Para acelerar una pronta solución frente a los malos olores que afectan desde hace años a la comuna de Chillán Viejo, el gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, se reunió con la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, para que agilice el proceso de respuesta de las más de 170 denuncias que los vecinos han presentados a la Superintendencia respectiva en contra la empresa Maxagro.
Crisóstomo puntualizó que “es evidente que existen episodios de malos olores en Chillán y Chillán Viejo, por lo que encontramos pertinente que la Superintendencia se pronuncie al respecto y si hay responsabilidades de esta empresa, se establezcan las máximas sanciones, ejemplificadoras”.
En ese sentido recalcó que “nosotros hemos cuidado nuestra región, queremos una región sustentable y si hay empresas en estas condiciones, lo que esperamos es que las instituciones funcionen, que hagan su trabajo y acojan también las denuncias de la ciudadanía, que son finalmente quienes se ven perjudicados por la inacción del Estado y de los aparatos públicos”,
Maxagro es el segundo productor de carne de cerdo de Chile. El plantel de Rucapequén contempla dos sectores; uno que cuenta con 47.000 cerdos, mientras que el otro con 65.800 ejemplares.
En marzo del 2023, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) formuló dos cargos graves a la empresa titular del plantel de cerdos. El primer cargo se relaciona con el riego con digestato, resultado de los bioprocesos del tratamiento de purines, que cumple con los parámetros que establece su permiso ambiental. En tanto el segundo cargo es no cumplir, en su totalidad, el Plan de Contingencias de la empresa por un derrame de purines el año anterior.
En el caso del plantel Maxagro, este ha recibido denuncias de manera constante desde 2018, y fue solo en 2022 cuando el caso ingresó de manera oficial a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) de Ñuble.
La firma es responsable del plantel porcino que por años ha causado quejas de vecinos y de los olores que llegan directamente a la ciudad, a pesar de estar ubicado a kilómetros. Desde el sector de El Quillay, cercano al plantel, indican que se cansaron de insistir, que la lucha por sancionar a la empresa poco a poco se va debilitando, porque no tienen respuesta alguna. Incluso indican que piensan en poder salir del lugar y buscar otro para poder vivir.
