Señor Director:
Sepámoslo o no, hace ya un tiempo los chilenos estamos presos en una paradoja. Esta, en síntesis, hace referencia a que en “el momento Constituyente”, es decir, cuando se redactará una Constitución, que es por definición donde más se requiere armonía, ausencia de coacción y disposición al diálogo entre las partes involucradas, que se disponen a discutir acerca de las bases de la convivencia, entendiendo esto como el contenido de una Constitución, es donde justamente ocurre lo contrario. La paradoja de Elster, de la cual somos cautivos, señala que es el propio contexto constituyente el que dificulta esta convivencia. Es en estos momentos donde la política amenaza, con actos como, por ejemplo, llamar a “rodear la convención”, por imponerse sobre la razón. Y, para quienes creían que con la inauguración de la convención acababa nuestro paso por esta paradoja, se equivocan, no ha hecho más que incrementar su poder.
