Señor director:
Leo el diario casi todos los días. Hoy trae un artículo del diputado Cristóbal Martínez, solicitando ayuda del estado para los damnificados. Totalmente de acuerdo porque es el Estado quien debe liderar dichas acciones siempre. Además de la solidaridad que siempre los ciudadanos chilenos estamos dispuestos a entregar. Respecto de la solidaridad quisiera referirme al abuso de algunos empresarios cuando suceden estas catástrofes. Pasó con los incendios; el estado compró casas prefabricadas a una empresa del retail. Pasó que con los primeros vientos volaron sus techos. ¿Por qué pasa esto? Sin ser una experto en la materia, a ojo de una simple ciudadana, se puede concluir que los materiales usados no fueron los correctos. No quiero pensar que fueron afirmadas con clavos, pero sí los tornillos usados fueron muy cortos que no resistieron la fuerza del viento.
Hoy cuando las torrenciales lluvias han causado tamaños desastres en nuestra red vial y ante la posibilidad de ganar más dinero, a costa de la tragedia, los pasajes desde Concepción a Santiago que normalmente cuestan 45.000 pesos, fueron subiendo su valor a medida que de norte a sur se iba cortando la carretera. Así fue como el pasaje en avión a la capital debió comprarse a casi 170.000 pesos. Ambos ejemplos nos demuestran que la conciencia social poco y nada valor tienen para un grupo de empresarios y/o grupos económicos.
La solicitud pública del Presidente Boric a no sacar dividendos de la desgracia, y la lógica de todo buen chileno, no tuvo eco
María Eugenia Uribe Casanueva
