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Utopía v/s realidad: las fórmulas para que los independientes lleguen a la CC

Cristian Cáceres

Casi el 80% de los chilenos votó hace dos semanas por escribir una nueva Constitución por medio de una convención constitucional, y el clamor popular apunta a prescindir al máximo de los políticos tradicionales.

Ni exdiputados, ni exsenadores ni exministros o exalcaldes. La calle pide renovación, bases, diversidad y mucha independencia, expectativas que pueden chocar estrepitosamente con la realidad, dado nuestro actual sistema electoral y su carácter representativo, que otorga a los partidos políticos un rol clave.

“La decisión de elegir los miembros de la convención constitucional utilizando el sistema de listas da un rol preponderante a los partidos políticos para controlar quiénes puedan presentarse. Como ocurre actualmente en las parlamentarias, hay muchos obstáculos innecesarios para la participación de independientes”, sostuvo la politóloga y académica de la U. de Concepción, Jeanne Simon, quien recordó que fueron los mismos partidos los que eligieron este sistema.

“Podrían haber tomado la decisión de conformar distritos más pequeños y con mayoría relativa (el sistema que utilizamos para elegir alcaldes/alcaldesas), que permite que un(a) independiente compita en igualdad de condiciones. Me parece que tomaron la decisión pensando en la importancia de mantenerse como porteros (gatekeepers) del proceso: ellos deciden quiénes pueden participar”, aseveró.

Según Jeanne Simon, el sistema de listas tiene sentido si cada una de ellas presenta un programa constituyente. “Es el rol que deben jugar los partidos políticos, pero la desconfianza ciudadana en estos debilita la opción de que los valores y principios que tienen las colectividades se mantengan en las deliberaciones y negociaciones de la convención”, arguyó.

Así, agregó, “es clave que los partidos abran espacios de discusión y debate sobre los principios y valores que proponen defender dentro de la Constituyente. En estos espacios de discusión pública, deben participar independientes de distintos territorios, disciplinas, entre otros ámbitos. De cierta manera, los cabildos realizados en distintos territorios después del estallido, ya adelantaron un poco el trabajo. Los cabildos del proceso constituyente iniciado durante el gobierno de Michelle Bachelet también permiten contar con una base. No se puede perder este debate, la idea es generar discusión. Creo que los partidos pueden lograr mayor adhesión informada de la ciudadanía hacia sus planteamientos, y se puede llevar a cabo un proceso de formación cívica intensivo”, afirmó.

En ese sentido, han surgido grupos de independientes que buscan aportar a la discusión constituyente, como ‘Independientes No Neutrales’, que Jeanne Simon apoya.

“En general, los y las independientes no están en contra de los partidos, pero tampoco quieren entrar como miembros de segunda clase en sus listas. En eso, me parece que los partidos deben reflexionar sobre su responsabilidad en la desconfianza existente, y buscar transformarse para poder colaborar de manera efectiva con candidatos/as independientes afines. Yo creo que los rostros nuevos serán principalmente las mujeres, debido a la paridad de género. No veo que los rostros de siempre quieran ceder espacios y apoyar a las nuevas generaciones a construir una Constitución de calidad”, sentenció.

Numerosas dificultades

Alfonso Henríquez, abogado y académico de la UdeC, ha sido parte activa a nivel local en cuanto a formación en torno al proceso constituyente.

“Los independientes pueden jugar un rol clave, al permitir canalizar las demandas ciudadanas que no han sido recogidas por las fuerzas políticas tradicionales. Sin embargo, estos se enfrentan a numerosos problemas. En primer lugar, si bien se han flexibilizado los requisitos en relación con las firmas que se requieren para formalizar sus candidaturas, juntar las mismas, será una tarea que no estará exenta de dificultades, dado el poco tiempo con el que se cuenta para ello, y el difícil contexto sanitario en el que se deberá completar dicha tarea. Por otro lado, el sistema de elección proporcional, favorece a las listas de partidos políticos, en desmedro de los independientes, lo cual hará muy difícil que estos puedan obtener buenos resultados en la elección de convencionales”, sostuvo. Para ello, dijo, “se ha propuesto que los partidos incorporen dentro de sus listas a estos candidatos. Esta posibilidad parece atractiva, pero entraña un doble riesgo: que, por el efecto de arrastre, el postulante independiente termine por allanar el camino a candidatos pertenecientes a partidos políticos, muchos de los cuales quizás no se encuentren entre las mejores opciones para representar a la región; y segundo, que el independiente, como condición para que se le entregue un cupo, deba someterse a los lineamientos de las directivas partidarias, con lo cual perdería su condición de tal. Sin embargo, éstas son opciones que se deben sopesar, dado que debemos contar con alternativas competitivas, a fin de que los aspirantes tengan la posibilidad real de ser elegidos”, manifestó.

Henríquez advirtió eso sí una dificultad adicional.

“Los ciudadanos parecen estar más dispuestos a apoyar a candidatos sin vinculación con partidos políticos, y que tengan un perfil experto o social. Lamentablemente, quizás los partidos se decanten por un tipo de candidato que vaya justamente en el sentido contrario, con lo cual nos podríamos enfrentar a un problema muy complejo, a saber, que los ciudadanos vean que la política tradicional salga reforzada de esta elección, y que los independientes, aun cuando obtengan una alta votación, no puedan obtener ningún escaño. Es un gran desafío para los partidos, puesto que la percepción que tenga la gente sobre la representatividad de este proceso, será clave para su éxito”, aseveró.

“Subirse al carro”

Paulina Pinchart, académica y experta en Marketing Político, cree que el problema que hay hoy respecto de las expectativas, “tiene que ver con que la gente votó, y el Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución se hizo basado en nuestro actual sistema electoral para parlamentarios. Los ciudadanos desconocen cómo funciona, y las repercusiones que esto puede tener. Los ciudadanos no quieren tener nada que ver con candidatos ‘políticos’, y eso es imposible, porque la base en la que se sustenta esta Constitución que se va a escribir es un sistema democrático representativo, y en el libro que uno tome sobre este tema, dirá que esta representividad se da a través de los partidos políticos”, afirmó.

En el fondo, dijo, “cuando uno habla de independientes, lo que la gente plantea es que no tengan militancia partidaria, pero en el fondo, todos tenemos ideología, no se puede carecer de ella. Muchos querrán postularse porque han trabajado en organizaciones, en la junta de vecinos, en beneficencia, pero primero, no son personas conocidas, y segundo, si van en listas de independientes, esas listas no tienen ninguna posibilidad de salir, a menos que todos los independientes fueran en una sola lista y se organizaran”, advirtió.

Si bien los partidos se han mostrado abiertos a incluir independientes en sus listas, agregó, “desde este mundo y desde las organizaciones existe resquemor a ser parte de dichas propuestas, pues no quieren identificarse con ‘políticos’. Ahí yo creo que hay que sopesar el objetivo final. Estratégicamente, si yo fuera una independiente que quiere participar de la Constituyente, debiera hacer el análisis: qué me conviene más, si relacionarme con un partido político, por muy desprestigiado que estén los políticos, y tener una mayor posibilidad de salir electa; o defender mi posibilidad e independencia e ir e una lista aparte, sabiendo que disminuye inmediatamente mi posibilidad de salir. No hay otra forma de subirse al carro, y ahí es cuando los ciudadanos deben entrar en dichos partidos o crear otros, para articular la política”, sentenció.

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