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Anillos viales y vías estructurantes asoman como la solución ante colapso de calles

LD

Esta semana el seremi de Transportes, Javier Isla, reveló que actualmente el número de vehículos que circula a diario por la ciudad de Chillán varía entre 60 mil a 70 mil. De acuerdo a la autoridad, “esta cifra se obtiene a través de los permisos de circulación que se han sacado en la comuna tanto de Chillán como de Chillán Viejo y además se le aumenta un poco de lo que son los vehículos que vienen de otras comunas”.

Agregó que “en este momento el crecimiento del parque automotor está en torno al 3% o 4% anual%”.

De acuerdo a las proyecciones que se realizan, solo en Chillán existe un auto por cada tres personas.

Estos datos sacan a flote nuevamente la falta de obras viales y modernización de las principales avenidas para disminuir la congestión vehicular que se registra en diversos sectores de la capital regional, afectando la calidad de vida de los vecinos.

“Esta cifra genera evidentemente mayores atochamientos en nuestra ciudad, ya que las vías no crecen a la velocidad del parque automotriz”, dijo Isla.

Si bien el seremi de Transportes reconoció la necesidad de intervenir las principales calles y arterias, recalcó que lo ideal sería que las personas prefieran desplazarse en transporte público, en bicicletas o a pie.

“Claramente el crecimiento del parque automotriz nos hace generar nuevas vialidades como son en este momento Diagonal Las Termas y Huambalí, se esperan intervenciones de otras calles y de otras arterias principales de la ciudad, sin embargo, es muy importante recalcar que las calles nunca van a crecer a la misma velocidad que el parque automotriz, por lo tanto para solucionar problemas de congestión vial la mejor manera no es esperar a que podamos intervenir las calles, sino que es generando un cambio de conducta en las personas. Para eso lo más importante es mejorar el transporte público y también generar mejores infraestructuras para la movilidad activa que es la caminata o las bicicletas”, explicó.

Vías estructurantes

El nuevo Plan Regulador Intercomunal de Chillán y Chillán Viejo (Prich) desglosa la red vialidad estructurante, tomando como base la establecida en el Prich de 2007 pero se complementa con nuevas vialidades.

El instrumento de planificación que entró en vigencia el 14 de febrero de este año define distintas categorías de vías de acuerdo a su función: anillos de circunvalación, que distribuyen los flujos; vías principales o radiales, que conectan los anillos de circunvalación desde el centro a los accesos de la ciudad; vías secundarias o alimentadoras, que refuerzan la conectividad entre anillos de circunvalación o entre las vías radiales.

En el área rural, se extienden los radios y se propone un anillo de circunvalación, que tiene por objetivo integrar el territorio rural y las distintas localidades entre sí, generando nuevas alternativas de desplazamientos, para evitar que todos ellos converjan en la ciudad de Chillán.

“La propuesta de vialidad para Chillán y Chillán Viejo tiene por objetivos fortalecer el sistema de anillos viales, reforzar la conectividad radial entre anillos viales, diversificar la accesibilidad al área urbana, organizar la vialidad de conexión entre Chillán y Chillán Viejo, mejorar la accesibilidad de Chillán y Chillán Viejo hacia el poniente y oriente, reforzar la conectividad entre las áreas industriales existentes y las propuestas en el área de extensión urbana propuestas, y mejorar la conectividad entre Chillán y otras localidades”, detalla el documento disponible en el sitio web del Gobierno Regional.

El jefe de Planificación y Desarrollo del Gobierno Regional, Claudio Martínez, señaló que la red vial está compuesta por vías existentes y otras proyectadas que consideran ensanches.

“Las vías estructurantes tienen el propósito de establecer vías alternativas a lo que son las vías de más uso cotidiano por la gente dentro la ciudad, por eso siempre van en su mayoría por los bordes de modo de que no se congestione la ciudad con el tránsito que muchas veces cruza la ciudad y el destino no es la ciudad misma. Además, tienen dimensiones que garantizan un tránsito más fluido”, indico.

El arquitecto destacó que “son una alternativa al tramo urbano más menudo de la ciudad que vive y se mueve dentro de la ciudad, pero también evita el tránsito de vehículos de mayor calado que a veces pasa por la ciudad y por lo tanto se evita que ingresen buscando vías alternativas para seguir hacia su destino, y por lo mismo establece anchos más generosos que las calles tradicionales”.

En la comuna de Chillán entre las arterias a intervenir está la avenida Collín en el tramo desde la avenida O’Higgins hasta la avenida Brasil con un ensanche al norte de 40 metros. La avenida Paul Harris, desde la avenida O’Higgins hasta la avenida Padre Hurtado con un ensanche proyectado de 30 metros a ambos costados del eje de la calzada y desde Vicente Méndez y Canarias hay un ensanche proyectado de 30 metros hacia e costado sur. Mientras que entre Canarias y Andrés Bello se proyecta una apertura de 40 metros.

En calle Las Rosas, entre el tramo de Calle Nevado y Calle Central, existe un ensanche proyectado de 30 metros a ambos costados del eje de la calzada.

En la avenida Alonso de Ercilla, entre las calles Eulogio Bañares y Tegualda (62 metros al poniente del eje de la calzada de Las Vertientes) se proyecta una apertura de 30 metros.

También contempla ensanches en la avenida Circunvalación Oriente, entre Río Las Minas y Esmeralda de 40 mts al costado poniente. Se proyecta una apertura de 40mts entre Iglesia de Piedra y Diagonal Las Termas.

En el Camino a Cato desde la Ruta N-425 hasta el Camino a Coihueco se proyecta un ensanche de 40 mts. Al igual que desde la avenida O’Higgins hasta el Camino a Cato.

Sectores como Camino a Parque Lantaño, Sepúlveda Bustos, San Bartolomé, Santa Elisa, Colchagua, Avenida Ruiz de Gamboa también contemplan ensanches y aperturas.

Todas estas intervenciones se proponen considerando amplios bandejones con áreas verdes, mobiliario urbano y ciclovías que complementan el sistema ya existente en la ciudad, permitiendo así a los ciudadanos contar con una red de movilidad sustentable más amplia e integral.

Ciudad más sustentable

Para el investigador del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la UdeC, Sebastián Astroza, la ciudad de Chillán ha sido diseñada pensando en el vehículo como principal medio de transporte, desfavoreciendo los otros medios de desplazamiento.

“Creo que las ciudades en general, no sólo Chillán, han sido pensadas primordialmente para el automóvil. El automóvil es un modo de transporte muy ineficiente en términos de espacio, lo que hace que existan niveles de congestión altos. El espacio público debería redistribuirse para favorecer a modos más eficientes como el transporte público, la bicicleta y la caminata (esta última, obviamente, para distancias cortas). Y eso sin siquiera mencionar la crisis climática que estamos viviendo, donde, nuevamente, el automóvil es la peor opción pues es el menos sustentable”, subrayó.

El académico mencionó que reducir la congestión vehicular y que los traslados sean más expeditos no se logra solamente modernizando las vías, sino que también es necesario mejorar el sistema de transporte público.

“No sólo es redistribución de espacio, también hay que mejorar el estándar del transporte público, para que funcione mejor, sea más rápido y la experiencia del usuario sea agradable. Eso hará que el transporte público sea una alternativa atrayente y, a fin de cuentas, todos nos demoremos menos, no sólo quienes usan el transporte público. Hace poco el sistema de transporte público en Chillán adoptó el cobro (y recaudación) electrónico, lo cual es un paso en esa dirección. Pero hay que seguir”, dijo.

“Creo que, si invertimos nuestros recursos en una alternativa eficiente como el transporte público, se hará más lento el crecimiento del parque automotriz y nuestras ciudades tendrán menor congestión y serán más sustentables. Recordemos que sustentabilidad no es sólo emisiones (o contaminación), es también calidad de vida. Y eso es un tercer punto en contra del automóvil, pues no todos los hogares tienen acceso a él, haciendo que las políticas (o planificación urbana) que fomentan el automóvil sean socialmente injustas”, añadió el investigador del ISCI.

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