Complejo ha resultado para el municipio local el poder asegurar los servicios de furgones escolares a aquellos estudiantes de la Educación Municipal que por situaciones de distancia, salud o vulnerabilidad, los habían estado recibiendo con regularidad hasta el inicio de las restricciones sanitarias resultantes de la pandemia por coronavirus.
Esto porque la deserción de los conductores o “tíos del furgón” se acrecentó luego que, suspendidas las clases presenciales durante todo el Estado de Excepción e incluso más, comenzaran a buscar otros rubros, como el traslado de trabajadores de empresas privadas y actividades similares.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]La falta de oferentes a los llamados municipales se refleja en que a la fecha, aún no es posible cubrir mucho más de un 50% de las rutas regulares, lo que ha afectado a cientos de estudiantes de la comuna, especialmente ahora, que ya las clases se tornaron totalmente presenciales, otra vez.
La situación fue planteada ante el Concejo Municipal por el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, quien entre los fundamentos que explican el contratiempo destaca con preponderancia el que “hasta la fecha, nosotros estamos pagando cerca de 35 mil pesos mensuales por niño, mientras que los furgones que trabajan de manera particular reciben entre 80 y 85 mil pesos, entonces la brecha es demasiada”.
Sin embargo, el diagnóstico vino acompañado del anuncio de la inyección de recursos por cerca de 500 millones de pesos para mejorar la oferta y de esa manera hacer más atractivo para los dueños de este tipo de vehículos especiales, el volver a hacer tratos con la municipalidad.
Actualmente, la cantidad de alumnos del sistema municipal que requieren de transporte escolar asciende a unos 2.494.
De ese total el Daem ya ha contratado buses para 1.389 alumnos, sin embargo, aún faltan buses para movilizar a unos 1.105 estudiantes.
500 millones más
Según lo declarado por el alcalde Benavente, para hacer frente a esta carencia, se aprobaron $500.000.000 del Fondo de Apoyo a la Educación Pública, Faep, 2022, del Ministerio de Educación, una parte de los cuales serán destinados a contratar transporte escolar.
De esta manera, para satisfacer las necesidades se están gestionando nuevos contratos directos, con operadores del rubro.
“Lo que pretendemos es llegar a acuerdos que alcancen pagos cercanos a los 55 o 60 mil pesos por niño, lamentablemente no podemos igualar lo que se paga a nivel particular, pero al menos de esta manera, esperamos cubrir el 90% de los recorridos de aquí a un mes más”, anticipó el jefe comunal.
En tanto, el director del Daem, Marco Aguilera, añadió que la repartición ha acudido a “diversos modelos para ofrecer el servicio de transporte a las familias como licitaciones e incluso trato directo con operadores calificados y que cuenten con los requisitos para ello”.
La autoridad educacional, adelantó que se espera que durante las próximas semanas la entidad que dirige pueda concretar las gestiones que se llevan a cabo con la finalidad de tener además buses y minibuses que lleven a los alumnos a sus establecimientos, tanto de escuelas y liceos del centro como de los del sector rural, ya que en especial, en estos últimos lugares la locomoción pública se ha hecho cada vez más insuficiente para la alta demanda y los horarios, muy limitados.
Reuniones de definición
Desde la Seremía de Educación, su titular regional, profesor César Riquelme, tras comentar que ya ha tenido reuniones con el gremio para poder acercar posturas, sin embargo, admite que hay aún temas que no han sido especificados y deberán aclararse con la seremi de Salud.
“Hay dudas respecto a ciertos protocolos sanitarios, porque lo único que tienen claro es que por ser un furgón un espacio cerrado, los niños deben usar mascarillas. Sin embargo, no saben todavía qué pasa si uno de sus pasajeros da positivo, si es necesario que todos los niños queden en cuarentena; como tampoco hay claridad si ellos son libres de negarse a trasladar a un menor que presente síntomas como la fiebre, que es algo que vemos que ocurre en muchos lugares. Es importante definir estos protocolos, para que esto tampoco se transforme en una cacería de brujas”, concluyó.
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