Estudios en el plano nacional revelan que un 30% de los siniestros de mayor proporciones generados en el país la temporada pasada, fueron intencionales. En Chillán Viejo se realizó un inédito simulacro de incendios con la Senapred.
Casi como una lección para muchas personas que están a cargo de los programas gubernamentales en ámbitos como seguridad, salud o educación, el director nacional de la Conaf, Christian Little, en el contexto de la presentación de la estrategia preventiva para la temporada de incendios en Ñuble, dice que -rompiendo con un despropósito histórico- recogieron la posta de lo hecho en el Gobierno anterior en materia de prevención y combate a los incendios, le dieron continuidad y hasta lo potenciaron.
“Suele suceder que cuando se cambia la administración se abandonan las iniciativas y avances hechos por el equipo saliente y se parte todo, literalmente, desde cero. Y esa es la diferencia sustancial en lo que hoy queremos presentar acá en la región del Ñuble”, dijo.
Ha sido en todos estos años que los siniestros han dejado como enseñanza que es mejor, más barato y menos riesgoso prevenir que combatir los siniestros forestales. Por eso “hemos pasado, en materia de prevención, de los $2.300 millones a los $7.200 millones de un presupuesto total que también pasó de los $73 mil millones a los $148 mi millones”, añadió.
Esos $7.200 millones se ocuparán en campañas de comunicaciones, silvicultura preventiva (raleos, cortafuegos, cortes de pasto y reducción de carga vegetal combustible) y además en la investigación de causas de siniestros anteriores por parte de las brigadas técnicas de Conaf.
“El año pasado pudimos investigar cerca de 2.400 de los más de 7 mil incendios que tuvimos en el país, y de ellos cerca del 30% fueron intencionales; un 8% tuvo un origen por accidentes eléctricos; un 14% fue originado durante una faena agrícola; un 8% ocasionado en faenas forestales y este tipo de desglose nos ayuda a orientar las acciones futuras”, añadió.
Respecto a la logística que se espera para Ñuble durante esta temporada 2023-2024, el jefe de Protección Contra Incendios Forestales, Domingo González, explicó que “contamos con cinco bases de brigadas, que son las mismas que había el año pasado en la región, pero ahora las reforzamos con un mayor número de instalaciones dentro de las mismas bases, lo que significa 19 brigadas en Bulnes, Quillón, Pemuco, Quirihue y Chillán”.
A esto se añade una brigada aérea compuesta por dos aviones y cinco helicópteros de propiedad de la corporación forestal.
Los aportes de la Corma
En tanto, el presidente de la Corma, Ramón Figueroa, comentó que, en conjunto con las empresas asociadas “estamos fortaleciendo nuestra alianza público-privada para trabajar con las gobernaciones, las delegaciones y las municipalidades, Bomberos, y otras entidades. Este año, la inversión en prevención alcanza a más de 127 mil millones de pesos, que es un 28% más que lo que se había invertido el año anterior”.
Un 24% de esta inversión se destinó a la prevención social y al manejo de la vegetación, por lo demás de las 67 aeronaves que dispone Corma, 14 estarán destinadas a Ñuble, “además tendremos 5.500 profesionales destinados a la prevención, detección y control de incendios”.
Finalmente, el delegado presidencial, Gabriel Pradenas, apuntó que “contamos con un Know How bastante contundente que, incluso, podríamos exportar a las otras regiones y junto a entidades como la Conaf hemos ya desarrollado diversas actividades en la comuna de Portezuelo, donde se juntaron todos los referentes técnicos y los actores de la región que están llamados a liderar el combate a los incendios y a ayudar a la ciudadanía”.
