Pocos son los fenómenos que pueden afectar tan significativamente distintos aspectos de nuestro entorno como los incendios forestales. Por cierto, afectan a la naturaleza y su biodiversidad. Pero también amenazan la vida de las personas, sus casas y propiedades, el trabajo, la salud e incluso la movilidad, como ocurre con el corte de las rutas.
Negligencia o intencionalidad, finalmente su origen siempre es humano.
En efecto, humanos son los que provocan atentados y actos de piromanía. Humana es también la práctica de acampar en zonas no habilitadas y descuidar las fogatas, lo mismo que la costumbre de postergar la limpieza de quebradas y zonas aledañas a poblaciones, reduciendo el combustible potencial en temporada alta.
Igualmente, resulta evidente que hay una cantidad indeterminada de personas provocando incendios intencionalmente, sin que se sepa aún si están coordinadas entre sí, ni en función de qué intereses actúan. Lo que en realidad alimenta las especulaciones es la falta de resultados en las investigaciones. Sería nefasto que la pregunta sobre quién causó los incendios en Valparaíso, se sumara a otras que aún no tienen clara respuesta, como quién inició los incendios que el año pasado quemaron 10 comunas de Ñuble.
Considerando el denominador común de la acción humana en el origen de los incendios forestales, hay dos consideraciones claves e impostergables de abordar: capacidad de investigar y de sancionar y educar ambientalmente para incentivar la prevención.
En primer lugar, enfrentar decididamente el factor humano en el origen de los incendios forestales, analizar las causas, perseguir a los culpables, educar a la población y entender las motivaciones detrás de la intencionalidad de muchos siniestros.
Sobre este punto, en Ñuble se ha avanzado. Somos unas de las pocas regiones de Chile que tiene una unidad especializada. La mala noticia es que solo este año hay 28 órdenes de investigar incendios forestales ocurridos en Ñuble, a cargo del Grupo de Investigación Preferente creado por la PDI.
En cuanto a las causas judiciales por delito de incendio, sólo el 17% de los incendios son denunciados; el 0,5% de ellos termina en sentencia, el resto es sobreseído por distintas causas, tales como dificultades para determinar al autor material, y el elevado nivel de penas, que inhibe su aplicación.
Por otra parte, es necesario recordar que independiente de la responsabilidad de pirómanos, negligentes e imprudentes y del aprovechamiento que algunas hacen de la levedad de nuestra legislación, detrás de cada uno de estos siniestros hay personas que los originaron.
Desde el punto de vista de las causas, el 100% de los incendios forestales resultan de una inadecuada relación entre el hombre con su medio. Por lo tanto, reducir el problema pasa por lograr un cambio conductual en la población, de manera que esta tenga una actitud responsable respecto a la protección del medioambiente.