Esta semana, la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio dio a conocer que ya están disponibles los recursos para llamar a concurso a la entidad que deberá hacer el estudio de diseño del nuevo Museo Regional en el sector de Ultraestación. Con el fin de celebrar el hito, llegó hasta la zona el subsecretario de Patrimonio, Emilio de la Cerda, quien conversó en extenso con La Discusión para abordar este y otros temas de interés cultural.
Esta semana usted celebró el hito del museo con la propia comunidad ¿Cómo toma el inicio de este proceso?
Es una noticia muy alegre, trabajada desde la creación de la región con el Gobierno Regional y distintos ministerios como el MOP, el Minvu (porque el Museo estará en el Parque Ultraestación), el Ministerio de las Culturas. Es un sitio aledaño a la línea del tren y el proyecto fue incorporado en el Plan Nacional de Infraestructura Nacional, es un compromiso de esta administración pero que está llamado a ser continuado por las futuras administraciones. Se ha trabajado con la autoridad local para recuperar ese espacio. EFE tenía un proyecto en el lugar, pero lo adaptaron para permitir el parque y el museo. El guión del Museo Regional aún no está escrito, será realizado por la propia comunidad. Tendrá el pasado precolombino, la realidad fronteriza de la zona, y toda la artesanía y el conocimiento campesino de la región, también tendrá un capítulo especial de los grandes artistas que la región ha dado. La región se entiende a así misma desde esta impronta.
Hablando de Quinchamalí. Ahí se ha hecho un trabajo importante de difusión, pero al parecer algo falta para que la gente llegue como lo hace a Pomaire, por ejemplo…
Para nosotros todo lo que significa Qunchamalí como tradición alfarera en clave de conocimiento campesino heredada de técnicas precolombinas, es una joya de Chile. Se trata de una artesanía muy particular, de una belleza enorme y de una técnica muy compleja. Como Ministerio venimos dialogando con las loceras desde hace bastante tiempo en el marco de la Convención de Patrimonio Inmaterial de Unesco. Chile ratificó esa convención y establece un procedimiento de salvaguardia par alas manifestaciones de Chile. Se ha dado que las propias artesanas han solicitado al Estado la inscripción de su conocimiento en el registro de patrimonio inmaterial de Chile. Hay un compromiso y desde esa experiencia hemos venido trabajando en la postulación del conocimiento alfarero y campesino de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca en la lista representativa de patrimonio inmaterial. En los últimos meses, fruto de mucho diálogo, estamos decidiendo enviar en marzo del 2021 el expediente a Unesco bajo la figura de Salvaguardia Urgente. No basta con reconocerla, hay que hacer otras acciones como las de acceso, o señalética. Otras tiene que ver por cómo se transmite el conocimiento, previsión social, cambio climático, entre otras. Se trata de toda la cultura que está alrededor de la manifestación y que la sustenta.
La Capilla San Juan de Dios, Monumento Nacional, tenía los recursos para su restauración, sin embargo a raíz de la pandemia, esos recursos se desviaron a otras áreas ¿Qué se le puede decir a la comunidad que estaba esperanzada en esa recuperación?
Nosotros hemos seguido de cerca el proceso, tanto del hospital con el rescate de los hallazgos arqueológicos, como de la capilla. Teníamos muy buenas gestiones hechas con el intendente y el MOP para ejecutar el proyecto por tres mil millones. Al igual que en todo Chile, las prioridades se reordenaron primero con la revuelta de octubre del 2019 y luego con la pandemia. La capilla es Monumento Histórico y nosotros como Estado tenemos un compromiso de conservar el patrimonio de Chile. Para eso se protegen, no para que se caigan. Nosotros no hemos soltado las gestiones para que ojalá lo antes posible se puedan asignar los recursos de ejecución de ese proyecto. Es importante que se haga sin demasiada dilación aun entendiendo el momento complejo en el que está el país. Nosotros tenemos la convicción de que el patrimonio cultural es parte del desarrollo de las sociedades y no es algo que uno pueda postergar porque los valores simbólicos que están en juego son tan importantes como los valores materiales. Nosotros en sociedad vivimos de valores de distinta naturaleza que interactúan, y para las comunidades locales y nacionales, el patrimonio debe cuidarse porque es parte de su identidad. Mantenemos las conversaciones, creemos que se tiene que poder priorizar y estamos trabajando en eso. Sobretodo para que el proyecto técnico no se venza. En el tiempo los inmuebles acumulan más daños, por sismos, lluvias y eso obliga a revisar las propuestas técnicas. Queremos que en el plazo más breve se puedan retomar las obras para recuperarlo y que el conjunto completo de hospital más capilla se pueda abrir lo más simultáneo posible para el uso de la comunidad.