Close
Radio Radio Radio Radio

El rol y la oportunidad del Congreso

En su primera jugada tras la debacle electoral en el plebiscito de salida, el Presidente Gabriel Boric convocó a todos los partidos políticos y le entregó la responsabilidad a las voces del “rechazo” para definir un cronograma para continuar con el proceso de cambio constitucional.

Ayer, y previo a efectuar un comité político ampliado para analizar el contundente triunfo del Rechazo en el plebiscito Constitucional; el Presidente, Gabriel Boric, se reunió con los timoneles de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD) y del Senado, Álvaro Elizalde (PS). A ambos los convocó a avanzar hacia un camino institucional para continuar con el proceso Constituyente.

Además de la estrategia política, la cita de ayer tuvo mucho sentido por un aspecto procedimental, ya que tras el triunfo de la opción Rechazo, se aplica el capítulo 15 de la actual Carta Magna -que se creó a partir del acuerdo del 15 de noviembre de 2019 post estallido social- y que básicamente indica que se mantendrá vigente la Constitución de 1980 y no habrá ninguna disposición legal o constitucional que realice alguna modificación. La decisión de iniciar un nuevo proceso constituyente dependerá que el Congreso promueva una modificación que permita hacerlo.

Tras la cita, Elizalde comentó que el Presidente les había pedido que en el Congreso Nacional se desarrolle un diálogo que permita establecer un camino institucional para avanzar en el proceso constituyente. Igualmente anticipó que esta semana convocarán a todos los partidos con representación parlamentaria, a las bancadas, y también a otros movimientos sociales y representantes de la sociedad civil, con el objeto de promover un diálogo que permita a la brevedad posible transmitir una certeza a Chile sobre cuál será el camino a seguir. Por su parte, el presidente de la Cámara, Raúl Soto, reiteró su llamado a un acuerdo transversal por la reunificación de Chile, “para sentar las bases de un proceso de habilitación de una nueva hoja de ruta de cambio constitucional”.

Ha querido el destino que coincida un momento crítico del Congreso en términos de su imagen con la necesidad de generar un espacio de diálogo y acuerdos para definir cómo cambiar la Constitución del 80 y darle estabilidad política y social al país.

Es una expectativa que va acompañada de una tarea cada vez más urgente: la de reconquistar la confianza de la ciudadanía, algo necesario para esta rama del poder, pero también para nuestra democracia, a la que poco bien le hace contar con instituciones tan importantes que generan tanta animadversión. Basta recordar que la imagen negativa del Poder Legislativo en los últimos años ha rondado siempre el 90 por ciento, según lo muestra el registro histórico de diferentes estudios de opinión.

La trascendencia de lo que está en juego, y que la ciudadanía lo comprendió muy bien al participar masivamente del plebiscito, obliga a que la discusión se dé en un ambiente muy diferente al que hemos visto hasta ahora. Uno en el que prime el respeto para que así todas las voces sean escuchadas y no se repliquen las dinámicas de las redes sociales en las que al disenso se responde con cancelación. Es, sin duda, una oportunidad única para que el Poder Legislativo consiga reivindicarse, para bien de la democracia.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top