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Bajas temperaturas y escasas lluvias predominarán este año en el país por lo que se proyectan mayores niveles de contaminación en Chillán y Chillán Viejo, a raíz del encendido de estufas, lo que obliga a las autoridades a restringir su uso.
A partir del 1 de abril comenzó a funcionar el Plan de Descontaminación Atmosférica que buscan reducir la alta emisión de material particulado fino proveniente del uso intensivo de la leña en invierno, a través de diversas acciones como la fiscalización a fuentes de humo, recambio de calefactores y programas para aislar las viviendas del frío exterior.
“El gran problema es el uso de la leña, que se asocia al tema de la calidad de la vivienda. Tenemos viviendas con pobres estándares de aislación, que disipan mucha energía”, explica Marcelo Fernández, jefe de la División de Calidad del Aire del Ministerio del Medio Ambiente.
La Dirección de Meteorología de Chile informó que las precipitaciones en el trimestre abril-mayo-junio serán menores al promedio histórico, y las temperaturas mínimas, también, por lo que se anticipan altos niveles de polución.
“La misma área en donde el pronóstico del clima indica que las condiciones serán más secas de lo normal coincide con el área de temperaturas más frías; esto, probablemente asociado no solo a una mayor cantidad de días despejados sino también a la predominancia de masas de aire frío con relativa frecuencia”, indica el documento publicado por diario El Mercurio.
Esta amenaza de mayor contaminación es preocupante, porque cada vez que hay un episodio crítico de mala calidad del aire, las visitas a los consultorio locales se disparan, y baja la asistencia a las escuelas, entre otras consecuencias directas por la presencia de material particulado.
El presidente del Colegio Médico Regional de Chillán, Juan Pedro Andreu, detalló al medio escrito que “tras estos episodios, siempre hay un peak en la morbilidad, hay un aumento de hospitalizaciones por patologías respiratorias crónicas y también hay un aumento en la mortalidad”.
El alcalde de la capital de Ñuble, Sergio Zarzar, espera que este año la inversión de más recursos para cambio de calefactores y subsidios de aislación térmica pueda funcionar de mejor manera. En tanto, desde el Gobierno apuestan a que un aumento en las fiscalizaciones permita enfrentar el problema.