Este domingo los ñublensinos se preparan para rendir homenaje a Bernardo O’Higgins, hijo de la tierra chillanvejana, quien cada 20 de agosto es reconocido por ser el libertador de la patria y un constructor de la república.
En el aniversario 245º de su natalicio, se espera conservar el sello ciudadano de antaño, reduciendo barreras que impedía en algunos años la cercanía entre el Presidente y los vecinos, restándole valor cívico a los festejos. Como ha adelantado la organización, se contempla, que, a pesar de la lluvia, Gabriel Boric se acerque a saludar a los vecinos que lleguen al frontis de la explanada.
El entusiasmo por las conmemoraciones de carácter patriótico está en el alma de la comunidad, tal como se reflejaba en décadas pasadas.
Hace 100 años, la celebración del 20 de agosto era muy diferente a la actual. Las escuelas primarias de Chillán y Chillán Viejo fueron las que asumieron un rol protagónico en la preparación de los actos públicos para realzar la figura prócer. A partir de los primeros días de agosto comenzaban a planificar las tareas y los ensayos.
En 1923, de acuerdo a las noticias publicadas en ese entonces por La Discusión, las autoridades locales se mantuvieron al margen de la organización del evento. Ni siquiera pronunciaron discursos para honrar la memoria del O’Higgins. La presencia del Presidente de la República, Arturo Alessandri, no estaba contemplada en la programación, ni tampoco había desfile militar.
Chillán concentró principalmente las actividades y acaparó la atención. “Las escuelas primarias de esta ciudad celebrarán con interesante acto cívico, el aniversario del Natalicio de Bernardo O higgins, fundador de la República e hijo ilustre de Chillán. Esta encomiable actitud de Visitador de Escuelas y del Magisterio Local, en presencia de esta ingrata efeméride, viene a remediar en parte el olvido de nuestras autoridades, que no han organizado siquiera un modesto acto popular, para honrar la memoria del prócer”, publicó en tono crítico la edición del domingo 19 de agosto de 1923 de diario La Discusión.
Los establecimientos educacionales fueron clave en la fiesta republicana, participando con entusiasmo de las actividades. Ese 20 de agosto, las clases fueron suspendidas en la ciudad para que la comunidad educativa se enfocará 100% en la programación, que contempló un acto cívico en las plazas de Chillán y Chillán Viejo, actividades culturales en el Teatro Municipal, una exposición en el Liceo Fiscal de Niñas y otra en el Regimiento de Chillán.
Ese día desde muy temprano delegaciones de estudiantes llegaron hasta el monumento del héroe en la plaza de armas de Chillán para depositar coronas de flores. La primera en cumplir con este gesto fue la Escuela Superior n 13 representada por una comisión de alumnas y profesoras. Una de niñas, al depositar la ofrenda, recitó una poesía alusiva al acto y luego toda la delegación entonó el himno patriótico. Posteriormente se fueron sumando el resto de las comunidades educativas, que fueron entregaron sus coronas con las inscripciones de cada escuela.
“El paseo adquirió durante todo el día una animación extraordinaria por la concurrencia de la gente”, publicó el diario La Discusión.
La actividad en la plaza estuvo animada por la banda del Regimiento, que ejecutó varios himnos. Desde muy temprano, el capellán del recinto militar encabezó una misa en memoria de O’Higgins, donde asistieron soldados y personalidades de la comuna.
Durante la tarde del 20 de agosto de 1923 el Teatro Municipal de Chillán fue epicentro de expresiones culturales.
La sala estaba repleta de asistentes que llegaron a participar de la fiesta. Ese día los asientos de la platea estaban reservados para las escuelas de niñas y los de galería para los niños.
En la actividad, 300 alumnos interpretaron la canción nacional. Hubo una alocución patriótica del profesor Leonardo Anabalón, numerosas recitaciones y la exhibición de las películas “La Marcha de Valor” y “El fatídico final”, cintas cómicas de Chaplin que pusieron punto final a la programación del teatro.
“En suma, el acto escolar preparado con tiempo, resultó del agrado general, pues todos los números fueron interpretados con corrección y esmero”, informó el diario.
Paralelamente hubo instituciones que realizaron actividades especiales como el Liceo de Niñas, donde la profesora de Historia, Julia Aravena, dictó una conferencia en conmemoración al natalicio y alumnos recitaron poemas. En la tarde, algunos cursos fueron a depositar flores al monumento del prócer en Chillán Viejo. En esa comuna, los planteles educacionales también rindieron homenaje al hijo del pueblo, cuyo monumento fue arreglado con flores y guirnaldas preparadas por el personal de las escuelas.
Al igual que en Chillán, cantaron la canción nacional, hubo números especiales y un discurso pronunciado por el Presidente de la Junta Comunal de Educación, Raúl Bustos, quien analizó la personalidad del héroe proyectando su figura como un ejemplo para la juventud.
Al término del programa de Chillán Viejo, se jugó un partido de fútbol entre las escuelas n 2 y 10 de la comuna.
“Aunque hubo ausencia de actos populares organizados por las autoridades locales, se advirtió cierta animación extraordinaria y los edificios públicos engalanaron sus frontis con la enseña de la patria, como en los días de fiesta nacionales”, indicó La Discusión.
Hace 50 años
El arribo del Presidente Salvador Allende a Chillán Viejo marcó el lunes 20 de agosto de 1973. Eran días agitados para el gobierno, incluso el domingo anterior se puso en duda su arribo a la zona. El paro de diversos gremios, entre ellos, transporte, comercio y médico, alegaban problemas de abastecimiento de máquinas, repuestos y productos esenciales, ejerciendo presión sobre el mandatario. El día antes de su visita, Ñuble y parte de Linares, había sido afectada por un corte de energía que duró 13 horas, a raíz de un “atentado terrorista” en la línea de alta tensión de Endesa. Según informaba La Discusión de esa época, “nunca antes en la historia de Chile, una vasta zona del país quedaba en completa oscuridad”
Esta paralización gremial, que fue histórica por su adhesión y fuerza, fue la antesala a la intervención de las fuerzas militares y el final del mandato de Allende.
Pese a los problemas, el Presidente llegó a los actos oficiales en honor a O’ Higgins junto a la Primera Dama Hortensia Bussi, quien días antes inauguró el Primer Encuentro de la Mujer Campesina del Biobío, en Chillán.
El programa destinado para conmemorar a O’ Higgins comenzó a las 8 de la mañana con el abanderamiento general de la ciudad por orden de un decreto alcaldicio. Posteriormente se realizó el izamiento del pabellón nacional en el mástil de la plaza de armas, a cargo del Regimiento.
Era la segunda visita del mandatario a la ciudad desde su llegada al poder. Esa mañana del 20 de agosto su helicóptero aterrizó en el patio interior del Regimiento. Desde su trayecto por Avenida Argentina, Constitución y Av. O’ Higgins, recibió cordiales y vivas expresiones de saludo de vecinos apostados a ambos costados de las arterias.
La plaza Isabel Riquelme de la comuna chillanvejana y la avenida bajo su nombre, se hicieron estrechas para contener la masiva concurrencia de la ciudadanía al evento cívico-militar, que comenzó a las 11.40 horas y que obligó despejar el tránsito de vehículos de la avenida O’Higgins, desde Av. Ecuador hasta Chillán Viejo.
Allende y el intendente de la provincia, Juan de Dios Fuentes, depositaron al pie del monumento una ofrenda floral. Luego hicieron lo mismo otras autoridades e instituciones locales.
Los discursos fueron pronunciados por el comandante del Regimiento, el alcalde Ricardo Lagos y finalmente el Presidente, quien en varias ocasiones debió acercarse al público que deseaba saludarlo.
En su discurso, de 30 minutos, expresó que el prócer era “hombre del pueblo y quería al pueblo. Y sabía que es el pueblo el actor de la historia. Pero hay hombres que son el pueblo hecho hombre y , el caso de O‘Higgins, fue el pueblo hecho patria y el pueblo hecho historia”.
Ese día el desfile comenzó a las 12.45 y se prolongó por 40 minutos. Como es tradición, fue encabezado por el Ejército y delegaciones de Bomberos, Defensa Civil, establecimientos educacionales y el Instituto Bernardo O’Higgins.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) asumió un papel preponderante, ya que fueron más de mil los empleados de distintos rubros que rindieron honores con columnas de tractores, “colosos” y máquinas de trabajo. En particular, esa expresión emocionó visiblemente al Presidente. Cerraron el desfile, el círculo de marinos en retiro “El Chinchorro”, instituciones mutualistas, club de huasos y campesinos.
El mundo cultural y deportivo también organizó eventos en homenaje a O’Higgins. Por ejemplo, se desarrolló una muestra con 120 fotografías y material de investigación sobre su vida en la Universidad de Chile ( hoy UBB). El Tenis de Mesa local organizó un encuentro para los aficionados y exponentes de la disciplina, y el ciclismo también se sumó organizando una carrera infantil de 4.500 metros.
Hace 25 años
En 1998, Chillán Viejo y Chillán prepararon actividades por separado para el 20 de agosto. En el caso de la comuna histórica los festejos arrancaron cinco días antes a la fecha especial, con desfiles, liturgias, izamiento del pabellón patrio, concursos de pinturas y homenaje del concejo municipal con intervención del Instituto O’ Higginiano.
Ese jueves la presencia de un mandatario y un comandante en Jefe del Ejército marcó un hito histórico, ya que nunca antes después del advenimiento de la democracia, las primeras autoridades civiles y castrenses participaban juntas en la ceremonia chillanvejana.
Para esa fecha se efectuaron diversos desvíos del tránsito desde y hacia Chillán Viejo, debido a la interrupción del tránsito en varias calles, para dar cabida al desfile cívico-militar.
El Presidente Eduardo Frei encabezó el ceremonial, donde unas 2.600 personas y 180 autoridades e invitados especiales presenciaron los homenajes. Ese año el estrado dio más amplitud al sector de los esquinazos folclóricos.
El único orador del acto central fue el comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Izurieta, quien mencionó que “O’ Higgins nos mostró con su espada extendida, el camino que debemos seguir, el del progreso y el de la unidad nacional”.
En la cita, el mandatario comprometió apoyar los programas de vivienda y la infraestructura urbana de la nueva comuna. Además, destacó la necesidad de impulsar estrategias de desarrollo con participación ciudadana y el rol clave que deben jugar los municipios y gobiernos. Por su parte el alcalde Julio San Martín agradeció el apoyo del gobierno a la entonces nueva comuna a través de una inversión que superó los 4 mil millones de pesos, destacando el programa de mejoramiento de barrios.
El Comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Izurieta, entregó al alcalde una réplica de la espada del libertador.
El tema que marcó la pauta noticiosa el 20 de agosto de 1998 fue el acuerdo en el Senado por la derogación del 11 de septiembre como feriado y la instauración de un día de Unidad Nacional. El Presidente, autoridades y comandantes en jefe de las FF.AA valoraron la medida como un avance en la reconciliación nacional.
“El país necesita superar sus conflictos con el pasado y tener la capacidad de avanzar hacia el futuro. Construir con paz y unidad”, expresó en la ocasión Frei.