Señor Director:
Como vecino del sector Pedro Lagos, desde hace poco más de cuarenta años he sido testigo del importante avance de las obras del nuevo hospital regional. Este nuevo complejo asistencial será, sin lugar a dudas, un importante polo de desarrollo para suplir las constantes y crecientes necesidades en salud pública y de calidad, que tanto reclama, necesita y merece la población de nuestra querida Región de Ñuble; una de las más pobres del país.
Sin embargo, como región que históricamente ha influido notablemente en el desarrollo de la república desde los albores de su independencia, veo con preocupación que nada se mencione respecto a la ejecución de la restauración de la abandonada iglesia de San Juan de Dios, declarada monumento nacional en la década de los 70 y que tanta historia de la región guarda en sus muros de grueso adobe colonial.
Espero que las autoridades patrimoniales anuncien pronto el comienzo de su rescate patrimonial, ya que una comunidad sin memoria carece de toda identidad cultural.
Augusto Guillermo Aranís