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Crecimiento

Señor Director:
Ahora que la economía se encuentra en tierra derecha para amarrar una recesión en 2023 (-0,5% según el último
reporte del FMI), es bueno levantar la vista y ver qué tanto se recuperará la actividad en 2024, y cuáles pueden ser
los riesgos asociados (más a la baja que al alza, sin duda). Bueno, consignemos, primeramente, que el techo para el
optimismo que es posible desplegar para 2024 es, por decir lo menos, discreto: 2,1% promedio para el PIB no minero
para el período 2024-2028 según el comité de expertos convocado por la Dipres. Concordará conmigo de que no hay
mucho espacio para entusiasmarse, y más aún, quizás no logremos siquiera alcanzar ese techo.
La proyección del FMI apunta a una expansión de solo 1,6%, y el ente rector apuesta por un rango entre 1,25-2,25%.
Todo esto, claro, céteris páribus. Es decir, asumiendo que no ocurren grandes sorpresas. No obstante lo anterior, el
FMI ha advertido que uno de los posibles efectos del nuevo conflicto bélico en Medio Oriente, además del impacto en
los mercados financieros (disminución de apetito por riesgo, fortalecimiento del dólar, caída en bolsas, entre otros),
puede ser una brusca desaceleración mundial. En consecuencia, nuestra ya discreta aspiración para 2024 puede verse
truncada. Recuerde, 1,6%… céteris páribus.

Rodrigo Montero
Decano de la Facultad de Administración y Negocios UA

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