Señor Director:
Decía San Agustín: “lo correcto es correcto aunque nadie lo haga” y “lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen”. Si tuviéramos que definir que lo correcto es aquello que no contraviene razón o a la ética. Lo correcto lleva al menos 10 conceptos valóricos y lo incorrecto conlleva muchos antivalores.
A quienes pregonan alianzas, acuerdos y diálogos, tengan claro que se puede conversar, acordar y dialogar sobre cualquier tema, menos de lo incorrecto.
Lo valórico, la propiedad, la libertad, el derecho de los padres, la verdad histórica, el respeto a nuestras FF.AA. y de Orden, la libertad de fe, el respeto al estado de derecho, nuestra cultura y nuestras tradiciones, la seguridad, el bienestar común ni el derecho de los pueblos a que se respeten sus decisiones, no se transan.
Sentémonos a conversar de sus sueldos, de sus círculos de poder, sus intereses, del fuero, de la parcialidad judicial, de la impunidad, de asociaciones ilícitas, del terrorismo, del emprendedor abusado, de los que reciben millones sin una foto, sobre alguien sin título dirigiendo un Ministerio, del terrorista en el parlamento, sobre indultos ideológicos pero no humanitarios, de Derechos Humanos para algunos, no para viejos enfermos, sobre aquellos que no pudieron ayudar y rugían atados en sus cuarteles. Es cierto, Chile necesita de todos, pero de todos los correctos. Me sentaré a conversar, a acordar y a dialogar sólo de lo correcto.
Principios y valores no se transan. Démosle de una vez por todas el valor que corresponde a hacer lo correcto.
Freddy Blanc
