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Ñublense dejó el corazón, pero la UC sepultó su sueño desde los 12 pasos

Nicolás Guerra patea una botella ,se tapa la cara y explota en frustración.

Tiene rabia, porque hace algunos segundos José Navarrete, ha perdido el penal que le da la tercera Supercopa a Universidad Católica en el estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción.

Su decepción es mayor, porque, como él, todos se preguntan la razón por la cual no pateó el octavo penal de la dramática tanda, el ex cruzado, Roberto Gutiérrez y sí se le cedió la tremenda responsabilidad al “Pollo” que suma dos partidos en Primera.

La historia sigue tras el festejo cruzado, que se impuso por 7-6 en los penales, tras igualar 1-1 con los diablos rojos en tiempo reglamentario.

Esto porque a un costado de la cancha, cuando los cruzados festejan con sus hinchas en el codo sur, Guerra y sus compañeros se alejan del “Pájaro” y lo aislan. La postal lo dice todo. Una imagen dice más que mil palabras.

Tan cerca, tan lejos

De la ilusión al llanto. De la hazaña a la frustación.

Ñublense estuvo a un paso de conquistar su primera copa en Primera ante el tricampeón del fútbol chileno tras un primer tiempo en el que la UC tuvo más posesión, pero apenas dos cabezazos de Zampedri como expresión de profundidad.

En el segundo tiempo, los diablos rojos de Jaime García, alentados por más de 3 mil chillanejos que se tomaron la galería norte, se pusieron en ventaja tras un remate rasante de Federico Mateos, quien aprovechó un rebote después una gran tapada de Sebastián “Zanahoria” Pérez y anotó luego que Luciano Aued no pudiera sacar desde la línea el balón (68’).

Parecía que el Rojo podía lograr la hazaña, pero la ventaja le duró poco, ya que a los 77’ llegó el empate de la UC, obra de Fernando Zampedri mediante un lanzamiento penal, luego de una mano de Rafael Caroca que fue sancionada por el árbitro Francisco Gilabert tras revisión en el VAR,.

La expulsión de Juan Leiva, dejó abierta la puerta para que Ñublense pudiera desequilibrar en la recta final, pero el duelo terminó igualado en tiempo reglamentario.

Dramática tanda de penales

En la tensa serie desde los 12 pasos hubo emociones desde el arranque, ya que los dos primeros penales fueron atajados por los porteros Sebastián y Nicola Pérez, contra Federico Mateos y Diego Buonanotte, respectivamente.

De ahí en más, llegaron a la igualdad de 6-6 con certeras definiciones, entre ellas del portero chillanejo, aunque la tristeza para los del Ñuble llegó con el octavo lanzamiento de José Navarrete, quien nuevamente encontró a un inspirado “Zanahoria” Pérez. Navarrete se tapó la cara y soltó en llanto.

Para la UC, la responsabilidad quedó en Diego Valencia, quien con un ajustado lanzamiento dio un nuevo título a los “cruzados” y dejó sumido en la frustración y el dolor a los diablos rojos que estuvieron tan cerca de hacer historia.

El sábado 4 de diciembre a las 18:30, Ñublense buscará su revancha cuando se juegue el paso a la Copa Sudamericana de visita ante Palestino.

El balance de García

“Habría sido el broche de oro de estos tres años, pero el fútbol es así. El primer tiempo fue de ellos y el segundo nuestro, el penal fue raro. Se pierde o se gana y los resultados no se merecen”, declaró Jaime García tras la derrota.

Consultado sobre si citará a Roberto Gutiérrez en el último partido, debido a que generó molestia entre sus compañeros y la hinchada el hecho que no pateara el penal, el entrenador confesó “no sé, tengo que revisar todo, yo no me di cuenta, es algo extrafutbolístico, no me di cuenta que pasó ahí”, puntualizó García.

“No voy a juzgar el arbitraje, pero el penal son de esos que se cobran y otras veces no”, remató el DT del Rojo.

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