Señor Director:
Se reconoce a Chile como uno de los países que tiene una enorme historiografía, una de las mayores en el mundo en relación a su población y tiempo histórico. Grandes historiadores y grandes obras, pero como lo señaló Benjamín Vicuña Mackenna, tempranamente, se ha investigado poco la historia y la cultura del mundo popular. En ese rumbo se destacan: Tomás Lago, Oreste Plath y Antonio Acevedo Hernández.
Antonio Acevedo Hernández, Angol, (1886-1962), periodista, dramaturgo, novelista, formado en la “escuela de la vida”. Escribió en diarios y revistas, crónicas clásicas sobre el mundo popular; investigó sobre la cueca, libro indispensable para la historia del baile nacional.
Ñuble estuvo en sus pasiones, sus crónicas sobre “el terremoto de Chillán” y sobre “La Feria de Chillán”, son lecturas obligatorias para los que quieran conocer lo nuestro. Dijo en su prólogo al libro de Enrique Sandoval Guessler “Chillán Siesta Provinciana” que escribió sobre Ñuble más de 50 crónicas. Incluso dejó una obra de teatro “Cardo Negro” ambientada en el mercado chillanejo.
Chillán está en deuda con este investigador que valoró la riqueza de nuestro folclore, que gozó las fiestas de nuestros huasos con una crónica magnífica: “El Rodeo, epopeya del campo chileno”, ponderó nuestro vino y le dijo a los chilenos que en el mercado de Chillán se comía muy bien. Le escuché decir: “en el mercado no solo hay buenas manos hereditarias, tradiciones, un ambiente que contagia, no me lo pierdo cada vez que vengo a Chillán…”
Recordarlo y agradecerle, punto de tabla para el gran aniversario que viene.
Alejandro Witker
Historiador
