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Transformar “peladeros” en skatepark y plazas es parte de Calles Sin Violencia

Carabineros de la Prefectura Ñuble y el personal de Seguridad de la Municipalidad de Chillán definieron los primeros siete lugares que dentro del corto plazo deberán ser intervenidos en cuanto a equipamiento, infraestructura y mobiliario público, conforme a lo que estipula el cuarto eje del Plan Calles Sin Violencia, anunciado para 46 comunas del país, entre ellas la capital regional de Ñuble, en abril de este 2023.

Estos son la Plaza Reloncaví (Calle Reloncaví con Los Cóndores), la plazoleta O’Brien (O’Brien con Covadonga), el tramo de Avenida La Castilla, entre 4 y 5 Oriente, la esquina de Alonso de Ercilla con Los Castaños, las áreas verdes del sector Brisas de Ñuble (Los Volcanes), la Plaza de la Desolación (población Vicente Pérez Rosales) y, como un caso con características diferentes a los puntos anteriores, la vereda peatonal del terminal de buses María Teresa, en avenida O’Higgins.

El llamado “cuarto eje” es el más importante para prevención y mantención del Plan para el Gobierno Central y para el comunal, porque incluye la participación y la intervención comunitaria, con quienes deben conversar para acordar la recuperación de espacios públicos, que considera: el fortalecimiento de la presencia del Estado a través de la recuperación de lugares con acercamiento de los servicios sociales y trámites públicos, activaciones culturales y deportivas, más trabajo comunitario.

Es por esto que estas siete propuestas incluyen la instalación y creación de cámaras de televigilancia, mejora de iluminación peatonal, paseos para adultos mayores, mejoramiento de veredas, trabajos de jardinería, accesos universales, barreras para evitar que los autos se estacionen en las veredas, juegos infantiles, mobiliario urbano de hormigón pulido, máquinas de ejercicios, arborización, retiro de veredas y skateprk más pistas para patinaje y circuitos para bicicletas.

“Este proyecto fue presentado y analizado por el Concejo Municipal y la verdad es que nos pone muy contentos saber que en el corto plazo, podremos ver cambios radicales en algunos de los puntos que han sido destacados como lugares donde tenemos incivilidades, focos de tráfico de droga, focos de delincuencia o microbasurales”, comentó el alcalde, Camilo Benavente.

Casi a modo de emblema resume:  “pronto veremos que se estarán cambiando peladeros y espacios casi en estado de abandono, por skatepark, lugares para hacer deporte, pasear con la familia o para mejorar la convivencia de la comunidad. En síntesis, y como lo hemos ya estado anunciando, lo que aquí se está haciendo es recuperar espacios tomados por la delincuenciapara entregárselos a los vecinos”.

Para complementar la iniciativa, Carabineros ya cuenta con un plan conjunto con la Inspección Municipal, en orden a mantener patrullajes y fiscalizaciones constantes en estos lugares, a modo de darle una continuidad a esa “salud social” con la que dotarán a estos barrios.

Esto es parte del llamado segundo eje del Plan Calles Sin Violencia, que considera patrullajes policiales reforzados, estableciendo que la idea es prevenir la ocurrencia de homicidios y delitos violentos. Para ello, Carabineros identificó no solamente cuáles son estos sectores de mayor riesgo, sino también los horarios con mayor probabilidad de ocurrencia de homicidios, disparos, amenazas de muerte y drogas, por lo que se dispondrá de patrullajes priorizados.

¿Por qué estos barrios?

Alejandra Martínez, directora de Seguridad e Inspección Municipal de Chillán, explicó que una vez que el Gobierno anunció que Chillán sería parte del plan Calles Sin Violencia y dio a conocer los detalles y presupuestos del programa, “comenzamos de inmediato con la tarea de hacer los levantamientos de información respectivos para, con la mayor claridad posible, realizar un plan específico para cada uno de estos sectores. Si se conversó con los vecinos es porque no se trata de un proyecto estándar que se repetirá en todas estos lugares, sino que cada uno se ajustará a las necesidades específicas de cada sector”.

La directora, en consecuencia, detalló cuáles eran los factores de riesgo y las soluciones para cada sector.

En el caso de la Plaza Reloncaví, se suelen denunciar consumo de alcohol y drogas, la ocupación de las veredas como estacionamientos durante los fines de semana frente a la cancha del club deportivo Buenos Amigos; la apropiación de los espacios públicos de las viviendas como estacionamientos, acopio de basura en el sector colindante al Cesfam Los Volcanes, además de riñas y amenazas a los funcionarios de ese centro de salud.

La propuesta, entonces, consiste en mejorar la iluminación peatonal, instalar tocones para evitar que se suban los automóviles, la regularización de los espacios públicos, la creación de un skatepark, pista de patinaje y de bicicletas.

También se instalará un cierre perimetral en la cancha del club, además de la instalación de áreas verdes, arborización, y jardineras comunitarias.

En el caso de la plazoleta de O’Brien y Covadonga, las denuncias apuntaban a los problemas relacionados con la presencia de una botillería lo que implica consumo diario en su interior y la constante presencia de camiones para la carga y descarga de jabas de botellas.

Otras quejas apuntan a constantes riñas (producto de lo anterior), venta de alcohol en horario nocturno, deficiente iluminación peatonal, microtráfico de drogas asociados a la presencia de un salón de pool en las cercanías, basura generada por una verdulería aledaña, presencia de okupas en casas contiguas a la botillería, veredas en mal estado y la presencia de una casa particular en calle Covadonga utilizada para el consumo de drogas.

La intervención del Plan Calle Sin Violencia supone para este sector la instalación de cámaras de televigilancia, mejoramiento de iluminación peatonal, creación de pérgolas y jardineras comunitarias, asientos para adultos mayores, accesos universales en las esquinas, reparación de veredas y la creación de circuitos para paseos familiares.

En cuanto al sector La Castilla, los problemas son mala iluminación, constantes cortes de energía producto de “cadenazos”, basura y obstrucción del tráfico vehicular debido a la presencia de camiones con verduras y leña para la venta informal.

Consumo de alcohol y drogas, asaltos y lanzazos en el paradero frente a la UBB, riñas, microbasurales, ruidos molestos se suman a la falta de áreas verdes y veredas en mal estado.

Como solución, se propone la mejora de iluminación peatonal, instalación de juegos infantiles, programa de retiro de basura, poda de árboles, instalación de jardineras y huertos comunitarios, áreas verdes, arbolado, accesos universales en las esquinas y barreras peatonales para evitar el paso de vehículos sobre las veredas.

Respecto a Alonso de Ercilla con Los Castaños, el diagnóstico apunta a balaceras nocturnas, microtráfico en varios pasajes del sector, veredas en mal estado, escasa iluminación, microbasurales, comercio ambulante ilegal frente al Persa San Rafael, cortes de luz por cadenazos, alta tasa de robos por sorpresa e inexistencia de ciclovías.

La intervención para este lugar incluirá iluminación peatonal, mejora a instalación de veredas, creación de circuitos para paseos familiares y tachos para evitar la presencia de vehículos en la vereda.

Respecto a la Plaza de la Desolación, en la población Vicente Pérez Rosales, los problemas son menos que en los demás puntos destacados, sin embargo, es un espacio mal aprovechado, con escasa iluminación peatonal y que presenta riesgos de consumo de drogas o de presencia de microbasurales.

Para darle vida a este espacio, se realizarán trabajos de limpieza, transplante de árboles, mejoramiento de pavimentos, mobiliario urbano, accesibilidad universal, reposición del césped, máquinas de ejercicio, juegos infantiles, escaños de hormigón e iluminación led en cinco puntos.

En el sector de Brisas de Ñuble, que representa sobre 830 metros cuadrados de área verde en mal estado, usada como microbasural, se pretende reponer el césped, instalar luminaria led, juegos infantiles, mobiliario urbano, crear acceso universal con carpeta de caucho y la remodelación completa del pavimento.

Finalmente, en cuanto al tramo peatonal del exterior del terminal de buses María Teresa, se acusa escasa iluminación, negocios ilegales, presencia de taxis piratas y de vehículos de traslado por APP, robo de vehículos, asalto a pasajeros, presencia constante de personas en estado de ebriedad y comercio ambulante ilegal.

Los arreglos involucran iluminación peatonal, ensanchamiento de veredas, poda y corte de maleza en el sector de la pared divisoria con el servicentro Copec, utilizada como baño, además de mayor frecuencia de patrullaje en el sector.

De todas maneras, para el concejal Rodrigo Ramírez, presidente de la Comisión Seguridad, lo anterior es fundamental, “pero no suficiente”.

Advierte que “hay que dejar muy claro que estos arreglos no eliminan ni corretean a los delincuentes. Acá debe haber un trabajo de fondo que consiste en que la Municipalidad y las autoridades regionales deben crear programas recreativos para estas comunidades, se deben coordinar actividades con los vecinos para que ellos se tomen nuevamente estos espacios, con sus hijos y sus adultos mayores, así dejar claros que estos espacios son para ellos”.

Las otras cifras del plan

Los otros dos ejes del Plan Calle Sin Violencia apuntan a la presencia de un fiscal preferente 24-7 para mejorar la persecución penal y contar con mejores herramientas ante tribunales: y las campañas policiales para recuperar armas de fuego de las calles y la captura de aquellos delincuentes prófugos de la justicia que tienen un perfil de mayor peligrosidad.

Sobre estos puntos, el delegado presidencial, Gabriel Pradenas, comentó que los efectos del plan, pese al corto tiempo de vigencia, ya ha mostrado resultados promisorios.

“En este diseño del plan, la Policía de Investigaciones definió a los 22 sujetos de interés, por su mayor peligrosidad y ya se ha logrado detener a la mitad en Ñuble”, comentó.

Respecto a la tasa de homicidios, que universalmente se usa como medida de delincuencia en los países, “nosotros estamos observando una baja. En 2021 hubo 22, el año pasado fueron 18 y este año, contamos siete, incluyendo al de un ciudadano venezolano que, al parecer, el principio de ejecución fue en Concepción”, puntualizó.

Respecto al trabajo fiscal, el delegado comentó que actualmente hay sobre 700 personas privadas de libertad en las cárceles de la región (620 en Chillán), “lo que representa un aumento del 12% de la población penal que había el año pasado y en esto hay un gran aporta de Gendarmería y la información que ellos nos proporcionan”.

Finalmente, respecto a la incautación de drogas, destaca que “las incautaciones de la PDI y Carabineros aumentaron un mil por ciento”.

Felipe Ahumada

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