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Inversión en parques fotovoltaicos en Ñuble suma US$632 millones

Un total de 117 proyectos de generación energética fotovoltaica que representarán una inversión de 632,5 millones de dólares se ejecutarán o se están ejecutando en la Región de Ñuble, según informó el seremi de Energía, Manuel Cofré, quien destacó que la potencia total de estos parques será de 636 MW, cifra muy cercana a la capacidad de la central Ralco (690 MW), en la Región del Biobío.

De estos proyectos, 48 corresponden a parques solares con una potencia superior a 3 MW, y representan una inversión conjunta de US$451 millones, y se concentran principalmente en San Carlos (10), Yungay (9), Chillán (9) y Bulnes (4); así como también en Ñiquén (3), Coihueco (2), Quirihue (2), San Nicolás (1), Quillón (1), Ninhue (1) y El Carmen (1). Estas iniciativas obtuvieron su resolución de calificación ambiental o están en proceso de evaluación en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).

Mientras que los otros 69 proyectos corresponden a parques solares con una potencia inferior a 3 MW, que obtuvieron su aprobación o están solicitándola a través de una consulta de pertinencia ante el SEA. Estos suman una inversión de US$181,4 millones.

Nunca antes en la historia se habían registrado tantos proyectos de generación energética en Ñuble, lo que según la autoridad, responde a varios factores, como el acceso a tecnología a precios competitivos y las perspectivas de incremento de la demanda eléctrica, y dado que casi la totalidad de estas iniciativas son parques solares, subrayó que la Región de Ñuble ofrece ventajas para la instalación de estos, como la alta radiación solar, así como también para el desarrollo de parques eólicos.

En esa línea, los expertos coinciden en que el actual escenario del mercado eléctrico nacional, con valores de la energía muy inferiores a los de hace cinco años, han hecho perder competitividad a proyectos hidroeléctricos, razón por la que de una decena de minicentrales que estaban aprobadas ambientalmente, solo una se concretó: El Pinar, en Yungay.

Cofré anticipó que la gran mayoría de estos proyectos comenzarán su construcción en marzo del próximo año. “Muchos de estos proyectos ya obtuvieron su aprobación ambiental y cuentan con sus diseños y estudios de ingeniería respectivos”.

La autoridad reconoció que este “boom” de granjas solares en la región es un fenómeno que se observa en varias regiones del país, desde Ñuble hacia el norte; mientras que de Ñuble hacia el sur están irrumpiendo con más fuerza los parques eólicos.

“Como estrategia regional y también del Ministerio, ha habido una fuerte campaña para masificar su uso, en el contexto del desafío de la descarbonización del país. Por ejemplo, lo que estamos haciendo hora con el programa Casa Solar, que es el primer programa de subsidio de paneles fotovoltaicos para viviendas en esta región; además, los subsidios para las pymes, en que estamos entregando paneles con baterías a pymes del sector turismo en Cobquecura; también los programas del Ministerio de Energía con la Comisión Nacional de Riego para regar nuevas superficies de riego mediante energía fotovoltaica. Todo esto va permitiendo una mayor conciencia y valorar el aporte a la rentabilidad a la producción en base a energías renovables. Por otro lado, hay una evolución tecnológica, en que cada vez los paneles tienen más capacidad de generación y eso significa producir a mayor escala, lo que es más económico”.

Respecto a la ventaja que ofrece Ñuble en materia del precio del suelo en comparación con las regiones de la zona central, el seremi acotó que también es un factor, pero aclaró que estos proyectos se ejecutan en terrenos con bajo potencial productivo en materia agrícola. “En esa línea, y si consideramos la radiación solar, la zona de Itata tiene muy buenas condiciones”, expresó.

Círculo virtuoso

El seremi afirmó que a diferencia de lo que ocurrió con los proyectos minihidro que lograron su aprobación ambiental en la década pasada y que no se concretaron, “en este caso es altamente probable que se ejecuten y va en la línea con los planes del Gobierno y del país, de cumplir las metas medioambientales”.

Argumentó que “estos proyectos tienen un costo de energía generada inferior a la energía tradicional y por otro lado, hay una reconversión energética en el país, en que se han anunciado cierre de centrales a carbón, que son las más contaminantes, y esas tienen que ser reemplazadas por energías renovables. Por otro lado, hay un círculo virtuoso entre la generación fotovoltaica particularmente, y también las minihidro, en la Región de Ñuble, con la producción agrícola. La mayor generación de fuentes solares se produce en los meses de verano, lo que coincide con la mayor demanda eléctrica que nosotros tenemos en la región durante el verano, debido al riego agrícola y la actividad de la agroindustria. Ahí hay un círculo virtuoso, que va ir de la mano entre una mayor producción agrícola, incluyendo no solo riego, sino que packing y procesamiento de alimentos, con generación de energías renovables, porque eso permite, primero, abaratar los costos de generación, segundo, están en línea los peak de demanda y los peak de oferta, lo que es una óptima combinación; y tercero, hay menores costos de transporte de energía, porque la energía se produce muy próximo a los huertos, con lo que se requiere menos infraestructura de transmisión y distribución y al haber menor pérdida de energía, se logra una mayor eficiencia en la transmisión, ese es el futuro”.

Según explicó el ingeniero civil industrial egresado de la UdeC, “estas inversiones se concretan relativamente rápido, en un tiempo alrededor de un año, y tanto nuestra región como nuestro país, necesitan inversiones de este tipo, ya sea para generar energía y para bajar costos, por lo tanto, es de interés de nuestro gobierno promover este tipo de proyectos e invitar a inversionistas a ejecutar planes energéticos en nuestra región”. Afirmó, además, que “quienes se ven beneficiados son los usuarios, ya que las celdas fotovoltaicas bajan la estructura de costos de la operación de los negocios, ya sea pyme, mediana o gran empresa. Por ello, hago un llamado a los inversionistas de Ñuble, a poner su foco en energías renovables”.

Consultado por la desventaja que representan las fuentes solares para el sistema por su falta de continuidad durante la noche o por las variaciones entre verano e invierno, el profesional comentó que “en Ñuble hay proyectos de energías eólicas que están en etapas tempranas que tendrán una mayor potencia a firme y pueden funcionar las 24 horas, y es más permanente, dependiendo del viento”. No obstante lo anterior, reafirmó que el mayor consumo agrícola se da durante el día, por el riego.

Adicionalmente, el seremi planteó que “hoy se está avanzando en otros ámbitos energéticos, que podrían ser un complemento, como por ejemplo, el gran potencial que tiene Chile de producir hidrógeno verde, y una de las ventajas de este combustible es que constituye una forma de almacenar energía, entonces, durante el día, en el momento en que se está generando energía fotovoltaica, se puede producir hidrógeno verde, que es una forma de almacenar esa energía fotovoltaica en este combustible que tiene mucho potencial, y el futuro de Chile puede estar ahí”.

Sentenció que “hay una evolución tecnológica permanente, lo que hace que los paneles sean más eficientes, así como también los sistemas de almacenamiento tradicionales (baterías), que son cada vez más eficientes, más económicas y de mayor duración. Pero también van apareciendo nuevas alternativas como la producción de hidrógeno verde, que permiten optimizar el uso de la energía generada por los paneles fotovoltaicos”.

Proyecciones

Otro elemento clave, añadió, “es que existan líneas de transmisión eléctrica y subestaciones, donde poder inyectar esta energía”, lo que es clave para los proyectos más pequeños, que muchas veces no son rentables porque la inversión que deben hacer para conectarse al sistema es demasiado alta.

“Este año se han aprobado inversiones récord en transmisión, estamos hablando de más de US$200 millones, en proyectos que ya se están ejecutando, y cuyos resultados veremos en dos a cinco años más”, razón por la cual estimó que las inversiones en generación se multiplicarán, aprovechando la mayor capacidad del sistema.

Eso explica, en buena medida, que la mayoría de las granjas solares se instalen en lugares próximos a los centros de consumo.

Eso bien lo saben empresas como OEnergy, que ya ha ejecutado seis parques y tiene en carpeta otros tantos en la región, pues ha privilegiado la cercanía a los centros de consumo, definido como Pequeños medios de generación distribuida (PMGD), “eliminando posibles impactos ambientales asociados a los grandes proyectos de generación y aportando trabajo y energía limpia, sustentable y a precio competitivo para la comunidad local”, indicaron. Y ese es precisamente uno de los ejes de desarrollo de OEnergy. “Creemos firmemente en la pequeña generación distribuida (proyectos menores a 3 MW), que tiene la cualidad de acercar la generación de energía a los lugares de uso, disminuyendo las pérdidas por transporte, así como también bajar de forma importante el impacto ambiental que esto significa, cualquiera sea el medio de generación utilizado, cualidad que permite la generación fotovoltaica, ya que puede ser dimensionada a la disponibilidad de espacio, al requerimiento y el presupuesto”, declaran.

De igual forma, la empresa Aaktei, que construyó la minicentral hidroeléctrica El Pinar, en la zona alta del río Cholguán, en Yungay, ingresó este año al SEA cuatro proyectos fotovoltaicos en la misma zona, que contribuirán a rentabilizar la inversión en transmisión. De hecho, un modelo similar pretende desarrollar en el Valle de Atacalco, donde no solo prevén construir la minicentral hidroeléctrica Halcones -ya aprobada-, sino que también un “cluster” de energía, que considera granjas solares.

Destacó que más del 90% de los proyectos que ingresan al SEA en Ñuble son de generación energética, lo que revela el gran interés de los inversionistas por apostar por la energía. Y de estos, detalló, casi todos son fotovoltaicos. “Solo uno es minihidro, que está en ejecución, que es la central El Pinar (de Aaktei) en Yungay, y esperamos que a partir del próximo año empiecen a ingresar fuertemente proyectos eólicos, que tienen una mayor potencia y mucha más inversión”.

Sobre estos últimos, Cofré adelantó que este año debiera ingresar un proyecto eólico a evaluación ambiental y que el próximo año se esperan varios más, todos de capitales extranjeros, de varios cientos de millones de dólares. En esa línea, destacó a la Provincia de Itata como epicentro de ese desarrollo, por sus condiciones naturales, pero también debido a su cercanía al Gran Concepción y al megaproyecto de transmisión Mataquito-Hualqui.

De cara al futuro, planteó que “en Ñuble se van a seguir concretando inversiones, primero, porque hay demanda. La disponibilidad de energía constituye uno de los factores de crecimiento económico. Estamos haciendo mucho esfuerzo a nivel regional, en todas las áreas, para que Ñuble crezca económicamente, y para eso se requiere energía, entre otras cosas (…) Esperamos que Ñuble demande mucha más energía, producto de una mayor velocidad de crecimiento económico. Hay que considerar que los futuros embalses van a generar grandes superficies de riego, packing e industria procesadora de alimentos, que van a requerir energía”.

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