Durante la tarde del jueves, una comisión técnica de la Municipalidad de Chillán expuso ante el concejo municipal los detalles de lo que se espera sea la nueva ordenanza que regule el uso, retiro y los permisos de los cables que las empresas concesionarias de servicios eléctricos y de telecomunicaciones instalan en los postes de la ciudad.
Esta ordenanza, que consta de 13 artículos, se confeccionó como respuesta a la necesidad de retirar el llamado “escombro aéreo”, como se conoce a esa cantidad de cables presente en el tendido urbano, pero que no presta utilidad alguna y, año tras año, se ha estado tratando de retirar.
Es en el artículo segundo que se especifica que en adelante, las empresas deberán presentar a la Dirección de Obras Municipales (DOM), un proyecto de ubicación del tendido de líneas y el programa de trabajo con sus correspondientes planos, por lo que deberán mantener identificados los mismos con el nombre de la empresa indicando su RUT o nombre de su continuadora legal.
Además, deberán marcar mediante inscripción impresa en la cubierta del cable o con una etiqueta que indique el nombre de la empresa propietaria. Dicha identificación deberá ser instalada en cada vano entre postes como mínimo y deberán tener un color que las identifique para cada firma.
En la propuesta, se sugiere que los postes que no tengan identificación, se entenderán de propiedad municipal y estará afecto al pago de derechos las empresas que se apoyen en él.
Otras de las exigencias apunta a que los tendidos aéreos que se encuentren en malas condiciones, a menor altura que la permitida, serán categorizados como escombros aéreos para todos los efectos legales, y deberán ser retirados o normalizados. Vencido el plazo de aviso, se cursarán multas por cada poste en que se constate la infracción.
Se desestimó el soterrado
En un primer borrador de propuesta, se había sugerido incluir un artículo que permitiera a la ordenanza obligar el soterramiento del cableado en cada nuevo proyecto habitacional que se genere dentro del suelo urbano de la comuna, tarea que, naturalmente, debía costear cada empresa inmobiliaria.Sin embargo, el alto costo que significa ese tipo de obras, terminó por desestimar la propuesta.
“Sabemos que el tema de los cables aéreos generar una contaminación visual que queremos eliminar. Por esa razón, gestionamos esta ordenanza, sin embargo, no podemos obligar a las empresas a soterrar, porque los costos son muy elevados y así lo vimos en la canalización subterránea de venida Libertad, Isabel Riquelme, Arturo Prat y 18 de Septiembre”, dice el alcalde Camilo Benavente, quien cierra la idea explicando que “ese margen de mayor costo, al final lo va a terminar pagando la gente y cada casa, fácilmente, tendrá un 10 por ciento más de costo, entonces no nos parece viable”.
A votación
La propuesta de ordenanza, ahora, deberá revisarse en una segunda comisión “que está fijada para el día jueves. Al menos, lo que yo pude ver me pareció bastante bien, pero una vez resuelta las dudas tendremos que votar la ordenanza, y eso esperamos hacerlo dentro de este mes”, comentó el concejal Pedro Sánchez, uno de los impulsores de esta iniciativa.
En tanto, el edil Ricardo Valdebenito, presidente de la comisión de Medio Ambiente del concejo municipal, sostuvo: “esperamos que salga adelante esa ordenanza, porque el problema de los cables en desuso que aún tenemos en la ciudad, en especial dentro de las cuatro avenidas, se ha hecho demasiado notorio y hasta ahora, no había como hacer que las empresas respondieran y se hicieran responsables de retirarlos”.