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Un punto. Eso separa a Ñublense de Temuco. Los diablos rojos aspiran, con 35 unidades en el séptimo puesto, a meterse en la liguilla por el ascenso y seguir en la lucha por el título (están a dos de los líderes) y los de La Araucanía, con 34, tienen el mismo sueño. Por eso el choque de esta noche (20 horas) promete emoción a raudales en una estadio Nelson Oyarzún Arenas que será una caldera. Por eso la Coordinación Regional de Seguridad Pública, Carabineros y Estadio Seguro autorizó aumentar el aforo a seis mil espectadores. Por eso se esperan casi 600 fanáticos desde la tierra del Ñielol y el aliento incansable de los “Rediablos”.
La mesa está servida, y los dirigidos de Jaime García esperan dar el gran golpe que los haga soñar con el ascenso directo.
“El equipo ha ido madurando, sabemos que de local mis jugadores están en deuda con la gente que siempre nos ha apoyado, pero esta vez esperan darle una gran alegría. Solo pedimos al público que nos apoye en todo momento porque será un partido complicado, estamos enfocados en hacer una buena presentación para nuestra gente. Temuco es un rival fuerte y de respeto, pero en casa debemos ir buscando un volumen para atacar mejor, pero esto no lo saco solo, ni solo los jugadores, sino que todos juntos. Con la gente, los jugadores, el cuerpo técnico, la prensa y la dirigencia”, analiza García, quien encabezó junto al plantel una visita recreativa al centro de Coanil Los Naranjos y en la práctica contaron con el aliento de un puñado de hinchas con sus hijos.
En términos futbolísticos, Ñublense anuncia dos variantes. En el bloque posterior, vuelve Nicolás Vargas y en la zona media, Brayan Valdivia será el enganche.
Los del Ñielol, que vienen de vencer a Cobreloa por 2-1, tras siete fechas sin ganar, incluirán en su oncena a Fernando Saavedra y el resto del equipo será el que entró jugando ante Cobreloa. La ilusión está en juego y el Rojo quiere consolidarla con el aliento de su gente.