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En 20 años población de huemules en Ñuble ha aumentado en un 50%

Conaf

Desde 1976 que el Hippocamelus Bisulcus, más conocido como el huemul, está clasificado como especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Los escasos ejemplares que se pueden encontrar en el territorio nacional están distribuidos mayoritariamente en el sur. La caza inescrupulosa tuvo como consecuencia que la principal población (alrededor de 1.500 ejemplares) pasara a concentrarse en la Patagonia y disminuyera su hegemonía en las zonas del centro. Su drástica caída en población se originó durante el siglo XX por la actividad humana, lo que motivó a las autoridades que declarasen a la especie como monumento natural de Chile en 2006 y a potenciar los planes de conservación.

De hecho, actualmente, Ñuble es la región que tiene la población del ciervo más septentrional del país, pero ahora la especie está al borde de desaparecer en la zona norte de su territorio histórico.

Los informes de los últimos años dan cuenta de solo 60 ejemplares viviendo en la región, tanto en la Reserva Nacional Huemules del Niblinto, ubicada en la comuna de Coihueco, como también en la Reserva Nacional Ñuble, entre las comunas de Pinto, El Carmen y Yungay.

Aunque los datos arrojan la poca cantidad de ejemplares viviendo en ambas reservas, las cifras históricas, por otro lado, indican que la población ha aumentado en casi un 50%, pasando de 40 en 2002, a más de 60 durante el año 2023.

Esto indica que la protección y los diversos planes de conservación que lleva adelante la Corporación Nacional Forestal (Conaf), universidades e instituciones en defensa del la fauna y flora, han funcionado, pero también hay otros objetivos a futuro.

Situación actual del huemul

El grupo de especies ubicados en la cordillera de Ñuble está prácticamente separado de los ejemplares del sur, por lo que el estudio en estas zonas es sumamente especializado e indica que la población ñublensina, en específico, se encuentra en un rango de extinción crítico.

Actualmente, Ñuble, Los Lagos, Aysén y Magallanes son las únicas regiones en donde vive el huemul, por lo que se torna relevante hacer un trabajo focalizado, sobre todo en nuestra región.

“La situación es la que estamos tratando de investigar hace muchos años, entre el trabajo que hacemos en el ámbito público y privado. Es la población más al norte que tenemos y está aislada del resto de su distribución, siguiéndole al sur la Región de Los Lagos. Así que es una población que no tiene otros factores naturales como mejorar sino es por las condiciones que le podemos mejorar nosotros”, comenta Ana Hinojosa, jefa de Sección de Conservación de la Diversidad Biológica de Conaf Ñuble.

La profesional indica que la población está aumentando, “pero en las áreas silvestres protegidas”. En ese sentido, añade que “están incrementándose en las dos reservas, Ñuble y los Huemules de Niblinto. Todos los años tenemos buenos registros de ejemplares hembras, machos y crías. Lo mismo pasa con las áreas privadas que hacen conservación, como las áreas de alto valor de las forestales, en este caso Arauco y CMPC, que también tienen monitoreos anuales, y el Santuario de la Naturaleza Codeff, al lado de la reserva, que también tiene monitoreos y también hay reproducción”.

También explica que los problemas y amenazas a la población existente “se suscitan con estos ejemplares que se van haciendo y van saliendo a áreas más cercanas y que no están protegidas, entonces están a riesgo de amenazas”.

Los monitoreos con cámaras trampa ha permitido capturar diversos ejemplares, tanto machos como hembras. Uno de los últimos fue captado el pasado 8 de octubre en la Reserva Nacional Ñuble, caminando encima de una extensa capa de nieve en la alta cordillera. “La cámara está 24 horas, los 365 días del año y sin molestar al animal”, indica Ana.

A pesar de que se han logrado identificar ejemplares con éxito mediante estas cámaras, el último registro anual dio cuenta de más de 35.000 imágenes, donde solo el 5% pudo dar cuenta de huemules.

En ese sentido, el director regional de la Conaf, Juan Salvador Ramírez, indicó que “esto no quiere decir que todas las imágenes son 100% buenas, sino que todo lo contrario. Entre más imágenes, mucho mejor, porque así el registro que vamos a tener es de mejor calidad. No tan solo huemul, tenemos más animales silvestres presentes en las reservas”.

Amenazas constantes

Una de las amenazas más importantes a las que se ve enfrentado el huemul es a la urbanización, grandes proyectos privados y parcelaciones, que van alejando poco a poco a la especie de su hábitat natural. Pero más aun, el hombre y sus mascotas.

Y es porque una de las causas más importantes, a parte de la actividad de caza realizada, son los ataques por perros domésticos que sufren los huemules, además del sobrepastoreo. Muchas muertes asociadas a esta causa se han detectado en las reservas, debido a la tenencia irresponsable de mascotas, que son llevados por las mismas personas.

Ana Hinojosa comenta en este punto que “son una de las amenazas más importantes. Las personas creen que el perro tiene que estar en todos los ambientes por ser como una persona más, pero un perro también hay que respetarlo como un ser y una especie distinta. Un perro tiene instinto de perseguir otros animales. Ellos persiguen pudúes, ciervos o huemules. La mayoría de huemules que llegan heridos son arrancando de perros”.

El director regional de Conaf realizó un llamado a la gente que visita estas zonas para que lo hagan sin sus mascotas y de manera responsable. “Son un peligro latente a nuestras especies endémicas, particularmente el huemul. Cuando vayan a hacer deporte, turismo o descansar, no lleven a sus mascotas”.

Proyectos de conservación

Han sido innumerables las iniciativas para poder seguir incrementando la población del huemul, no tan solo en Ñuble, sino que a lo largo de todo el territorio en donde se encuentra.

El más importante a nivel local son los planes de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (Recoge), el cual desde hace varios años está en ejecución por parte de Conaf, seremi de Medio Ambiente y Universidad de Concepción, y tiene como objetivo el incrementar la población de la especie en un 10%.

La meta que se han puesto las autoridades es poder llegar a 2035 con esta cifra, lo que incrementaría en más de 10 la población actual de la especie amenazada.

Este plan contiene, además, el monitoreo constante de la especie, mediante las mencionadas cámaras trampa, así como también otras líneas de acción, enfocadas en el sector de los Nevados de Chillán, donde actualmente se encuentra distribuido. También, conlleva un tema de educación social hacia las comunidades, en cuanto a su hábitat, amenazas y distribución, con el fin de concientizar a la población acerca de la importancia de la especie.

En ese rol, los guardaparques realizan una labor importante, sobre todo en temas de resguardo y recomendaciones a la gente. En ese sentido, el director regional de Conaf comentó que hay seis funcionarios resguardando las reservas, las cuales se encuentran cerradas por el mal estado del camino.

“Lo que buscamos, como naciente Región de Ñuble, al tener dos unidades de áreas silvestres protegidas, es poco a poco ir aumentando la capacidad de guardaparques. Hay un guardaparques, quien es Eladio Ramírez, que postergó su jubilación para seguir al servicio de esta labor. Él sabe mucho del huemul y seguirá aportando en su trabajo diario, así como también guiando a los nuevos guardas que pudiesen ingresar”, sostuvo Ramírez.

Dentro de los planes de acción, se encontraba el de traer huemules de Aysén y Magallanes a Ñuble, para potenciar la población y la genética de los grupos locales y evitar la consanguinidad. Dicho proyecto no pudo ser concretado, debido en gran parte a los problemas para traer a la especie, además de que se demostró un aumento del huemul en Ñuble, por lo que no se volvió prioritario.

“Hicimos ese esfuerzo hace un par de años, que fue cuando encontrábamos muy pocos ejemplares. Era un proyecto de emergencia, el ultimo que queríamos hacer. Por temas económicos y políticos fue muy difícil terminar el proyecto hasta su cúlmine. Y bueno, resultó después que los huemules de acá se estaban reproduciendo, así que no era algo tan urgente de hacer”, explicó Ana Hinojosa.

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