Close
Radio Radio Radio Radio

La transformación urbana y económica que se prevé para el entorno al nuevo hospital

Mauricio Ulloa

Con un 70% de avance en su construcción, se espera que el proyecto del nuevo hospital regional de Ñuble finalice durante el primer semestre de 2025. A medida que la obra avanza, se prevé una transformación económica y urbana sin precedentes en ese tramo de la avenida O’Higgins y sus alrededores.

La comunidad espera con expectación los cambios que se avecinan en las inmediaciones, anticipando una revitalización del área y el surgimiento de un nuevo polo de desarrollo urbano a partir de la llegada de más comercio y servicios.

Los vecinos de las proximidades del futuro establecimiento valoran su puesta en marcha, por la conveniencia de tener, a pocos pasos, acceso a atención médica de complejidad, junto con celebrar el mayor dinamismo que inyectará al sector y la revalorización de la propiedad. Sin embargo, admiten que existe preocupación por los problemas que podrían desencadenarse en el entorno, los cuales imponen desafíos para las autoridades.

Temen, por ejemplo, que el aumento del flujo vehicular pueda agudizar problemas ya existentes en el sector, como el exceso de velocidad que ha ocasionado varios accidentes de tránsito.

Así lo denuncia la presidenta de la Junta de Vecinos de Schleyer, Claudia García, en cuyo sector un 70% de la población son adultos mayores, por lo que estima que la seguridad vial se ha convertido en una prioridad urgente, apuntando que se debieran implementar lomos de toros, señalética y culminar la segunda etapa del proyecto de circuito peatonal del Ministerio de Vivienda.

“Hay una preocupación constante en cuanto a la población flotante. El impacto en el tema vehicular, porque el sector es muy antiguo con pasajes angostos. Muchos vecinos estacionan sus autos fuera de sus casas. (…) Hoy indistintamente por el hospital, se ve mucho flujo de vehículos. El sector hace dos años ya no es el mismo. Ya hemos tenido atropellos y choques, por Palermo. Pasan a mucho exceso de velocidad. Los adultos no pueden transitar con sus sillas de ruedas por las veredas o con alguna asistencia técnica. Se ven obligados a pasar por las calles, entonces, con el exceso de velocidad hoy en día es muy complejo. Aquí hay proyectos del Minvu en desarrollo aún. No todas las calles tienen acceso universal. Hay una etapa terminada en nuestro sector y ahora estaba en diseño la segunda etapa, que se ha cambiado por el municipio respecto a la cantidad de tramos a intervenir”, revela.

Eventual arribo de ambulantes

La Junta de Vecinos Sur Poniente N16, El Tejar, es la voz de los sectores Marta Brunet, Las Galegas, Villa Chillán, El Tejar y Quero. Su presidenta, Miguelina Larrere, expresa que la llegada del nuevo hospital representa una oportunidad de desarrollo y bienestar para su comunidad. Sin embargo, la optimización del sector también plantea desafíos, y la creciente movilidad vehicular es una preocupación compartida. “Chillán Viejo cerró una parte y pasan todos los camiones por aquí. A cierta hora, los camiones no pueden pasar por avenida O’Higgins, se van directo por Ruiz de Gamboa y llegan a calle 1. Eso ha sido un problema, porque las calles no están aptas para soportar vehículos tan grandes”, advierte.

El comercio ambulante, una realidad que se vislumbra con la apertura del hospital, también genera inquietud, en vista de la experiencia que se vive en Av. Argentina. “No al comercio ambulante, porque eso genera otro tipo de problemas. Está inserta la delincuencia, aunque digan no, pero ocurre. Lo bueno es que el comercio legal va generar una oportunidad de trabajo también para los mismos vecinos. Es un tema que vamos a trabajar, porque nos interesa que a futuro exista mayor control y fiscalización, porque no queremos que se repita lo que existe en el otro hospital por calle Francisco Ramírez, donde casi no se puede caminar”, manifiesta la representante.

Asimismo, Miguelina reconoce que la plusvalía de las propiedades ya ha experimentado un notable incremento, reflejando la demanda creciente en el área. “Si estas casas ya costaban 40 o 60 millones, ahora valen 180 las que están vendiendo. Por lo menos, en Marta Brunet, ya hay dos casas que se están ofreciendo porque son mayores, no sé si los hijos están vendiendo las casas por herencia. Y la otra casa, la dueña se fue por trabajo a otra ciudad. Y así y todo ya se vendió una en 220 millones, porque tenía piscina”, comenta.

“Calidad de vida deteriorada”

Para los residentes de la Villa Santiago Watt el impacto de la megaobra ha sido significativo, por ser colindantes al terreno hospitalario. Admiten que la convivencia con el “nuevo vecino” ha sido compleja desde sus inicios y lo han expuesto a los encargados del proyecto.

Aclaran que no están en contra de la instalación del nuevo hospital, reconocen su aporte al desarrollo de la salud pública regional y su acceso cercano, pero admiten que han lidiado con los efectos negativos de la construcción como ruidos molestos, polvo, deterioro de la propiedad, sombra, entre otros.

A raíz de sus reclamos, Talitha Gavilán, presidenta del comité habitacional, sostiene que se conformó una mesa de trabajo con el Servicio de Salud Ñuble, donde acordaron compensaciones para 20 familias afectadas.

“Lo que pedimos fue que hubiese una compensación para todos los vecinos que estamos súper afectados, porque no es toda la villa. Está la posibilidad que podamos acceder a un beneficio para la mejora de las casas, pero se supone que íbamos a tener respuesta. Para nosotros es importante que esto se cumpla”, solicita.

Las compensaciones se basan en que los vecinos, mayoritariamente adultos mayores, han visto deteriorada su calidad de vida. Incluso otros se han visto obligados a migrar a otros sectores de Chillán.

“Hay vecinos que se han ido. Me da pena, porque han perdido su calidad de vida. Imagínate el ruido para un niño con TEA. Ellos se tuvieron que cambiar, siendo dueños de casa, no arrendatarios. (…) Tampoco podemos aceptar que la propiedad de los afectados se deteriore y tengan que vender sus casas a un precio para poder irte”, dice.

“Aquí se está perdiendo la identidad de barrio, porque circula mucha gente. Por ejemplo; nuestras áreas verdes están convertidas en comedores o baños. Muchos trabajadores dejan sus vehículos y se estacionan en los pasajes. Una ambulancia no pudo pasar a buscar a un vecino y tuvieron que llevarlo en camilla” agrega.

Vivienda en venta y arriendo

Desde la visión de la corredora de propiedades, María Graciela Fuentes, se vislumbra un cambio trascendental en la dinámica de la conocida zona residencial de la Avenida O’Higgins.

Según plantea, la mayoría de los residentes de la primera línea de la Avenida O’Higgins, hacia el poniente de Chillán, ya han vendido sus propiedades, anticipando una transformación hacia un área predominantemente comercial.

“Toda la primera línea de la avenida O’Higgins, por Marta Brunet, la mayoría de la gente ya ha vendido sus propiedades. Yo estoy en la negociación de una y la señora ya está viviendo en otra parte. Eso va ser 100% comercial. Lo que pasó acá con la Avenida Argentina. Todo lo que está frente al hospital es comercio y eso va suceder allá. Por lo tanto, esa parte residencial va empezar a desaparecer de a poco. Por seguridad, la gente mayor ya se está movilizando. Eso de aquí a un año, será comercio, porque en todas partes con estos megaproyectos pasa eso. El polo pasa a ser comercial”, comenta.

La experiencia de la Avenida Argentina, donde se emplaza el actual complejo asistencial, según la profesional, sugiere que la transformación de la Avenida O’Higgins será positiva, generando un comercio que actualmente casi no existe en esa zona.

“Seguramente se van a instalar farmacias, locales de comidas y todo va a tener un cambio. Es positivo, porque se va generar un comercio que hoy no existe en el lugar y se va ir creando de a poco. En un año funcionando el hospital se va a notar”, advierte.

María Graciela Fuentes también destaca la posible repercusión en el valor de las propiedades, indicando que muchos propietarios buscan comercializar sus viviendas a un precio considerablemente mayor, aunque admite que esto dependerá del comprador. “El valor de la vivienda va a aumentar, la mayoría busca vender al doble del valor original”, comenta.

En la misma línea, la corredora de propiedades, Ingrid Oyarce, anticipa cambios inminentes en el sector de la población Pedro Lagos, al oriente del hospital, impulsados por su futura operación.

“Donde hay una megaobra y con cientos de personas trabajando en ese lugar es mucho lo que se requiere. Alrededor no van a quedar las mismas casas. De hecho, ya la gente está pidiendo terrenos para laboratorios y negocios relacionados con lo médico. Han subido mucho los valores, porque es reducido el espacio, por lo tanto, todos van a querer estar cerca del hospital”, asegura.

La profesional comenta que ya algunos vecinos de ese sector, que ha experimentado un recambio etario, en al menos un 40%, han dispuesto sus casas ya sea para arriendo o venta con uso comercial ligado al ámbito de la salud.

“De hecho en la población Pedro Lagos lo que yo vendía como casas, ya nadie quiere como habitacional. Todos quieren vender o arrendar para empresas. Porque tú arriendas una casa en equis cantidad como habitacional y como empresa es el doble, aunque te suban las contribuciones”, asevera.

Ingrid Oyarce señala que los precios solicitados por los terrenos han subido considerablemente y se espera que continúen en esa dirección hasta que el hospital comience a funcionar. “Todo el entorno se va a valorizar mucho más, porque la gente quiere estar cerca del hospital. Es una señal positiva que generará empleo e inversión en la zona”, agrega.

“Tenía una propiedad a la venta. Un terreno que estaba pidiendo 3 UF el metro y ahora quieren 7 UF, es harta la diferencia. Son terrenos grandes como para hacer edificios y estacionamiento”, expone.

Nuevo polo urbano

Para el Presidente de la Cámara de Comercio, Alejandro Lama, el nuevo hospital no solo representa un avance en el ámbito de la salud, sino que también se proyecta como un motor para el desarrollo económico local.

“Va a ser un polo de desarrollo muy importante que se va a ir dando a partir de cuando ya empieza a funcionar”, afirmó Lama.

Anticipa que el aumento en la concentración de personas en la zona generará una necesidad evidente de servicios complementarios, como establecimientos comerciales y otros servicios. Esta convergencia de usuarios, según Lama, hará que el comercio local experimente un auge significativo.

“Va haber muchos profesionales que van a llegar a trabajar ahí, que van a querer tener su domicilio lo más cerca posible. Va a haber el consumo de alimentación, de colaciones, necesidad de estacionamiento, probablemente, si es que el hospital no da abasto. Y un montón de servicios más. Y comercio, por supuesto, va a converger tantos usuarios que va a requerir también atención y servicios”, proyecta.

Proyecto

En el presente, la construcción del nuevo hospital regional de Ñuble progresa a paso firme, desarrollando la etapa de terminaciones.

“Es parte de la nueva generación de hospitales, con altos estándares de calidad y que contará con moderno equipamiento, para entregar atención oportuna y de calidad”, destaca Christian Alarcón, director (s) del Servicio de Salud Ñuble.

Actualmente se están terminando las fachadas, avanzando en la instalación de cerámicos, porcelanatos, pavimentos interiores, barandas, revestimiento de muros, muebles y cielos, para próximamente realizar el empalme eléctrico del edificio y conexión de agua potable.

De cara a su puesta en marcha, se contemplan medidas de mitigación de carácter vial.

“Se realizó el Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU), el cual fue modificado y aprobado durante octubre y se espera comenzar a ejecutarlo a contar de enero del 2024, el cual busca generar pistas de aceleración y salida del Hospital, modificar el bandejón central de Avenida O’Higgins, bahías para locomoción colectiva, nuevos semáforos, sincronización de semáforos, entre otras obras”, detalla el inspector Técnico de Obra del SSÑ, Sebastián Olea.

Las diferentes organizaciones de la sociedad civil han sido invitadas durante la ejecución del proyecto para conocer sus progresos.

“Hemos realizado un trabajo con los vecinos y vecinas del sector, para mantenerlos informados sobre el proceso y estado de avance de la obra, así como también resolver sus distintas inquietudes”, comenta Susana Yáñez Valdés, Jefa Departamento de Participación y Satisfacción Usuaria del SSÑ.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top