Lo que comenzó como un allanamiento de rutina, en la sección femenina de la cárcel de Chillán, terminó siendo el incidente más violento registrado en esa rama del penal y con consecuencias drásticas paras las internas.
La Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) comentó el violento hecho. “Fueron casi cerca de 30 internas quienes irrumpieron en la caseta de guardia, rompiendo las ventanas y agrediendo a cuatro funcionarias, quienes debieron ser trasladadas a la Clínica Chillán, por las lesiones que fueron de diversa consideración”, explicó el suboficial Cristian Montecinos, presidente de la Anfup Ñuble.
La intención de las condenadas fue la de arrebatarles los celulares incautados.
Curiosamente, otra de las reacciones que tuvieron las internas fue la de quemar el árbol de Navidad que se había confeccionado en el gimnasio “y de no haber sido por la rápida acción del equipo de bomberos de Gendarmería, es muy probable que el fuego hubiera tomado parte de la estructura de ese gimnasio, y las consecuencias hubiesen sido mayores”, añadió Montecinos.
A raíz de esto, condenadas e imputadas fueron llevadas al mismo gimnasio, algunas de ellas esposadas y se les habría informado que muchas de ellas serían trasladadas a los penales femeninos de Concepción, Talca o Rancagua, decisión que, hasta la tarde de hoy, debía tomarse desde Santiago.
En reacción a la medida, una de las prisioneras, una mujer de 27 años quien tendría problemas de epilepsia, ingirió un tóxico -según información extraoficial sería veneno para ratas-, por lo que debió ser llevada por el SAMU al hospital Herminda Martín.
En tanto, las gendarmes agredidas Yenyfer Caro, Cindy Zaldívar, María Maldonado y Ketherine Zambrano, fueron dadas de alta en el transcurso de la tarde.
Preocupación de familias
Un bus de Carabineros, al costado sur de la cárcel, custodiado por gendarmes y policías, fue la señal inequívoca para los familiares de las internas, respecto a su traslado.
“Lo único que queremos es que nos digan luego quiénes se irán o que nos den una lista, no sabemos nada y no sería justo que se las lleven a todas por lo que hicieron algunas”, dice Rosalía Acuña, hermana de una detenida.
Emilia Molina, madre de una prisionera, añade que “a ellas les pegaron y muchas ni tuvieron participación en los hechos. Yo no tengo los medios para ir a verla a otra parte si se la llevan, por favor que no sean injustos”.
Desde la dirección regional de Gendarmería anunciaron querellas contra quienes hayan participado en la agresión a las cuatro funcionarias.
