Carolina Navarrete Rubio, representante de la UDI por Ñuble en el Consejo Constitucional, compartió su visión sobre los aspectos más y menos factibles de consensuar en relación al anteproyecto de nueva Constitución presentado por la Comisión Experta.
En su análisis, la consejera resaltó tanto los avances logrados, como los desafíos pendientes en la búsqueda de un amplio consenso que refleje la visión de la ciudadanía.
Navarrete reconoció el valor del anteproyecto de nueva Constitución, calificándolo como “un buen texto que difiere notablemente de la propuesta fallida de la Convención Constitucional. Este anteproyecto respeta la tradición Constitucional chilena sin buscar refundaciones, y fue producto de un amplio consenso que involucró a diversos partidos políticos, desde el Partido Comunista hasta el Partido Republicano”, dijo.
No obstante, la consejera resaltó que a pesar de los avances significativos, aún existen temas trascendentales para los chilenos que requieren definiciones más precisas.
“Como representantes elegidos democráticamente, los consejeros constitucionales tenemos la responsabilidad de abordar estas cuestiones y plasmar la visión de la ciudadanía en la propuesta de nueva Constitución”, advirtió.
Puntos de consenso
La consejera Carolina Navarrete destacó tres puntos del anteproyecto, que considera, pueden generar más consenso.
En primer lugar, destacó la descentralización como una necesidad ampliamente respaldada, indicando que el anteproyecto incluye normas que fortalecen los gobiernos regionales y locales, acercando la toma de decisiones a las personas y garantizando mayor justicia para las regiones.
En segundo lugar, resaltó el fortalecimiento de los partidos políticos como un elemento clave para lograr una gobernabilidad efectiva y superar la fragmentación política, enfatizando en la importancia de normas como el umbral del 5% para obtener representación parlamentaria y las órdenes de partido.
“Ciertamente esto contribuirá para que el congreso nacional vuelva a trabajar de manera coordinada por los intereses de los chilenos, y no de ciertos caudillos políticos”, aseveró.
Por último, Navarrete se refirió a la preservación de las libertades individuales como una característica esencial de una Constitución, mencionando derechos como la igualdad ante la ley, el debido proceso, la libertad de opinión, la libertad de conciencia y la libertad de desplazamiento.
Puntos de disenso
En tanto, Carolina Navarrete también señaló los puntos críticos del anteproyecto que considera difíciles de consensuar.
En primer lugar, mencionó la falta de protección explícita a la vida del que está por nacer.
“Esta omisión supone un retroceso al permitir el avance de agendas que promueven el aborto libre más allá de las tres causales establecidas en la legislación actual”, dijo.
En segundo lugar, destacó la importancia de garantizar Constitucionalmente la libertad de elección en materia de salud, tanto en relación con los prestadores, como con los aseguradores, sin que ello limite la existencia de un servicio de salud estatal sólido.
“Sin duda debe existir un sistema de salud estatal robusto, pero ello no puede ser una excusa para que los chilenos no puedan escoger dónde entregar sus cotizaciones de salud”, manifestó.
Por último, precisó, “se debe enfatizar la necesidad de consagrar Constitucionalmente la propiedad sobre los fondos de pensiones, como forma de asegurar la protección de los ahorros previsionales de los trabajadores”.
La consejera por Ñuble recalcó que aunque el Consejo Constitucional será el escenario para discutir asuntos trascendentales para el futuro del país, “no todos los temas deben ser abordados a nivel Constitucional. Existe el riesgo de caer en el maximalismo al regular cuestiones más propias de leyes o reglamentos. Sin embargo, esto no excluye la posibilidad de discutir estos temas posteriormente en el congreso nacional, o en la implementación de políticas públicas por parte de las autoridades de gobierno”, precisó.
Navarrete reafirmó su compromiso de trabajar en el Consejo Constitucional para buscar los consensos necesarios “que permitan alcanzar una nueva Constitución que refleje las demandas y aspiraciones de los chilenos, respetando la tradición Constitucional y fortaleciendo la democracia en el país”, destacó.
