Preocupación existe entre algunos consejeros regionales por el bajo nivel de ejecución presupuestaria del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) del Gobierno Regional de Ñuble al 30 de junio de este año, que llega solo al 33,8% de un total de $64 mil 659 millones, el tercer peor resultado a nivel país, que alcanza un promedio de 46%.
Si bien esta cifra es mayor a igual fecha del año 2022 (cuando alcanzó el 23,1%), y finalmente el GORE Ñuble terminó cerrando el año con casi un 100% de ejecución de su presupuesto; según el consejero regional independiente, Cristian Quilodrán, “se debe poner énfasis en cada peso que se gasta, sobre todo, por los últimos datos que arrojó la Encuesta Casen, relativos al nivel de pobreza del territorio. En este contexto, la ejecución del presupuesto en Ñuble adquiere mayor importancia. Cada peso invertido debe ser un paso firme y decidido hacia la erradicación de la pobreza, enfocado en áreas críticas como la generación de empleo y la inversión de largo plazo. Esto debe ser gestionado con una transparencia absoluta y una sinceridad que refleje un compromiso inquebrantable con el bienestar de la población”.
Quilodrán dijo estar preocupado porque el Subtítulo 31, dedicado a grandes obras y proyectos de inversión, “ha mostrado una tendencia a la baja. Esta es una contradicción con lo que debería ser una prioridad en nuestra región: la inversión en infraestructura y proyectos que impulsen el crecimiento económico y social”, afirmó.
Respecto de cuáles serían las causas de esta baja ejecución, el consejero de Demócratas, Alberto Jarpa, planteó que en primer término está la demora en la partida del año para poder iniciar gastos en los primeros meses de 2023 , “porque los trámites de aprobación de la distribución presupuestaria de los GORES recién la pueden realizar por ley hacia fines del año respectivo, es decir, en diciembre; y luego en los primeros meses del año siguiente debe pasar por la visación del Ministerio de Hacienda, y luego Contraloría nacional y regional. Todo ese proceso toma hasta inicios del mes de marzo, entonces eso ralentiza la ejecución presupuestaria”, advirtió.
Otro motivo, dijo, “es la baja cartera de proyectos de inversión en el Subtítulo 31 (Obras). Eso se debe a que los principales demandantes de los fondos del gobierno regional (por ejemplo, municipios), tienen una baja en la formulación de proyectos. La mayoría de los municipios presenta proyectos de menor cuantía, los denominados proyectos FRIL (Fondo Regional de iniciativa local), que es un subfondo del FNDR”, aseveró.
Por último, sostuvo Alberto Jarpa, “los diferentes sectores en la región, igual tienen una formulación de proyectos muy disminuida. No obstante lo anterior, de acuerdo a nuestra experiencia como consejeros regionales, en el segundo semestre de cada año se agiliza la ejecución presupuestaria”, planteó.
Según el consejero de RN, Rodrigo Dinamarca, la baja ejecución tiene mucho que ver con lo que la región planifica y cómo planificamos.
“Creo que hoy el presupuesto se fundamenta en relación al trabajo del gobernador, es una proyección del gobernador, sin considerar temas que son importantes en cada comuna. En cada una de las comunas siempre hay necesidades, por ejemplo, de pavimentación, que yo creo que estamos muy por debajo de lo que se requiere. Por otro lado, también hay temas de inversión que tienen que ver con la economía, y está pendiente el tema de las cámaras, la conectividad digital, etc. Creo que hay una distancia bastante grande entre lo que venía haciendo el gobierno regional anterior y la administración del gobernador Crisóstomo”, afirmó.
En tanto, el consejero de la UDI, John Polanco, manifestó que “la demora de partida de cada año es fundamental que se de a conocer a la opinión pública, porque no pasa por la mala ejecución que el porcentaje esté por debajo de la media nacional. Lo que hemos visto a través de la ejecución presupuestaria de nuestra Región de Ñuble, es que esto obedece principalmente a que Hacienda, por una parte, en las partidas de entrega de estos recursos tiene una tardanza, sin perjuicio que también debe tomar razón la Contraloría para que estos recursos en definitiva estén disponibles y puedan ser ocupados sobre la base del gasto de aquellos proyectos de inversión que están hoy día siendo realizados en nuestra región”.
Y agregó: “los municipios no han estado a la altura en relación a las propuestas que van en beneficio de sus comunidades, y esto lo digo con mucha responsabilidad, porque la inversión en obras son demandas que hoy día están al debe y que no se han cumplido. ¿Por qué? Porque lamentablemente los municipios no tienen los formuladores de proyectos, y no postulan al FNDR, sino que más bien están limitados a proyectos FRIL, que son un título de un subfondo del FNDR. En el Consejo Regional hemos hecho esta observación y reparo en las intervenciones, que los municipios, los alcaldes no establecen en su equipo la prioridad de aquellas demandas para postular a estos fondos, por lo tanto, aquí la nota roja es para los municipios, que no han estado a la altura de poder hacer estos requerimientos”, aseveró.
“Dejo centralizado”
Desde el Gobierno Regional de Ñuble, el jefe de la División de Presupuesto e Inversión, Rubén Sandoval, manifestó que “la ejecución presupuestaria de este año a la fecha (33,8%), es más alta que la del año pasado (23,1%) y también del anterior, porcentualmente. Recordemos que el año 2021, cuando se inició en julio el trabajo de los gobernadores electos, la ejecución a ese mes era de un 11% y finalmente bajo la administración del gobernador Crisóstomo, se logró cerrar el año con un 88% de ejecución. Siempre los gobiernos regionales avanzan más en su ejecución presupuestaria durante el segundo semestre del año, porque los primeros meses son de planificación y, en muchos casos, de revisión administrativa”, aseveró.
Añadió que “la gestión del presupuesto regional sigue aún teniendo un dejo centralizado, que se traduce en una demora en la partida del año para poder iniciar gastos en los primeros meses, pues existen trámites de aprobación de la distribución presupuestaria de los gobiernos regionales, que deben pasar por la visación del Ministerio de Hacienda; después la Contraloría nacional y luego también en el nivel regional. Todo ese proceso, toma hasta inicios de marzo de cada año, y eso ralentiza la ejecución presupuestaria”
