Las Bordadoras de Ñuble se embarcaron en un nuevo proyecto que busca mantener su tradición viva. Se trata del proyecto Fondart “Bordadoras de Ninhue: promoción de capacidades para fortalecer y potenciar el patrimonio artesanal de la comuna”, que también contó con el apoyo del municipio local. De esta forma, el grupo de artesanas se capacitó por un año en temáticas como empoderamiento, liderazgo, técnicas gráficas, diseño de nuevos productos y medios digitales. La experiencia incluyó giras técnicas para compartir experiencias con mujeres de otras ciudades de Chile. Los resultados de este trabajo están hoy expuestos en el Museo Vivo Artenin de Ninhue bajo el nombre de “Historias Bordadas”.
La Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Scarlet Hidalgo, enfatizó que “las bordadoras de Ninhue han ampliado las fronteras culturales de Ñuble y es importante que sus conocimientos y saberes puedan traspasarse a nuevas generaciones; en ese sentido, el proyecto financiado por el Fondart para formar capacidades para fortalecer y potenciar el patrimonio artesanal de Ninhue es un enorme aporte a la puesta en valor de mujeres que son campesinas, artistas, creativas y que gracias a su obra permiten materializar y difundir el imaginario del Valle del Itata”.
Elena Manríquez, una de las 7 artesanas que preservan esta tradición artesanal, manifestó que “este proyecto Fondart ha sido un gran apoyo para nosotras, nos ha dado muchas satisfacciones y aprendizajes. Fue una experiencia que nos permitió crear nuevos trabajos, como los tapices que cuentan la historia de cuando comenzamos a bordar”.
“Estamos muy contentas con los resultados de este proyecto. Las bordadoras lograron activar habilidades que les faltaba potenciar. Creemos que hay que darle importancia a su trayectoria de más de 50 años, porque son un aporte a la cultura de Ninhue”, expresó Karina Chacano, una de las coordinadoras del proyecto y tallerista de empoderamiento y medios digitales.
La muestra “Historias Bordadas”, cuyos tapices relatan los inicios de las bordadoras de Ninhue a partir del año 1971, es el resultado de un ejercicio de memoria colectiva de las artesanas durante el desarrollo del proyecto, el cual permitió resignificar su oficio e implicó una autovaloración de su trayectoria y de su rol como mujeres artistas. Además, permitió reconocerse como un aporte a la identidad cultural de la comuna.
