Señor Director:
La historia está hecha de luces y sombras. No podía ser de otra manera. Ha sido obra de seres humanos y no de arcángeles. Salimos de la selva, hemos avanzado mucho, pero seguimos inconclusos.
A esa historia pertenece la Conquista de América, parte de un proceso histórico universal. Los descubridores fundaron un pueblo nuevo, mestizo, de indígenas y europeos. Destrucción y construcción, violencia, luces y sombras. Los abusos se conocen, pero se olvidan otros “abusos”: La rueda, el caballo, el trigo, árboles frutales, escuelas, valores (cristianismo), y las palabras. “Se llevaron el oro pero nos dejaron las palabras”, Neruda. ¿Cultura sofocada? No, deslumbrada.
En Chile, siglos más tarde, interviene el Estado. No faltan los abusos, pero también se olvidan otros “abusos”: Salud pública, educación pública que ha permitido a más de mil jóvenes alcanzar títulos universitarios, caminos, ferrocarriles, puentes, seguridad pública.
¿Rezagos? Insuficiencias, errores, injusticias, como en todo Chile. Mucho construido y mucho por construir. ¿Cultura sofocada? No, deslumbrada con radio, televisión, maquinaria, internet, celulares. Como nosotros estamos deslumbrados con la conquista del espacio, las comunicaciones, la tecnología médica, inteligencia artificial y tantos avances que sorprenden cada día.
Así fluye la historia. Muchos pueblos se deslumbraron con el imperio romano, perdieron y ganaron.
Chile sólo tiene deuda histórica con la humanidad ante cuya vanguardia científica y tecnológica, está enrielado como el coche de un tren. Gracias a la globalización nos acercamos a la locomotora. Poco sirven los lloriqueos. Es mejor vivir deslumbrados que amargados. Es cierto que todo lo que brilla no es oro pero esa es harina de otro costal.
Alejandro Witker
Historiador
