Tras dos años sin realizarse debido a la pandemia, este martes se reunieron en San Carlos los representantes de los canales del río Ñuble para llevar a cabo la asamblea anual ordinaria de la Junta de Vigilancia.
En la cita fue ratificado Fernando Rueda Muñoz como presidente para el próximo período; además de Andrés Rueda Blázquez, como tesorero; Alfredo Wahling Jungjohann y Hugo Gebrie Asfura, como directores. Continúa como vicepresidente, Vicente Pezantes Ludwing; Roberto Riquelme Loyola, como secretario y Cristian Contreras Labra, como director.
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“Pese a todas las dificultades, quiero decirles que la Junta de Vigilancia no ha detenido nunca su marcha, gracias a su apoyo hemos seguido trabajando con el mismo ímpetu y compromiso que antes de la pandemia”, señaló Rueda.
Durante la sesión, Rueda hizo un resumen de la temporada recién finalizada y bosquejó el panorama para este nuevo período.
La megasequía, el plan de inversiones de la Junta, el nuevo Código de Aguas y el embalse Nueva La Punilla, se alzaron como los temas más relevantes tocados por Rueda en la reunión.
“Para nadie es un misterio que la Región y, en particular el territorio de emplazamiento de nuestro río, está sufriendo la llamada megasequía del siglo, (…) tanto las precipitaciones como el nivel de caudales del río Ñuble han evidenciado un 50% de déficit respecto del promedio de las últimas décadas. Sin embargo, lejos de amilanarnos, hemos concretado un ambicioso plan de inversiones en tecnología e infraestructura para el río. Solo en 2022, la Junta de Vigilancia está ejecutando una inversión superior a las 50 mil UF ($1.640 millones) en proyectos de telemetría y compuertas autogestionables, beneficiando a 10 canales, lo que se suma a las iniciativas desarrolladas durante 2019, 2020 y 2021, donde beneficiamos a 24 canales, con una inversión global de 140 mil UF ($4.600 millones), aportadas con el esfuerzo de nuestros regantes y la Comisión Nacional de Riego”, resumió.
Según Rueda, la meta de la Junta de Vigilancia es llegar, a fines de este año, con el 70% de las bocatomas automatizadas y, en el largo plazo, tecnificar el 100% de las mismas. “Se trata de un cambio cultural sin precedentes para nuestra organización, adecuándonos a los tiempos actuales y a las necesidades de nuestros agricultores”, aseguró.
Embalse La Punilla
Respecto a uno de los mayores anhelos de los regantes, la materialización del embalse Nueva La Punilla, Rueda explicó que “de no mediar algún imponderable, la recepción de ofertas técnicas y económicas de las empresas interesadas en construir el embalse, deberían ser ingresadas este segundo semestre (…) Confiamos en que la experiencia acumulada durante estos años y la perseverancia de nuestros regantes, nos permitirán contar con esta obra de riego estratégica para el desarrollo de Ñuble”.
Respaldo
Los presidentes de las organizaciones de canalistas presentes en la asamblea expresaron su apoyo a la gestión de la Junta y concordaron con los principales puntos planteados como prioritarios.
Segundo Matus de la Parra Arriagada, presidente de la Comunidad de Aguas Canal Rinconada de Cato, usuario de Indap, aseguró que “estamos atentos al cierre del proceso de recepción de ofertas, para la nueva licitación (embalse La Punilla) y ver cómo sigue avanzando esta obra que para nosotros, es fundamental. Sabemos que la Junta de Vigilancia no ha dejado de trabajar en el proyecto, y eso hay que reconocerlo y valorarlo. Nosotros, como canalistas, estamos apoyándolos para poder terminar este proceso de manera exitosa”.
En tanto, Sergio Contreras Bustos, presidente de la Comunidad de Aguas Canal Cocharcas, pequeño accionista con 6 hectáreas en El Oratorio, sector Cocharcas, sostuvo que “es importante destacar el plan de inversión que lleva adelante la Junta; se trata de un esfuerzo importante, humano y técnico, además, para seguir avanzando en telemetría y automatización de las compuertas, todo en un contexto de una aguda sequía en la zona. Ésa es la senda que, como canalistas, esperamos seguir pavimentando”.
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