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La experiencia de los liceos y escuelas de Ñuble que retornaron a clases

Tras siete meses de la suspensión de las clases presenciales por la pandemia de Covid-19, el pasado 20 de octubre tres escuelas de Ñuble retornaron a las aulas, luego de implementar una serie de protocolos sanitarios recomendados por el Ministerio de Salud para reducir el riesgo de contagios.

Actualmente son siete establecimientos educacionales de la región los que han retomado las clases presenciales, en comunas que están en fase 3 de Preparación del Plan Paso a Paso: Ránquil, Ñiquén y San Nicolás. Además, se espera que en los próximos días otros tres establecimientos, que ya tienen autorizado el retorno, reciban a sus alumnos.

El seremi de Educación, Daniel San Martín, comentó que “el regreso en cada uno de estos establecimientos se ha dado con todas las medidas de seguridad sanitarias y gradualmente se han ido incorporando más estudiantes, que de forma voluntaria junto a sus familias han tomado la decisión de retornar. Al conversar con ellos y sus profesores, se percibe la emoción de volver a encontrarse y retomar sus aprendizajes y reafirmamos el hecho de que la sala de clases es irreemplazable”.

Agregó que a la fecha existen otras 19 solicitudes de diferentes comunas de Ñuble que están en proceso de análisis.

Cuarto medio

El 21 de octubre el Liceo Bicentenario de Excelencia Polivalente de San Nicolás fue el primer liceo en retornar, y se debió a la solicitud planteada por los alumnos de cuarto medio y su preocupación ante la Prueba de Transición Universitaria (PTU), y los talleres prácticos por parte del área técnico profesional (TP).

El director Víctor Reyes explica que “la vuelta a clase para nosotros obedece a dos grandes objetivos, primero, apoyar a los alumnos de cuarto medio del área técnico profesional que deben cumplir ciertos requisitos para entrar a hacer sus prácticas en las distintas empresas. Ese tema a ellos los tenía muy preocupados y bastante agobiados porque les inhabilita el continuar su proyección. Hoy están recibiendo toda la cantidad de contenido llegando a las competencias que necesitan para seguir con el área que ellos eligieron”.

“Y el otro gran objetivo es apoyar a los alumnos que van a rendir la PTU, tanto humanista-científico como también un grupo importante del área técnico profesional, están recibiendo contenido de lenguaje, matemáticas, ciencia e historia. Todo eso ocurre de lunes a jueves y el día viernes tienen un ensayo presencial de PTU”, prosigue.

La incorporación de los estudiantes ha sido voluntaria y de manera gradual, el primer día de clases partió con 97 alumnos y hoy día son cerca de 147 estudiantes los que asisten. El docente destaca que ha sido bastante emotivo el reencuentro porque “han vuelto a mirarse, conversar y soñar juntos”.

La ejecución de medidas sanitarias, que va desde la instalación de lavamanos hasta la sanitización de buses, ha brindado confianza tanto a los alumnos como a padres y apoderados, para estar de nuevo en el salón de clases, y ha demostrado que cada día son más los estudiantes que quieren volver. Además, Reyes valora la responsabilidad de todos para acatar las normas dentro del establecimiento.

“Al entrar al colegio deben efectuar el lavado de manos y el alcohol gel, luego en el hall hay una cámara termográfica que mide la temperatura, ese es el primer control de temperatura. Luego los pasillos están todos señalizados para que se mantenga el distanciamiento y al ingreso de las salas tenemos un segundo control de temperatura para llevar la trazabilidad. Dentro de las salas hay entre 10 a 15 estudiantes por sala o talleres si es en el caso de TP”, detalla el director del Liceo Bicentenario de San Nicolás, agregando que todos los profesores, asistentes y personal administrativo se tomaron pruebas de PCR para descartar la presencia de Covid.

Las clases presenciales, en lo que resta de año escolar, serán exclusivamente para los alumnos de cuarto medio, el resto de los cursos sigue con la modalidad virtual donde se imparten todas las asignaturas.

Reyes puntualiza que el actual contexto sirve como proyección de lo que será el próximo año escolar, que podría combinar el aprendizaje con clases presenciales y online.

“Todo esto nos va sirviendo como ejemplo de lo que va hacer marzo, cuando ya tengamos este sistema híbrido de funcionamiento, donde existan más estudiantes, y hoy esto nos permite a nosotros un poco imaginar cómo va a ser el tema en el año 2021”, dice.

Escuela rural

La Escuela Básica Los Olivos se ubica en sector rural de Batuco, comuna de Ránquil, y tiene una matrícula de 35 alumnos. Tras solicitud del sostenedor, el 20 de octubre volvieron a las aulas de manera voluntaria y progresiva siguiendo un plan de trabajo, que consiste en clases presenciales tres veces a la semana y con no más de cinco alumnos por sala.

Al principio las apoderadas estaban inseguras de enviar a sus hijos al establecimiento producto del temor al contagio por coronavirus, según manifiesta la directora Elaine Miranda. “Les explicamos a las mamás las medidas que estamos tomando y siguiendo el paso a paso que nos entregó el Ministerio, entonces de a poquito empezaron a mandar a los niños”, precisa.

En promedio son 10 estudiantes, de primero a sexto básico, los que acuden de manera regular. “No todos quisieron volver por lo que seguimos trabajando con ellos vía WhatsApp o plataforma”, destaca.

Respecto a las medidas de seguridad e higiene para prevenir eventuales contagio, en la Escuela Los Olivos se sanitiza, se mide la temperatura corporal y se dispuso de elementos de protección.

“La escuela se sanitiza completa todos los días viernes, durante la semana antes de entrar a clases se limpian las salas, se desinfectan. Las horas de clases son de 45 minutos, en esos 45 minutos los niños salen 10 minutos al patio para desinfectar la sala con alcohol, se limpian las mesas que tienen escudos protectores, y a los niños se les hizo entrega de mascarillas y escudos faciales, al igual que a los profesores”, menciona la directora.

Confiesa que a los niños les tomó tiempo adaptarse a la nueva modalidad, sin embargo, destaca que los profesores se preocupan de que se cumplan las medidas para que las clases se desarrollen de manera segura.

“Hay que ser reiterativo con las medidas porque son pequeños, pero estamos pendientes de que no se saquen las mascarillas. Al principio fue un poco incómodo para ellos pero lo hacen sin problema”, agrega.

La directora también resalta la alegría que significó para los estudiantes ver de nuevo a sus compañeros luego de estar más de siete meses en sus casas.

“Los niños estaban contentos de volver a clases, nos manifestaban que en la casa estaban aburridos y que nos echaban de menos al igual que a sus compañeros. Lo que sí noté es que volvieron más tranquilos y no tan inquietos como antes que costaba tranquilizarlos, tal vez es porque son menos en la sala, en realidad los que volvieron fue porque le insistieron a la mamá que quería volver a clases”, subraya.

El establecimiento espera que la próxima semana que más alumnos regresen a la escuela. “Ya la próxima semana se suman más niños porque vamos a contar con transporte, que no lo hicimos la semana anterior porque no sabíamos cuántos iban a volver, pero ahora las mamás vinieron a la escuela, vieron cómo están las salas, para cuántos niños están condicionadas, la toma de temperatura, la sanitización. Todo eso a las mamás les dio seguridad y ya la semana que viene van a empezar a volver más niños”, finaliza Miranda.

“Nadie está obligado”

En la Escuela Las Rosas, de Ñiquén, las clases presenciales se retomaron en forma gradual el 20 de octubre. Nadie está obligado al retorno a las aulas en el establecimiento, que posee una matrícula de 19 niños y un 90% de vulnerabilidad.

Hasta ahora solo cuatro alumnos han regresado al recinto que implementó inicialmente un horario especial para profundizar en aquellos contenidos, donde hay mayores debilidades.

La directora y profesora de Educación Básica, Evelyn Cerda, explica cómo han funcionado bajo el contexto de pandemia.

“En primera instancia fueron a verificar los seremis de Salud y Educación las condiciones de la escuela. Por la cantidad y la baja matrícula de estudiantes que tenemos, se dieron cuenta que sí podíamos funcionar de acuerdo a lo que estamos solicitando, porque estamos de forma gradual con un día a la semana y a partir de la próxima serán dos días. Solamente dos horas pedagógicas de clases y obviamente están todos los resguardos y tuvimos que hacer un plan de retorno de clases presenciales”, cuenta.

El regreso a las aulas se tornó una necesidad en el establecimiento, para mejorar las condiciones de aprendizaje de los niños, a quienes en estos meses se les ha enviado el material por WhatsApp o al correo electrónico, donde hay una retroalimentación periódica, ya que por ser un sector rural no han tenido clases virtuales por plataformas, ya que aseguran que hay muy poca conectividad a Internet.

“Lo que queremos es tratar que los niños aprendan mejor los contenidos, porque tenemos un escenario complejo en la comuna. Los papitos salen a trabajar, se quedan al cuidado de las abuelitas, a veces ellas no tienen mayor conocimiento para ayudar a los niños. Entonces, se les dio la oportunidad a los estudiantes para que fueran a reforzar los contenidos que más les cuestan. El foco principal nuestro es el bienestar del estudiante tanto en lo pedagógico como en lo emocional. Tratar de sacarlos de la rutina, hay niños que pueden estar estresados por la situación que estamos viviendo”, sostiene la docente.

Para funcionar en “modo Covid”, la escuela adoptó un protocolo especial para evitar el riesgo de contagio, además cada niño mantiene en una caja plástica sus útiles escolares para ser utilizados solo en el aula.

“En la entrada de la escuela tenemos una asistente de la educación que toma la temperatura, los niños pasan por el pediluvio, se les aplica alcohol gel y también a los niños se les aplica una encuesta, para que ver si tuvieron temperatura el día anterior, si han estado con tos, y obviamente si algún niño presenta algún síntoma en la entrada, el niño no puede ingresar”, describe.

Cuartos medios

El Liceo Técnico Puente Ñuble tiene una matrícula de 477 alumnos de prekínder a cuarto medio, donde cerca del 80% de ellos son considerados prioritarios.

Hasta ese establecimiento concurren niños de Chillán, San Carlos y San Nicolás, quienes durante la emergencia sanitaria han desarrollado su aprendizaje a través de plataformas Meet, Classroom y también otras como Eduten y Kidsbrain, con apoyo tecnológico del recinto, donde también disponen del material impreso para sus estudiantes. Sin embargo, desde octubre se retomaron algunas actividades presenciales con los estudiantes de cuarto medio, enfocadas en reforzar los contenidos de la Prueba de Transición Universitaria, ya que desean mantener la continuidad a la educación que desde hace tres años, alcanza sobre el 85%.

“Más que clases presenciales es un reforzamiento que estaba diseñado para estudiantes que van a rendir la PTU, entonces, la idea es darle la oportunidad que puedan ir durante dos veces en el mes de octubre, dos veces durante noviembre y dos veces en diciembre a realizar ensayos presenciales de PTU junto con los profesores que los preparan para la prueba, concentrados en Lenguaje, Matemáticas y las electivas de Historia y de Ciencias”, detalla el director del recinto, Javier Palma.

Anticipa que “en noviembre el cuarto medio agropecuario también va retomar actividades con el tema de la maquinaria agrícola. Ellos i de cuarto medio con la licencia que le permite la conducción de tractor y maquinaria agrícola”.

Como una experiencia positiva califica el director el regreso de los alumnos, ya que estaban ansiosos de reecontrarse con sus pares y de preparar la PTU, en una jornada desde las 8.30 hasta las 13.00 horas que se desarrolla en el auditorio del recinto, donde se instalaron pupitres personalizados con acrílico, separados cada dos metros. Cada niño y profesor debe utilizar mascarilla y antiparras.

Antes de ingresar al lugar, deben pasar por protocolo que está establecido en la entrada del colegio, donde debe lavarse las manos, transitar por el pediluvio y controlar su temperatura.

“Son 20 los alumnos que van a dar la PTU y han ido seis, porque es de carácter voluntario. Primero recepcionas la carta de los apoderados que quería volver a clases y luego se solicita la apertura, pero creo que vamos ir aumentando. (…) Sé que va provocar que otros niños quieran volver a rendir los ensayos presenciales”, indica.

El director de la unidad educativa, Javier Palma, reconoce que la pandemia fue una oportunidad para acelerar la enseñanza de manera virtual.

“En primera instancia utilizamos el Facebook institucional donde vaciamos todas las experiencias de aprendizaje y los tutoriales para todos los niveles y asignaturas. Luego avanzamos a clases virtuales con el Meet y Classroom a la medida que éramos capaces de implementar con chip de conexión y tablets. Todos los computadores del liceo los mandé a las casas de los estudiantes, al igual que los instrumentos musicales, los microscopios y los implementos deportivos. A parte de eso, reforzamos con compra de tablets y de chips y ya aquellos niños que tenían mucha dificultad estaba el material en el liceo para que lo fuera a buscar y si no podía lo íbamos a dejar la casa”, comenta.

Texto: Antonieta Meleán| Susana Núñez

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