El problema no es ni nuevo ni exclusivo de la comuna de Chillán.
Personas viviendo como nómades, instalándose en carpas en espacios de uso público es un problema que se repite en las principales ciudades del país, por lo que “si se entiende que es algo que viene y va, como las olas de calor en el verano, el aire contaminado en los inviernos, no queda más que tomar los resguardos y evitar que causen el menor daño posible”, reflexiona la concejala Marina Crisóstomo, luego de revisar numerosas quejas por parte de vecinos, en esta oportunidad del sector del ex Grupo Escolar, en la esquina de Argentina con Collín.
Quejas que se estamparon también en las redes sociales, incluso a modo de amenazas.
“Se está llenando de carpas de los indigentes que arrancaron del puente de Argentina con España y no han hecho nada, al final los vecinos colindantes nos vamos a aburrir y vamos a tener que actuar por nuestros propios medios”, se leía en uno de los tantos mensajes destinados al municipio.
Conscientes del problema, desde la Inspección Municipal coordinaron un trabajo con Carabineros y con la empresa Dimensión, a cargo del retiro de desechos domiciliarios en la ciudad, y cerca de las 17.15 horas comenzaron a retirar las carpas y otras estaciones domésticas como comedores, salas de estar, improvisadas con frazadas, cajas, cartones, neumáticos y tarros.
Y todo impregnado de un olor indescriptiblemente malo.
“Tenían hasta una parrilla lista para hacer un asado, cuando llegamos”, explicó parte del personal ejecutante.
Desde la unidad de seguridad explicaron que si bien al momento de ingresar no se encontraban los moradores, los patrullajes se extenderán hasta pasada la medianoche por los días restantes, para evitar que se vuelvan a instalar otras personas.
“Le mentiría si le dijera que andan robando o asaltando, pero el problema es que hacen mucho ruido en las noches y durante el día pasan por las casas pidiendo plata. Aquí vivimos muchos adultos mayores y ese tipo de situaciones nos resultan atemorizantes”, comentó uno de los vecinos, quien no quiso dar su identidad por miedo.
Respecto al operativo, el alcalde Camilo Benavente dijo que “las patrullas municipales junto a carabineros lideraron esta iniciativa que busca dar solución a un problema planteado por la comunidad. Asimismo, la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato, aprovechó la instancia para acudir con un camión recolector para retirar los elementos contundentes durante el desalojo. Esperamos seguir con un monitoreo constante para evitar nuevas ocupaciones que afecten la tranquilidad de nuestros vecino” Camilo Benavente”.
Una infranqueable barrera legal
Tanto o más compleja es la situación que viven algunos vecinos en los que se presenta el fenómeno “okupa” en la comuna, como por ejemplo en el exinternado de la calle Palermo o quienes viven en las inmediaciones del terminal de buses María Teresa, en Ecuador con O’Higgins.
Aunque ambos casos suman decenas de denuncias, en la municipalidad explican que “en el caso de la esquina de O’Higgins con Ecuador, estas personas están dentro de un recinto particular, por lo que no podemos acceder sin el permiso del dueño y ese permiso no lo hemos conseguido”, explican.
Por esta razón, la concejala Marina Crisóstomo comentó: “estamos junto al Departamento de Jurídica buscando una forma de conseguir una autorización legal para erradicarlos, pero no ha sido fácil”.
Mientras que en el caso del exinternado, que sí es recinto municipal, advierten que “ya hemos sacado personas de ahí en tres oportunidades, pero al rato vuelven otras personas y es lo mismo siempre”.
La vecina del sector, Érika Vergara, dijo que “por el tema de los ‘okupas que dejan basura y comida, llegan muchos vectores y roedores, lo que es muy complicado para nosotros. Además tenemos el problema de la medialuna, que si tu observas te das cuenta que también hay botellas, latas de cerveza y en las noches se escuchan ruidos, entonces la sensación de falta de resguardo es muy grande”.
El municipio anunció una pronta intervención en el lugar, pero esta vez con una mayor frecuencia de patrullajes preventivos para evitar que se vuelva a ocupar.
