deportista he estado en varias regiones, donde ha trabajado mi papá, para tener las condiciones y poder entrenar y desarrollarme en un ambiente apto para este deporte y lograr estos objetivos, ha sido un camino largo, lleno de baches, pero ahora puedo desarrollarme con tranquilidad en la piscina de Castro”, sentencia Matías, consciente de su esfuerzo y logro.
“Valió la pena”, sentencia, mientras su padre, saca pecho y mira hacia atrás.
“Fueron años entrenando y con harto sacrificio, porque hay que invertir en indumentaria, mis dos hijos hacen natación, Sofía también y es un orgullo. Desde el 2014 que Ñuble no ganaba medallas en la natación y ahora mi hijo le dio el oro a la Región de Ñuble, así que feliz”, puntualiza Omar Flores, el padre mentor del nuevo campeón de la natación de Ñuble.
