Tal vez con el próximo y cercano corte de cinta se dejará de contar la historia de engaños y promesas incumplidas que se han relatado respecto a los casi 900 metros del camino que conecta a la villa San Miguel de Arcángel con la Avenida Andrés Bello, en el sector nororiente de Chillán.
Hoy la pista está totalmente asfaltada, con las respectivas demarcaciones, señalética de velocidad y, tras la consecución de recursos extras por cerca de $10 millones, se instalaron lomos de toro para ralentizar la velocidad de los cerca de 120 vehículos que a diario transitan por el lugar.
La mayoría, automóviles de las 70 familias que entre el 2008 y el 2009 compraron una casa en ese proyecto que, cuando comenzó a promocionarse, se prometió a los compradores que contarían con una salida vehicular por calle Río Segre, de la villa Barcelona, lo que por diversas razones nunca se concretó.
Por tal circunstancia, les quedó como único acceso el camino de tierra, sin luminarias (el excamino a Coihueco) por el que desde entonces, estuvieron solicitando ayuda.
“Y siempre era promesas y excusas, nunca acciones reales. Por eso, cuando el año pasado nos avisaron que iban a construir, realmente ni yo ni nadie acá creyó que estaban hablando en serio. Hasta que nos mostraron los papeles, los contratos, no creímos”, relata Cristián Torres, presidente de la junta de vecinos del sector.
Sin embargo, este proceso tampoco estuvo exento de problemas. Ya en el mes de julio se anunció una paralización de las obras que realizaba la empresa constructora que se adjudicó la licitación (Carolina Villegas Silva) debido a las lluvias y algunas observaciones que, en su oportunidad, realizó personal fiscalizador del Serviu, que debieron ser subsanadas con recursos que bordearon los $22 millones.
“Eso hizo luego que la carpeta, que no estaba terminada, comenzara a generar un sudor que manchaba los neumáticos, y hubo un par de vecinos que presentaron quejas. Pero la verdad, es que después de todo lo que pasamos, no tenemos más que palabras de agradecimiento”, apuntó Torres.
Y si la primera fecha de entrega se había estimado para ese mismo mes de julio, finalmente fue a partir de noviembre que el camino quedó prácticamente al 100% de ejecución y solo falta que el Serviu apruebe los trabajos de pavimentación y la recepción de obras.
“Estamos muy contentos que se haya podido finalizar este trabajo y de estar llegando a buen término de estas esperadas obras para ser inauguradas junto a nuestros vecinos y vecinas en una próxima fecha”, dijo el alcalde Camilo Benavente.
Respecto a los plazos que finalmente fueron observados, el alcalde añadió: “quiero también agradecer la comprensión de la comunidad que ha mantenido una comunicación franca y constante con la municipalidad. Con la labor de los equipos profesionales se realizaron varias mejoras y se agregaron otras solicitadas por los vecinos, entre ellos reductores de velocidad y demarcaciones viales”.
