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Vendimia tendrá una menor producción y se anticipan mejores precios

Debido a las altas temperaturas registradas este verano se estima que la vendimia de este año vendría adelantada entre 10 a 20 días, asimismo, la producción se estima que será inferior en un 20% en comparación con el año pasado, como consecuencia de la megasequía y particularmente de la escasez de lluvias. No obstante lo anterior, la situación podría cambiar si se registraran lluvias durante la cosecha, una amenaza siempre presente para los viñateros del Itata.

Según explicó el enólogo Edgardo Candia, “las parras de secano del Valle del Itata han sufrido harto porque no ha llovido en esta fecha, en otros años llueve por lo menos dos veces harto, entonces lo que se espera es que la uva venga más liviana, los racimos están más chicos y los granos están más secos, entonces, obviamente que va a haber una merma en el rendimiento, es complicado estimar un porcentaje, porque se presta mucho para especulación, por ejemplo, yo he escuchado decir a los poderes compradores que la uva está normal, que hay harta uva, lo que justificaría que no hubiera un alza tan grande de precios, según algunos”.

En ese sentido, Candia comparó la situación local con el problema que enfrentan los viñedos en las regiones de la zona central, “donde la sequía ha sido más fuerte, en el sentido de que los viñedos que se regaban no se están regando y además se helaron a principios de temporada, y en Cauquenes, donde hay viñas de secano, están pésimo, donde también se helaron las viñas y además, están sin agua”.

Destacó que el grave problema que enfrentan las viñas de la zona central, donde se concentra la mayor parte de la producción (en Maule está el 45%), será lo que marcará la caída de un 20 a un 30 por ciento en la producción nacional y tendrá un efecto en los precios. En ese sentido, enfatizó que la merma que se observa a nivel nacional “no está dada por Itata, que no representa más del 10% de la producción del país”, aunque estimó que la disminución en esta zona también podría rondar entre el 20-30%.

Consultado por la inusual helada de fines de noviembre que afectó a Itata, explicó que tuvo un impacto acotado en algunos viñedos.

El profesional destacó, no obstante, que aquellos viñedos de Itata que sí se regaron -la minoría- y que han tenido un adecuado manejo “están con una producción súper buena, así como también los viñedos de vega, por ejemplo, en la zona de Cerro Negro, en Quillón”.

Candia también comentó que “la vendimia viene adelantada en 10-20 días debido a las altas temperaturas, dependiendo de la cepa, y una lluvia en estos días sería muy positiva para que las parras terminen de madurar, de lo contrario la madurez se va a producir por deshidratación”.

De esta forma, el enólogo sostuvo que en el Valle del Itata, en la última semana de febrero debiera comenzar la cosecha de algunas variedades blancas, Chardonnay principalmente. En tanto, la Moscatel debiera estar lista en la primera quincena de marzo, y la País en la segunda quincena de marzo.

Sobre este punto, Candia planteó que será clave el momento en que se abran los poderes compradores en la zona, puesto que si se prevé que la vendimia se adelantará, se esperaría que también se adelante la compra, “lo que le conviene al productor, porque su uva pesará más, en cambio, si se demoran en cosechar tendrán una uva más liviana”.

En cuanto al impacto de las altas temperaturas, explicó que los golpes de calor afectan principalmente a las uvas más expuestas al Sol, produciendo deshidratación y daño, lo que se da en aquellas parras con poco follaje, que son las mal manejadas. En ese sentido, reconoció que esta temporada hubo viñateros que invirtieron menos en manejo y fertilización sencillamente porque están más pobres, lo que se transforma en un círculo vicioso.

Al respecto, Juan Carlos Lagos, gerente de la Cooperativa vitivinícola Cerro Negro (Coovicen), de Quillón, que agrupa a 15 socios productores, estimó que la producción de uva en Itata debiera disminuir en un 20% en comparación con el año pasado, lo que dijo, debiera traducirse en mejores precios de la uva y del vino, pero eso lo va a determinar el mercado a partir de lo que ocurra en la zona central.

En esa misma línea, Yenny Llanos, presidente de la Coalición Nacional de Viñateros y dirigente de la agrupación Viñateras Bravas, explicó que la megasequía que afecta a toda la zona vitivinícola del país así como la “devastadora helada de octubre que afectó a la región de O’Higgins” se traducirán en una menor oferta durante esta vendimia. “Así, la demanda va ser muy mayor a la oferta”, adelantó.

Por otro lado, expuso que los precios internacionales del vino tuvieron un incremento en pesos chilenos (alza del tipo de cambio) durante 2019, por lo que esta vendimia “las grandes viñas y el Gobierno no podrán atribuir al mercado internacional los precios de hambre que pagan a los pequeños viñateros (…) Actualmente en el mercado no hay ninguna justificación técnica para que vuelvan a pagar miserias”, subrayó.

La dirigente añadió que “la producción viene corta, no hay un sobrestock, de hecho, hay un déficit de 400 millones de litros, que figuran en los inventarios, pero que deberían estar vendidos”.

También coincidió con Candia en cuando a que “la vendimia viene muy adelantada, por lo menos 20 días. No hay recuerdos de que ya en esta fecha tengamos parte del racimo maduro con granos dulces, pues en esta fecha solo se podía encontrar uva Corinto o Chaselas, pero no País o Moscatel; lo mismo pasa más al norte, las uvas se están quemando, arrebatando, con granos chicos por el exceso de temperatura y la megasequía, incluso está pasando con viñas de riego en el norte”, detalló. 

Mejores precios

En cuanto a precios, Llanos expuso que debido a las razones antes planteadas debieran ser superiores a los del año pasado. La dirigente informó que “lo último que tenemos es que Corretajes Torres partió haciendo contratos hace varios meses a $60 por uva País, como precio piso. Luego hubo ofrecimientos de $100 de otros poderes compradores. Otros han dicho que se puede mover de $100 a $130 en Itata, lo que es superior a lo que se pagó el año pasado ($80-$90)”.

Agregó que desde la Seremi de Agricultura se ha indicado que los centros de acopio tendrían pactados precios en torno a los $110, lo que sería un mal negocio si los valores se mueven a $130 ó $140, criticó.

De hecho, en Maule Sur, “antes del coronavirus, la mejor oferta por la País llegaba a $140 , mientras que por las cepas francesas Concha y Toro pagará $150 de acuerdo a los contratos que firmó para tres años (2018, 2019 y 2020), y algunos poderes compradores están ofreciendo $220, lo que es superior a los $150 del año pasado”, complementó.

La dirigente destacó que “los precios que corren son más altos que los del año pasado, pero aún por debajo de los costos promedio crecientes, que la pasada temporada eran de $220-$240 por kilo para una productividad de 11-13 mil kilos por hectárea en régimen, pero como la cosecha se verá drásticamente disminuida, esos costos también subirán”.

Sin embargo, Llanos advirtió que existe una “campaña del terror favorecida por el Gobierno que apunta a una eventual baja como consecuencia del coronavirus en China”.

Respecto al impacto de dicha crisis sanitaria en los envíos de vino chileno, Llanos aclaró que China compra solo un 12% del vino chileno, “y eso pesa menos que el fraude por agua y uva de mesa legalizado por el Gobierno”.

En ese sentido, desestimó que ello tenga un impacto en el precio, de hecho, puso en duda que efectivamente la crisis tenga un efecto directo, y denunció que “los poderes compradores están utilizando este tema como excusa para plantear que el mercado está incierto o que no sabe si van a comprar uva”.

Asociatividad

Frente al complejo escenario de bajos precios de la uva que vienen enfrentando hace varios años los viñateros, desde el Gobierno se han implementado distintos programas y acciones que apuntan, a mejorar la calidad de la producción y las condiciones de comercialización de la uva, fomentando la asociatividad, de manera de prescindir de los intermediarios, así como también a agregar valor a la producción, mediante experiencias asociativas de vinificación, y en un nivel superior, al embotellado y exportación.

Es así como en el Valle del Itata el Gobierno ha impulsado distintos programas , donde destaca la conformación de empresas asociativas, como cooperativas y sociedades por acciones (SpA), que han sido apoyadas para la construcción de centros de acopio y de bodegas de vinificación, así como en la gestión comercial para la venta de uva y vino a granel a una decena de poderes compradores de la zona central, algunos de los cuales exportan.

Tatiana Merino, directora de Indap Ñuble, explicó que “lo más importante es que siete agrupaciones de pequeños viñateros usuarios de Indap están organizándose para hacer una compra y venta en conjunto con importantes empresas de la zona central, y en ese contexto, ellos están negociando y tienen ya asegurada la venta de 10 millones de kilos de uvas y de ahí para arriba, porque se podría aspirar a 12-13 millones de kilos. El año pasado logramos trabajar con cinco agrupaciones que comercializaron en conjunto, con apoyo de Indap en la gestión comercial, para 7 millones de kilos de uva”.

Si bien Merino declinó referirse a los precios, subrayó que los precios acordados hasta el momento entre las organizaciones y los poderes compradores corresponden a pisos mínimos, por lo que no se decarta que en las liquidaciones finalmente los valores sean mayores. Asimismo, reconoció que la proyección de merma en la producción nacional pudo haber incidido en que los precios piso que se manejan hoy sean mayores a los que se acordaron el año pasado.

La autoridad destacó que esos 10 millones de kilos corresponden a la producción de 800 a mil viñateros del Valle del Itata, que representan un 25-30% de los viñateros usuarios de Indap y un 15-20% de la producción de uva del Valle.

En esa línea, Merino afirmó que “en la medida que esto vaya prendiendo en los demás grupos que pueden ir organizándose, yo estimo que ellos van a tener la manija, la opción de regular sus precios y por qué no, que toda la gestión de compra del Valle del Itata esté en manos de pequeños productores, y así eliminar los intermediarios que tanto daño le hacen a la pequeña agricultura. Le estamos quitando el poder a los poderes informales que por muchos años mandaron en el Valle del Itata”.

La directora de Indap añadió que el Indap ha participado en las negociaciones con una decena de poderes compradores de la zona central y por otro lado, están apoyando a las dos nuevas agrupaciones que se sumaron este año a implementar sus centros de acopio.

“Pero además, como Indap, estamos apoyando en otros aspectos, como el vino envasado, con el concurso Catad’Or Ancestral, hicimos exportación de 1.200 botellas a Francia a fines del año pasado; y también estamos apostando a la diversificación productiva (incorporar pequeñas superficies de frutales con mayor rentabilidad)”, expuso la profesional.

Coovicen

Merino destacó como un caso de éxito el de la cooperativa Coovicen, que esta temporada lograron vender 360 mil litros de vino a granel. “Es un caso bien exitoso, así como otros que tenemos, como Cuvas de Ninhue o Viñedos Quinchamalí, que han ido avanzando. Por lo menos tenemos ocho agrupaciones que están vinificando”.

En el caso de Coovicen, la directora destacó que el 17 de febrero vendieron los últimos 60 mil litros a una bodega de la zona central que solamente exporta. “Ellos están a otro nivel”, puntualizó.

Al respecto, el gerente de Coovicen, Juan Carlos Lagos, detalló que completaron la venta de 360 mil litros de vino a granel, “en su mayoría Moscatel, a cinco compradores regionales y nacionales, con lo que completamos este gran paso de darle valor agregado a nuestras uvas, que es lo que hemos venido diciendo hace 12 años”.

En cuanto al precio, dijo que “partió a $250 y terminó a $300 por litro, lo que está determinado por el mercado, que se está anticipando a la merma en la producción de uva prevista para esta temporada, que debiera rondar un 20% debido a la sequía”.

Se trata de la segunda temporada que venden vino a granel, pero Lagos acotó que el año pasado fueron solo 60 mil litros para compradores regionales, “pero este año es la primera vez que nosotros logramos hacer negocios con viñas exportadoras de la zona central, lo que nos tiene muy contentos, porque nosotros siempre hemos dicho que hay que ir escalando, primero vendiendo a granel, luego embotellando”, destacó Lagos.

El dirigente reconoció que el último precio ($300 por litro) “fue muy positivo en comparación con el comportamiento que tuvo el precio de la uva, en que se pagaron $80-90 por kilo de uva, entonces, esto permitió que los productores ganaran un 30-40% más”.

Asimismo, Lagos expresó que para el próximo año esperan aumentar su producción. “Tenemos maquinaria con capacidad para elaborar un millón y medio de litros, y en la próxima temporada, si resultan algunos negocios, yo estimo que podríamos llegar a 500-600 mil litros”.

Por otro lado, informó que este año también invertirán en mejorar la infraestructura. “Estamos postulando a un proyecto al Indap para implementar el sistema de frío, que nos permitirá obtener vinos blancos de mejor calidad, además, estamos incursionando en los espumantes”.

Foto: Víctor Orellana.

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