El Comité de Arándanos de Chile-Asoex, en conjunto con iQonsulting, estimaron que las exportaciones de arándanos frescos chilenos para la temporada 2023-2024 registrarán una baja de 6% respecto al ejercicio anterior, mientras que destaca un crecimiento de 10% en los envíos de arándanos congelados.
Estas proyecciones se generan a partir de una base productiva que está cambiando rápidamente, y en la cual, las hectáreas plantadas este año llegan a 18.071, un 2% menor a 2022. “Esto se explica por variedades antiguas de menor productividad y vida de postcosecha, de las cuales se han arrancado 1.164 hectáreas, y de la plantación de 607 hectáreas de variedades nuevas”, destacó Andrés Armstrong, director ejecutivo del Comité de Arándanos.
Agregó que “las nuevas variedades superan el 20% de la superficie plantada y deberán mostrar aumentos productivos más relevantes las temporadas siguientes”.
Por otro lado, explicó que la estrategia apunta a renovar las variedades y generar manejos productivos y servicios logísticos más eficientes, que permitan llegar con calidad consistente a los mercados, así como también a costos competitivos.
“No estamos especulando con lo que puede pasar con la oferta peruana en diciembre y enero. Tenemos una oportunidad única para mostrar a nuestros clientes que podemos ser un proveedor necesario y confiable, y en eso están trabajando y focalizándose nuestros asociados. Pensar que podría haber una oportunidad para seguir exportando fruta que no tiene la calidad que el mercado necesita y espera, nos parece una forma de atentar contra el futuro de nuestra industria. Los países que compiten con Chile, no sólo Perú, continuarán con aumentos de producción los próximos años. Existe demanda para ese crecimiento, pero sólo para fruta que cumpla con los estándares de mercado actuales”, puntualizó.
