Close
Radio Radio Radio Radio

Actualización de la ERD al 2030 propone Plan Regional de Reducción de Riesgo de Desastres

Las fuertes e intensas lluvias que han afectado a la Región de Ñuble durante este invierno han develado las deficiencias y fracturas que tiene el territorio al enfrentar desastres naturales y cómo los instrumentos de planificación territorial siguen estando en deuda en esta materia.

En cuanto a las amenazas que enfrenta Ñuble en materia medioambiental, “la actual Estrategia Regional de Desarrollo (ERD) de la Región de Ñuble considera, entre otros objetivos, la prevención de riesgos de desastres como un fin estratégico a seguir. Se orienta a la prevención, reacción y mitigación de riesgos y desastres, a través del Plan Regional de Reducción de Riesgos de Desastres (ya elaborado por Senapred), y de la información y educación de la comunidad. Considera de manera especial, la incorporación de este tipo de gestión en el trabajo de los municipios”, explica el jefe de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gobierno Regional, Claudio Martínez.

Leer también: Los desafíos en fiscalización y planificación que se deben enfrentar tras el desastre

Diagnóstico regional

Los expertos del consorcio de universidades formadas por la de Concepción, Bío-Bío y Católica de la Santísima Concepción que trabajan en la actualización de la Estrategia de Desarrollo Regional a través del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Ñuble, han establecido las principales causas de las amenazas medioambientales que enfrenta la región y que tienen que ver con tensiones en dos escalas. “Primero, las de escala global, asociadas al proceso de cambio climático que vive el planeta, que conocemos como calentamiento, donde es posible reconocer periodos de sequía, eventos de lluvias intensas que provocan desborde de cauces, inundaciones de suelos agrícolas y urbanos, reducción de suelos rústicos y masas vegetales que contribuyen a la oxigenación, entre otras. Por otra parte, es posible identificar tensiones específicas, derivadas del proceso de transformación del territorio de la región. Entre ellas, es posible observar efectos del modelo de urbanización sobre ejes de crecimiento, como la Ruta 5 o el Valle Las Trancas, donde la presión del desarrollo económico turístico tensiona la ocupación del suelo en base a parcelaciones de suelo para segunda residencia, saturación de napas por sistemas de alcantarillado rural, presión sobre caminos, por sobre carga de tránsito rodado en periodos de vacaciones, entre otras”, explica la Dra. Mabel Alarcón, académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Concepción y directora del proyecto FIC para la Actualización de la Estrategia Regional de Ñuble 2030.

“La región enfrenta amenazas históricas asociadas a cuáles son los problemas que ha tenido, que son persistentes, en relación a las viviendas, en relación a la gestión de los residuos sólidos, en relación a la inestabilidad y costo de la energía, y en el acceso a áreas verdes y parques urbanos, pero también a la naturaleza en general. A esto se le suman algunos problemas nuevos que tienen que ver con la expresión del cambio climático, que ya se está expresando con fuerza, impactando en precipitación en términos de cantidad y en días sin precipitaciones, y también en temperatura, donde, por ejemplo, podría haber nueve días adicionales a los que ya existen con olas de calor sobre 30 grados”, agrega al diagnóstico el Dr. en Geografía y también académico de la Universidad de Concepción, Francisco de la Barrera.

Para el Dr. Francisco Núñez, de la Universidad del Bío-Bío, experto en planificación estratégica para la actualización de la ERD “la Región de Ñuble enfrenta como principales amenazas de eventos naturales erupciones volcánicas, inundaciones producto de lluvias excesivas, sismos, tsunamis en su zona costera e incendios en sus áreas forestales. Dichas amenazas provocarán riesgos de desastres dependiendo de los niveles de vulnerabilidad y exposición de sus habitantes e infraestructura. La ERD se puede hacer cargo fortaleciendo los diagnósticos y mapas de riesgo para posteriormente formular e implementar acciones de resiliencia a nivel regional”.

Actualización de la ERD al 2030.

Según explica el jefe de la División de Planificación y Desarrollo Regional del GORE de Ñuble, Claudio Martínez, “en el proceso de actualización de la ERD que está liderando el Gobierno Regional junto a la universidades regionales, las definiciones se orientan a implementar el Plan Regional de Reducción de Riesgo de Desastres, y se pretende destacar el trabajo que se puede realizar a nivel comunal, que es muy importante para tomar medidas efectivas de prevención y reacción frente a las amenazas que afectan a los territorios de la región. También se enfatiza la adaptación al cambio climático, cuyas medidas específicas estarán contenidas en el Plan de Acción Regional de Cambio Climático, actualmente en elaboración. Los contenidos de la Estrategia Regional de Desarrollo son orientaciones para abordar estas temáticas, su aplicación dependerá de cómo la institucionalidad regional y comunal activen medidas que estén alineadas con este instrumento”.

La Dr. Mabel Alarcón agrega que “la actualización de la ERD Ñuble 2030 se hace cargo de estos temas profundizando el Lineamiento Territorio y Medioambiente en varios sentidos. En primer lugar, ajusta algunos conceptos que permiten cambiar el enfoque de la relación de la comunidad de la región con la naturaleza, a través de, por ejemplo, cambiar el concepto de la naturaleza como “recursos naturales”, que muestra una relación utilitaria con ella, por el de “valores naturales”, que busca que las personas reconozcan que somos parte de la naturaleza y de ella proviene la vida, por lo tanto, tenemos el deber de cuidarla y ponerla en valor”.

“En segundo lugar, apuesta por una bajada operativa mucho más concreta en temas de resguardo de valores ambientales como el agua, el suelo, el aire, favoreciendo la configuración de modelos de gobernanza sostenible de estos elementos, tanto a escala regional, como provincial y local. Por último, propone dar operatividad a instrumentos e institucionalidades vigentes, para su aplicación permanente en la región, como en el caso del Comité Regional de Cambio Climático, que tiene el rol de elaborar el Plan Regional de CC, la Ley de Bases del Medioambiente, entre otras, favoreciendo su articulación y evaluación permanente”, agrega la académica UdeC y experta en planificación territorial.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top