Esta semana, en Ránquil, se llevó a cabo un hallazgo arqueológico en un predio particular de propiedad de Óscar Yévenes, quien encontró un cuerpo al lado de una vasija. Según las primeras conclusiones inferidas por el equipo del Consejo de Monumentos Nacionales, los restos corresponden a un hombre mayor de 21 años, sin daños de maltrato en su cráneo y vértebras. Observando su dentadura, las características de la alfarería que lo acompañaba y de las conchas encontradas a la altura de su pecho, su data sería de entre el 700 y 1400 d.c. Los restos fueron conducidos hasta el Museo de Historia Natural de Concepción a la espera de los peritajes que deberán determinar las sospechas de los especialistas que llegaron primero al lugar del hallazgo.
Pero este no es el único hallazgo interesante en la historia de la región. El más reciente fue el realizado en el marco de las obras de construcción del nuevo hospital en el sitio de la antigua edificación, en Avenida O’Higgins. Allí se hallaron las fundaciones del ex hospital San Juan de Dios, además de otros elementos individualizados en desechos hospitalarios, ollas y planos de otros recintos de salud.
El secretario técnico del Consejo de Monumentos Nacionales, Erwin Brevis, detalló el proceso de resguardo de los elementos encontrados en las obras. “Las fundaciones del antiguo Hospital San Juan de Dios fueron registradas e investigadas según lo solicitado por el Consejo de Monumentos Nacionales, proceso en el cual se incluye la elaboración de imágenes 3D hechas con dron. Una vez aprobados los informes del levantamiento y registro de material arqueológico en su totalidad, el servicio de salud de Ñuble dio inicio a las obras para las nuevas fundaciones del recinto”, dijo a La Discusión.
Un tiempo atrás, en el verano del 2013 había sido el turno de los famosos túneles de la misma Avenida O’Higgins, mientras se realizaban obras de ampliación de la calzada. Si bien las obras se detuvieron algunas semanas y llegaron expertos a la zona, se determinó que los túneles estaban hechos para ductos para la canalización y desagüe de aguas lluvias.
El fenómeno de Quilmo
Quilmo es otro de los sectores en donde se han hecho diversos hallazgos. El último, en junio de este año cuando se halló una serie de restos óseos humanos de antigua data. Los huesos fueron encontrados al interior de un orificio de 50 centímetros, por parte de una persona que circulaba por el sector, dando cuenta de inmediato a la policía, y estos, a su vez al Ministerio Público.
Fabián Irribarra, director del Museo Antropológico advierte que no es casualidad que Quilmo esté entregando permanentemente material. “El sector, antiguamente era zona de poblamiento prehispánico, porque las personas buscaban lugares próximos a esteros, quebradas y en esos espacios generalmente se generaba actividad social, se reunían esas comunidades”, explica.
Lo mismo cree la arqueóloga y antropóloga Zulema Seguel, quien advierte que, en esta zona, seguirán apareciendo elementos de antigua data. Ella recordó para La Discusión que, en 1964, fue llamada por la Universidad de Concepción para fundar el Centro de Investigación Arqueológica. Desde ese cargo, Zulema pudo conocer de cerca la realidad de nuestra zona. “La UdeC me llamó porque siempre se oía hablar de restos en la zona central y norte porque ahí se conservan mejor por clima y tipos de suelo. En la parte centro sur de Chile había muy pocas investigaciones, casi nada. Por esto, se creó el centro, en donde levantamos un proyecto de impulsar las investigaciones arqueológicas en la zona centro sur y en las zonas de Ñuble, Maule, Biobío y Arauco”, explicó.
Zulema recuerda que se trabajó desde la costa. “Hicimos un barrido, una exploración sistemática desde Buchupureo hasta el Golfo de Arauco y tenemos mapeado una serie de sitios arqueológicos donde pudo haberse asentado gente. Encontramos restos también por esos años en Trehuaco, en el Río Lonquén. Nunca se había hecho en la zona una exploración de este tipo, más sistemática”.
Zulema advierte que los últimos hallazgos se han dado por casualidad, pero no por un trabajo sostenido de investigación. “Conozco la zona, la he explorado, sabemos cuáles son los lugares de posibles asentamientos prehistóricos humanos, pero se requieren de personas, implementos y recursos para hacer investigación. Los lugares están relacionados con muchos factores, el hombre busca puntos de agua, un lugar de abrigo, tiene que tener condiciones ecológicas donde pueda tener bienes de subsistencia. Ñuble, de norte a sur por la costa y de este a oeste desde el valle a la costa, cuenta con movimientos migratorios que fueron buscando bienes de subsistencia, uno de los lugares es desde el valle central por los ríos, el Río Itata y el sector de Quilmo”, explicó.
Generar las condiciones
La mayor parte de los hallazgos no han podido quedarse en Ñuble, por la falta de lugares y espacios. Fabián Irribarra, adelanta que el Museo Antropológico del Itata, está trabajando en un proyecto para contar con un sistema de bodegaje que permita que las colecciones no tengan que ser dirigidas hasta Concepción.
La seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, María Soledad Castor, también reflexiona en torno al tema. “Esperamos que, en un futuro próximo, los arqueológicos de la nueva región de Ñuble puedan estar en el futuro Museo Regional para el cual desde el Ministerio de las Culturas y otros actores estamos trabajando en su formulación. Esperamos que sea en ese lugar donde los investigadores y, sobre todo, la ciudadanía pueda conocer más sobre de la riqueza arqueológica de la zona”.